Anualmente mueren más personas por sucidio que por VIH: UNAM

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El suicidio es un problema de salud pública global; anualmente más seres humanos pierden la vida por esa causa que por VIH, cáncer de mama, guerras u homicidios. “Según la OMS una de cada cien muertes ocurre por suicidio”.

La jefa de sede del Espacio de Orientación y Atención Psicológica (ESPORA) del Instituto de Fisiología Celular (IFC), de la UNAM, Gabriela Gómora Figueroa indicó que “la ideación suicida tiene ciertos indicadores que todos podríamos llegar a experimentar”.

En su participación a distancia, la especialista señaló que una encuesta aplicada por la OMS en 21 países registró que la mayoría de las personas que planean o intentan suicidarse no reciben tratamiento; las principales barreras para que busquen ayuda profesional en el área de la salud mental es que perciben baja necesidad de ello, que pueden manejar por sí mismos la situación, o bien no tienen la solvencia económica.

Lo anterior motiva a que recurran a una persona de su círculo para aliviar su sufrimiento; es decir, hablar o expresar lo que les pasa y sienten.

¿Qué es el suicidio?

Gómora Figueroa explicó que se trata de una conducta y no de un trastorno mental en sí; desde la perspectiva del comportamiento y suele considerarse como solución para regular emocionalmente algo que una persona está sintiendo; un escape o huida ante una cantidad importante de dolor psicológico, intolerable e intenso que ya no puede sobrellevar.

Sin embargo, la especialista advirtió que los intentos suicidas son hasta 20 veces más frecuentes que el suicidio como acto consumado, por ello, señaló que es de suma importancia detectar e identificar cómo puede manifestarse esta conducta en una persona en aras de prevenir e intervenir.

Manifestaciones para ubicar el riesgo de suicidio

Hay determinadas manifestaciones que es fundamental conocer para ubicar el riesgo que alguien puede estar experimentando:

  • Ideación (considerar la muerte como un descanso)
  • Comunicar la amenaza de autodestrucción; practicar conductas suicidas como ensayos o autolesión; muerte autoinfligida
  • Consumar el hecho, el cual, advirtieron, puede surgir sin manifestaciones previas.

Signos de alerta

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los signos de alerta que se pueden observar son:

  • Que el individuo exprese su deseo de morir o bromear al respecto,
  • Autodesprecio
  • Falta de autoestima y de respeto a sí mismo
  • Desesperanza
  • Sentirse una carga para los demás o atrapado sin salida
  • Investigar formas de morir
  • Despedirse de amigos y seres queridos
  • Aislarse de los demás
  • Ir despojándose de objetos de valor
  • Provocar situaciones temerarias e impulsivas
  • Consumo de sustancias


¿Cómo ayudar?

Gómora Figueroa indicó que la mejor forma de ayudar a la persona afectada es escucharla; preguntar, acompañarla, mostrar interés, apoyarla, respetarla, tomar en serio la situación, validar y buscar cuál sería la red de servicios disponible para su atención, entre otros aspectos.

Destacó que la educación y el apoyo que requieren familia, compañeros y amigos para intervenir en estas situaciones son esenciales.

“Todos podemos ayudar a prevenir el suicidio; acompañarse de otros es vital para procesar este tema, tratarlo de forma conjunta para pasar del tú, al nosotros”, estimó.

Al ser un problema de salud pública global, la doctora apuntó que es vital diseñar campañas de salud mental con el apoyo de medios de comunicación. Por otro lado, en materia de intervención, la especialista señaló que se deben implementar medidas específicas en las esferas pública y privada, de acuerdo con la especialización de cada uno.

Qué no se debe hacer

Gómora Figueroa aconsejó evitar ignorar la situación o restarle importancia; dejar sola a la persona con su malestar; mostrarse en pánico, avergonzado o consternado; juzgar, criticar o aleccionar, aceptar que la muerte intencionada es la opción. Tampoco temer a preguntar.

En el mismo sentido, la doctora aseguró que es un mito que hablar de este tema podría estimular esa conducta; pero advirtió que el silencio si puede acentuar el riesgo, por ello es importante abrir espacios para platicar de lo que el otro podría estar sintiendo, preguntar de manera franca y respetuosa.

Otras falacias, según la doctora, consisten en decir que quien expresa que se va a matar no lo hará, “es joven, ya se le pasará” (en el caso de adolescentes); o bien, en adultos mayores: “es grande, ya se acostumbrará a sentirse mal”. Es tanto como decir que solo las personas con trastornos mentales se suicidan.

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