Academia de cine pasa por momentos complicados

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Guillermo del Toro y diferentes personalidades ofrecieron su ayuda para que continúen con sus actividades, que incluye, la entrega del Premio Ariel.

Vicente Gutiérrez

La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) es una asociación civil sin fines de lucro con 76 años de existencia, avalada por la trayectoria de sus 2,542 miembros, todos profesionales en activo de las distintas disciplinas, oficios y artes de nuestra industria cinematográfica.

Por medio de un comunicado, la Academia señaló que difunde el cine mexicano promoviendo imaginarios propios con voces diversas ajenas al mainstream a través de ciclos y muestras en diversas sedes del país.

Incentiva y promueve la preservación y restauración de películas clásicas del cine nacional, difunde acervos fotográficos y recupera nuestra memoria histórica a través de publicaciones y exposiciones.

Investiga, analiza y reflexiona sobre el cine mexicano actual a través de publicaciones, conferencias, encuentros y conversatorios que han bordado sobre géneros cinematográficos, modelos de producción y distribución, temas de racismo, inclusión, género y diversidad sexual, entre otros.

Representa al cine mexicano en diversos ámbitos y foros internacionales e, incluso, frente a otras academias que la reconocen como interlocutora.

La AMACC tiene una larga historia de lucha y representación del cine mexicano. Ha sido una voz importante en la defensa de las instituciones y los cineastas.

Fue la primera en alzar la voz alertando sobre la extinción de los mecanismos existentes de apoyo al cine y sobre los recortes a los presupuestos públicos.

Orquestó fondos de apoyo de emergencia para los trabajadores del cine nacional que se quedaron sin trabajo durante la pandemia.

Ha sido uno de los puntales en la reflexión y el trabajo entre gremios y sectores de la industria cinematográfica de cara a las propuestas de modificaciones a la Ley Federal de Cinematografía.

La AMACC ha financiado su operación durante muchos años gracias a la aportación de recursos públicos, donativos privados y las cuotas de sus miembros asociados. Además, de manera paralela, obtiene recursos para financiar algunos proyectos:

Concursa en convocatorias que se abren a cualquier persona física o moral de la sociedad civil, tales como las que promueve anualmente el IMCINE para financiar algunos programas. Estos apoyos fueron otorgados a proyectos específicos por dictamen de comisiones evaluadoras y fueron rigurosamente ejercidos,

comprobados y auditados como lo indica la normatividad.

Utiliza la Casa Buñuel como sede desde 2017 como resultado de un convenio de colaboración entre el Ministerio de Cultura de España y la Secretaría de Cultura de México gracias al cual se otorgó la casa en comodato por 10 años siempre y cuando fuera ocupada por la AMACC y por la Federación Iberoamericana de

Academias de Cine (FIACINE), toda vez que dicha casa perteneció al cineasta Luis Buñuel.

Recibe patrocinios privados y públicos, en efectivo y en especie, para financiar parcialmente la ceremonia de entrega del Ariel como, por ejemplo, la elaboración de las estatuillas o la utilización de recintos como la Cineteca Nacional y el Palacio

de Bellas Artes (de la Secretaría de Cultura), el Anfiteatro del Antiguo Colegio de San Ildefonso y la Sala Nezahualcóyotl (de la UNAM).

Recibe el apoyo de los miembros de la AMACC quienes trabajamos de manera voluntaria y no remunerada en funciones varias y, sobre todo, en la logística y organización de los Arieles.

Durante muchos años, la AMACC, al igual que academias de otros países, contó con apoyo financiero por parte del Estado. La drástica disminución de los apoyos públicos ha afectado a la Academia tanto como a otros grupos y organizaciones culturales. El resultado de ello es un problema presupuestal que impide garantizar la operación de la Academia para llevar a cabo todas las actividades antes mencionadas.

La producción de la ceremonia del Ariel requiere cubrir muchos gastos tales como sistemas informáticos de registro y votación, plataformas de visionado y revisión de materiales, producción y logística del evento para ser transmitido por televisión y plataformas diversas. Hoy por hoy, no se tiene la viabilidad financiera para sostener la operación de la Academia y cumplir sus objetivos y compromisos, entre ellos, la entrega de los premios Ariel.

El desafío es grande. Confiamos en el apoyo de la sociedad civil y de la iniciativa privada y exhortamos a la propia comunidad cinematográfica a respaldar a nuestra Academia de cine.

Estamos trabajando en la creación de un patronato y en el lanzamiento de una vasta campaña de financiamiento vía cuotas y donativos. A quien se interese en apoyar a la AMACC, le solicitamos envíe un correo electrónico a comunicacion@amacc.org.mx y nos pondremos en contacto para conversar sobre las diferentes formas de respaldar a nuestra Academia.

La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas ha pasado por momentos difíciles durante sus 76 años de existencia. Necesitamos mantenernos unidos como comunidad a   de encontrar el mejor camino para garantizar su futuro.

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