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Inicia hoy la semana dos de presentación de pruebas y testimonios en el juicio contra del ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, procesado por percibir sobornos del Cártel de Sinaloa para traficar cocaína de México a Estados Unidos.

De acuerdo con información de La Lista, Sergio Villarreal Barragán alias “el Grande”, aseguró la semana pasada que los sobornos o “polla”, como le llamaban, iban de uno a un millón y medio de dólares mientras el detenido fungía como director general de la Agencia Federal, en 2001.

Se referían a estos pagos como “polla” porque lo reúnian los principales líderes de aquella agrupación como Ismael “el Mayo” Zambada García, Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, Amado y Vicente Carrillo Fuentes, Juan José Esparragoza Moreno, “el Azul”, Ignacio “Nacho” Coronel y los hermanos Arturo, Alfredo y Héctor Beltrán Leyva.

Según este primer testigo, para 2010 la mensualidad de García Luna por parte de los capos era de 3 millones de dólares, pues el monto iba incrementando a medida de la expansión del Cártel de Sinaloa a lo largo de la república mexicana.

Villarreal Barragán comentó con Arturo Beltrán Leyva, su jefe, que el exfuncionario era la mejor inversión que sostenían en aquellos años.

¿Cómo operaban?

El testimonio cuenta que el enjuiciado advertía con un tiempo considerable las fechas de decomisos u operativos del gobierno federal. Con esta alerta, disponían de suficiente tiempo para desocupar domicilios o trasladar la droga a otros sitios.

Además, Arturo Beltrán Leyva y Genaro García Luna solían frecuentarse en una casa de seguridad ubicada al sur de la Ciudad de México, cerca de “La Paloma”, como se le conoce a la Parroquia la Esperanza de María en la Resurrección del Señor.

Para realizar las reuniones, García Luna arribaba a Perisur donde se estacionaba, posteriormente, cambiaba de vehículo, pues gente a cargo de “El Barbas”, lo recogía en dicha zona.

César de Castro, representante legal, estima que su defendido habría recibido un aproximado de 216 millones de dólares en el lapso 2001-2010, además del pago por cada aseguramiento de cocaína a los grupos contrarios (pago en dólares del 50% de su valor), según estima.

Sin embargo, la defensa alegó que a partir de la presentación de alegatos al inicio del juicio, no existen pruebas (audio, video, foto o evidencia) sobre la cantidad antes mencionada.

Cuando la presidencia del país pasó a manos de Felipe Calderón, el testigo narra que “la polla” se realizaba mediante Luis Cárdenas Palomino, ex director de la Policía Federal. Y las reuniones ya no eran tan frecuentes.

En 2008 Arturo Beltrán Leyva se hizo cargo de los supuestos sobornos y fue en ese año donde el Cártel de Sinaloa empezó a dividirse. Asimismo, arrestaron a Alfredo “El Mochomo”, hermano de Arturo, quien culpó a “El Mayo” Zambada.

Por esta razón mandó a capturar a “El Rey” Zambada, su hermano, en un operativo coordinado por “El Grande” apoyado de, menciona, cuatro “agentes corruptos” de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, conocida hoy como SEIDO.

Desde entonces, dijo el testigo, incrementaron los operativos para capturar a los hermanos Beltrán Leyva, por lo que Villarreal Barragán canceló una fiesta de Navidad y Édgar Valdez Villarreal “La Barbie”,no se presentó a su boda organizada en Acapulco.

García Luna dejó de responder las llamadas de Arturo, lo que ocasionó una molestia. El testigo cuenta que cuando se pudo comunicar, este se desvinculó de las divisiones del Cártel, lo que provocó su secuestro en Morelos. Posteriormente lo dejaron libre en el mismo lugar, pues ambos acordaron que continuarían con su alianza.

Un año después, en 2009, la Secretaría de Marina realizó un operativo donde murió Arturo Beltrán, lo que provocó la caída de varios de sus lugartenientes también.

Sergio Villarreal Barragán, “el Grande”, fue capturado en Puebla. En la actualidad se encuentra en calidad de testigo cooperante del Departamento de Justicia. Luego de siete años en prisión salió libre y su ayuda podría traerle como consecuencia la visa estadounidense.

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