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En el reverso de la moneda, el gasto público mostró incrementos de 4.1% en términos reales y a tasa anual, para llegar a 7.6 billones de pesos en el mismo periodo, equivalente al 26.5% del PIB.
México cerró 2022 con un déficit en su balance primario de 0.5% respecto a su Producto Interno Bruto (PIB), con un déficit público de 3.4%, mientras que el concepto de Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) ubicaron una proporción de 4.4%, dijo el lunes la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al presentar el informe sobre Finanzas y Deuda Públicas del cuarto trimestre.
Esto resultó en un déficit del balance primario por 102,964 millones de pesos (mdp) frente a 2021, al pasar de 752,496 mdp a 978,534 mdp, por arriba además de los 875,571 mdp programados, de acuerdo con la información. En el mismo periodo, los RFSP marcaron un déficit por 1.3 billones de pesos, superior a los 999,994 mdp del cierre de 2021.
La dependencia federal indicó que el gasto del sector público hiló tres años de crecimientos consecutivos en 2022, con un incremento de 4.1% frente al año previo, para alcanzar los 7.6 billones de pesos, lo que equivalió al 26.5% del PIB.
Los ingresos del Sector Público, por el contrario, llegaron a 6.6 billones de pesos, esto es, un crecimiento anual de 2.5%, gracias al repunte de los precios de la mezcla mexicana de petróleo en los mercados internacionales, reflejando un mejor desempeño anual de los ingresos por este concepto.
En la parte tributaria, México se vio favorecido por un repunte en la recaudación de los impuestos sobre la Renta (ISR) y
al Valor Agregado (IVA), este último con niveles de 4.3% como proporción del PIB, superando su promedio histórico de 3.9%. El IVA sumó 1.2 billones de pesos “en línea con el fortalecimiento del consumo”.
El ISR “alcanzó un máximo histórico al ubicarse en 2 billones 270 mil millones de pesos” o con una proporción del 8% del PIB, según los datos difundidos por Hacienda; al término de 2022 la recaudación del ISR fue la del mayor crecimiento desde 2016, con una tasa anual de 11%.
Ante los altos precios en los mercados internacionales de crudo, los ingresos petroleros de México llegaron a 1.5 billones de pesos, equivalente al 5.2% del PIB, el nivel más alto observado desde 2014; contra 2021, resultó en una escalada de 18.7% en términos reales.
En 2022, el Gobierno Federal obtuvo ingresos adicionales al programa por 632,000 mdp, de los cuales, 397,000 mdp correspondieron a la menor recaudación por el estímulo al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en combustibles.
¿Y el gasto?
Al cierre del año pasado, el gasto primario estuvo representado por un gasto programable por 5.7 billones de pesos donde el Gobierno Federal concentró 4 billones de pesos; en este renglón resaltó el repunte de los ramos administrativos, para un total de 1.9 billones, 343,000 mdp más contra 2021.
El IMSS representó el gasto más fuerte dentro de los organismos de control presupuestario directo, con 1.1 billones de pesos frente a los 911,851 mdp del año anterior. Las llamadas empresas productivas del Estado, CFE y Petróleos Mexicanos (Pemex) concentraron un gasto por 1.2 billones de pesos, donde Pemex recibió 670,845 mdp, esto es, 34,564 mdp más que en 2021.
Con un gasto programable relativamente menor, de 552,430 mdp, la CFE, sin embargo, amplió su presupuesto en 102,433 mdp contra 2021.
Al cierre del año pasado, México tuvo “un blindaje de amortiguadores fiscales” por 262,000 mdd “para hacer frente a los choques económicos tanto internos como externos”, dijo Hacienda, lo que implicó la contabilidad de reservas internacionales; una línea de crédito flexible con el FMI (Fondo Monetario Internacional); una línea “swap” con la Reserva Federal de Estados Unidos, más los fondos de estabilización.
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