Alertan expertos desatención áreas México con riesgos fiscales y de derechos humanos

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Con un cierre preliminar de las finanzas públicas de 2022, hay un total de cinco preocupaciones que distraen la canalización de recursos hacia áreas prioritarias, entre las cuales están CFE, Pemex y fondos agotados, con excepción de los del Ejército

México Evalúa, organización experta en el escrutinio de las finanzas públicas, dijo el fin de semana que a punto de finalizar 2022 hay áreas de oportunidad relevantes en el país cuya desatención implicarían riesgos fiscales e inclusive incumplimiento en materia de derechos humanos.

“Por un lado, las empresas públicas del Estado no despegan operativamente, y su mala situación financiera es motivo de preocupación”, sostuvo el think tank, que enumeró cinco problemas, en primer orden la falta de viabilidad financiera de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Le siguen IMSS-Bienestar, el recorte presupuestal a organismos autónomos; pérdidas “millonarias” por combustibles y Pemex y fideicomisos que se agotan, con excepción de los relacionados con el Ejército.

En el caso de la CFE, entre enero y septiembre, la empresa de electricidad estatal sumó ingresos por 310,000 millones de pesos, un avance de 2% frente a igual periodo de hace un año, pero 6% inferior al promedio de sus ventas reportadas durante el sexenio pasado.

Además, de acuerdo con los números presentados por la organización especializada, el gasto programable de la empresa estatal suma 404,000 mdp, 18% más, en promedio, que el de la administración anterior, lo que significa que la empresa gasta más y gano menos; “esto precipita un aumento de su deuda o pérdida de su patrimonio”.

Debido a los cuantiosos recursos fiscales canalizados a enderezar su situación financiera, los precios al término de este año de la CFE parecen estables, aunque detrás, como soporte, se encuentra la erogación de subsidios de tarifas eléctricas que otorga la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la CFE del orden de los 79,300 mdp, 5% más que en 2021, el mayor monto registrado por este concepto. La empresa eléctrica estatal también ha superado el presupuesto aprobado en 2022 de 73,000 mdp.

El incremento del gasto en subsidios ha ocasionado que el balance financiero, después de transferencias, de la CFE se sitúe con un déficit de 26,200 mdp, más amplio que las pérdidas reportadas al cierre de 2021 por 9,000 mdp.

Desde agosto del año pasado, la SCHP dejó de otorgar subsidios a la CFE lo que ocasionó que la empresa registrara su peor déficit financiero desde 1990.

Aunque el compromiso de Hacienda es que la CFE cierre 2022 con un balance neutro, es decir, sin pérdidas, la meta se ve difícil, alerta México Evalúa: la Comisión ha incurrido en 11,700 mdp de déficit cada mes a lo largo de 2022, por lo que de mantenerse ese ritmo, al cierre del año el déficit podría llegar a 140,700 mdp.

Sin bienestar

En su análisis, México Evalúa indica que al tercer trimestre el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) acumula un subejercicio de recursos del 19.2%, lo que equivale a 14,700 mdp, que no ha sido compensado por el IMSS-Bienestar, el cual, por su parte, tiene un sobregasto de 2,400 mdp.

“Es decir, no hay una verdadera transición presupuestal entre ambas instituciones, sino una reducción del gasto en salud para las personas sin seguridad social”, alerta.

“Asimismo, los 10 Ramos Autónomos siguen siendo castigados presupuestalmente con medidas de austeridad”, entre los que se

encuentran el INE, y el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA).

En conjunto el presupuesto de los organismos autónomos acumula un subejercicio de 15% o de 16,100 mdp, el peor gasto en cinco años.

Reverso de la moneda

En contraste, los Ramos Administrativos, controlados por el Poder Ejecutivo Federal, representada por la presidencia de la República, tienen un sobregasto de 53,000 mdp, “impulsado a su mayor nivel de ejecución de recursos en seis años”, con un apoyo financiero especial a las obras insigne del gobierno, el Tren Maya, y la supervivencia de Petróleos Mexicanos (Pemex).

La política fiscal de contener el precio de las gasolinas y apoyar a Pemex ha reducido las pocas reservas en los fideicomisos del Gobierno federal que aún subsisten, advierte la organización.

Si bien el gasto fiscal “de apoyo” a combustibles sería compensado por una mayor recaudación petrolera, la realidad ha sido otra. A septiembre, los ingresos petroleros del Gobierno federal sumaron 419,000 mdp, 81% más que en igual periodo de 2021, pero sólo 50% por encima del calendario.

En el mismo lapso, el Impuesto Especial de Producción y Servicios (IEPS) de combustibles acumula un monto negativo 85,700 mdp lo que significa un monto del orden de los 316,400 mdp por debajo de lo calendarizado.

De esta forma, los excedentes petroleros, del orden de los 140,500 mdp son inferiores a los faltantes que por 316,400 mdp reporta el IEPS, esto es, un saldo negativo de 175,800 mdp por este concepto.

Sin ser menos importante que las otras 5 “preocupaciones”, al tercer trimestre, los recursos depositados en fideicomisos llegaron a los 432,500 mdp, su peor nivel desde 2006.

“Los pocos ´guardaditos´ que se han salvado y que han crecido son aquéllos controlados por las Fuerzas Armadas, en línea con la estrategia de militarización de la seguridad y el desarrollo de proyectos de infraestructura prioritarios para el Presidente”, aseveró la organización experta.

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