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La agencia, además, alerta sobre el deterioro de la cartera minorista en el horizonte lo que podría impactar la reserva que los bancos realizaron durante la Pandemia.
Fitch Ratings dijo el lunes que asignó una Perspectiva Neutral a los bancos que operan en América Latina para 2023 debido a que los factores claves de calificación de la mayoría de ellos seguirán “acordes con las calificaciones bancarias”, a pesar de la desaceleración continua del crecimiento económico y una inflación persistentemente alta en la Región.
La Perspectiva refleja las expectativas de la calificadora internacional de que las métricas financieras clave del Sector sigan relativamente estables, con costos crediticios manejables en momentos que el crecimiento crediticio desacelera.
Sin embargo, alerta Fitch, “el crecimiento sostenido del balance general y los pagos de dividendos más altos, junto con un alza probable en el deterioro de la calidad de la cartera minorista que falta por madurar, pesará sobre el colchón”, refiriéndose a los impactos tomados en cuenta para el próximo año sobre las reservas que los bancos debieron constituir durante la Pandemia, a fin de parar el deterioro de sus carteras.
En el caso de las grandes marcas del Sector, este grupo seguirá beneficiándose de “colchones sólidos de absorción de pérdidas”, con la distribución anticipada de gastos de provisiones, la baja del crecimiento del balance y las distribuciones de dividendos contra años prepandemia.
Agrega que si bien el crecimiento de los préstamos minoristas se ha acelerado en toda la región desde 2021, este tipo de créditos sugiere riesgos a la baja en su calidad crediticia si el desempeño económico de 2023 no cumple las expectativas.
Fitch espera que el crecimiento promedio del PIB en la Región se desacelere a 2.4% en 2023, luego de crecer a una tasa de 3.7% en 2022 y desde el repunte de 9.2% registrado en 2021. En el caso de México Fitch estima un crecimiento de 1.4%, inferior al esperado en 2022, de 3%, y ligeramente por arriba del pronóstico del mercado, que oscila entre el 0.8% al 1%.
La agencia de riesgos crediticios advierte que los riesgos de crecimiento en América Latina están sesgados a la baja “dada la recesión anticipada de EE.UU. en 2023”.
“El crecimiento del crédito al consumo no garantizado ha sido particularmente fuerte en Brasil, Colombia y México…Sin embargo, dado que la exposición al consumidor de los bancos mexicanos tiende a centrarse en personas de ingresos medios y altos, el deterioro de la calidad de los activos debe contenerse, incluso si persisten las tasas de interés altas”, asevera.
Beneficiados por el nearshoring
En el apartado de México, Fitch estima que el desempeño de los bancos mexicanos sea resiliente ante un entorno de alta inflación y elevadas tasas de interés, en virtud de la digitalización de sus servicios, los perfiles de los clientes de los grandes bancos, y por las oportunidades de negocio que pueden darse a partir del nearshoring.
A lo largo de 2022, la rentabilidad de la banca se recuperó, alcanzando niveles más altos que en la etapa prepandemia, debido a un incremento en la otorgación de créditos, tasas de interés elevadas, ingreso por comisiones estable, estimaciones preventivas bajas, así como una eficiencia en costos “detonada por una mayor digitalización de los servicios”.
Para 2023, la calificadora internacional anticipa que la rentabilidad de la banca verá una desaceleración en la parte de otorgación de créditos, mientras que las estimaciones preventivas deberán incrementarse; en los bancos de nicho, tanto pequeños como medianos, se mantendrá la presión puesto que sus perfiles de negocio “son más riesgosos”.
En el caso de los bancos grandes, una clientela con ingresos medios a altos, donde se suman corporativos y el Sector Público, ayudará a contener el deterior en la calidad de sus activos.
Los bancos establecidos en el país seguirán fondeando su actividad predominantemente de los depósitos, transacciones sencillas y baratas que pueden resultar menos sensibles a las condiciones de volatilidad del mercado internacional de capitales.
Fitch asevera, además, que el Sector en México se beneficiaría de una inclusión financiera baja, de la “reubicación de operaciones” o nearshoring, pero también por una recuperación económica retrasada después de la Pandemia, la cual “incentivará oportunidades de negocio para los bancos”.
“Se espera que el crecimiento del crédito en 2023 se mantenga en el rango de 6% y 8%, sin embargo, el entorno de negocios se mantendrá sensible a retos microeconómicos, de gobierno y política”.
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