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Como parte de su iniciativa Working Paper Series, The Competitive Intelligence Unit (The CIU) presentó el análisis “Aprende en Casa: Una oportunidad para impulsar políticas de educación híbrida/virtual”.El documento tiene como propósito proponer medidas que conviertan a “Aprende en Casa” en un programa permanente de educación a distancia y/o educación híbrida.
Durante la crisis sanitaria, además de las clases impartidas por medio de la Televisión, el programa “Aprende en casa” tuvo otros canales de ejecución, como la distribución de materiales físicos a 300 mil alumnos, acceso a contenidos en línea, así como algunas otras estrategias complementarias para garantizar su permanencia y mayor alcance.
Para ello, de acuerdo con The CIU, se estima que, en 2020, “Aprende en Casa” contó con un presupuesto público equivalente a 1.3% de los recursos asignados a programas educativos pero la partida de desarrollo profesional para docentes es la menor.
Así, la primera estrategia propuesta en el documento consiste en incrementar la inversión en formación docente, enfocada en el uso de tecnología y herramientas para impartir clases.
Otra de las estrategias propuestas consiste en aprovechar la elevada adopción de smartphones para el proceso educativo híbrido o a distancia. Dado que, de acuerdo con el INEGI, estudiantes de primaria, secundaria y media superior en el ciclo 2020-2021 utilizaron el smartphone como medio principal para realizar sus actividades escolares.
Adicional a esto, se propuso considerar el desarrollo de contenidos apropiados para las tecnologías móviles tales como aplicaciones orientadas a la enseñanza, por lo que, advirtieron, sería crucial promover la adopción de este tipo de dispositivos en los hogares con mayores limitaciones socioeconómicas.
The CIU explicó que de implementarse estas medidas, permitirían que “Aprende en Casa” evolucione de un ser un programa de atención ante la emergencia a una política educativa integral que complemente los servicios de educación donde ya los hay y/o sea el mecanismo alternativo para llevar servicios educativos donde aún no los hay.
Lo anterior, tomando en cuenta que una de las estrategias más acertadas del programa “Aprende en Casa” fue concentrase en el uso de medios radiodifundidos para la impartición de contenidos desarrollados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), después de considerar la disponibilidad de equipamiento en los hogares.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020, año de inicio de la pandemia en México, 91% de los hogares estaban equipados con al menos un televisor, mientras que 51% contaban con radio, niveles que contrastan con 60% de los hogares equipados con Internet y 44% con computadora.
El organismo aseguró este el momento propicio para poner en marcha medidas de este tipo ya que la experiencia previa es basta; detalló que desde finales de los años noventa, México comenzó una historia de acciones gubernamentales con el equipamiento de salones con computadoras y conectividad, hasta la entrega de equipos a los alumnos para reforzar los aprendizajes obtenidos en el aula.
Hoy en día,explicó, la pandemia ha colocado en el centro de los esfuerzos públicos la creación de un sistema de educación a distancia generalizado.
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