“Si yo puedo, cualquier mujer puede”,  Patricia Guerra

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Es la primera atleta en la historia en cruzar nadando el Canal de la Mancha mexicano, desde la isla de Cozumel a la Riviera Maya

Redacción

Con más de 30 años de trayectoria como atleta, Patricia Guerra se prepara para enfrentarse a un desafío más en la vida, cumplir el sueño de completar la “Triple corona”, uno de los retos más grandes de cualquier nadador de aguas abiertas.

“Abanderando la causa 50+1 : 2023, bajo el lema: “Si yo puedo, cualquier mujer puede”,  estará de regreso en aguas frías, después de 19 años, para demostrar que no hay edad para perseguir un sueño, que cualquier mujer con un sueño es capaz de romper cualquier barrera, que no hay edad para llegar a una meta y que todos los días es un buen momento para demostrar de lo que sí eres capaz al tomar las riendas de tu vida”, señala la nadadora.




La “Triple Corona” es un reto que consta de tres nados en aguas abiertas, de bajas temperaturas, que comprende tres locaciones y distancias:

El Canal de la Mancha, en Dover, Inglaterra – 33 Km.

Vuelta Manhattan (20 puentes), en Nueva York, Estados Unidos – 46 Km.

Isla Catalina, en Los Ángeles, California, Estados Unidos – 36 Km.

En estos nados, Patricia Guerra se enfrentará a factores como la oscuridad de la noche, corrientes fuertes y bajas temperaturas.

El cruce del Canal de la Mancha es un reto completado por la atleta originaria de la Ciudad de México, posicionándose históricamente como la tercera mujer mexicana en lograrlo. Los nados de Vuelta Manhattan e Isla Catalina se llevarán a cabo en julio y agosto de 2023, respectivamente.

Con una amplia trayectoria deportiva, Patricia Guerra ha nadado en más de una decena de cruces en aguas abiertas, tanto nacionales como internacionales bajo diversas circunstancias climáticas. Es la primera atleta en la historia en cruzar nadando el Canal de la Mancha mexicano, desde la isla de Cozumel a la Riviera Maya, una hazaña nunca antes lograda por alguna persona.

Un sello distintivo que la caracteriza como una de las atletas más comprometidas del deporte mexicano es el hecho de realizar cada reto en aguas abiertas, no sólo como una meta personal, sino siempre abanderando una causa en favor del prójimo, ya sea para beneficiar a mujeres con cáncer de mama, a niños estudiantes ciegos o débiles visuales, a pequeños de las guarderías del IMSS, entre muchas más.

Hoy, a sus 51 años de edad, sigue con la firme promesa de no dejar metas pendientes en su vida, demostrando que cualquier mujer puede seguir cumpliendo sueños.

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