Comunidad Fortuna | Omnipresencia financiera

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 46 segundos

*Por Eduardo López Chávez
“El uso de la tecnología no solo ha derribado fronteras, también espacio y tiempo…”: Macraf
Hoy podemos consumir más y mejores bienes y servicios para satisfacer más y de mejor forma nuestras necesidades, pero también hoy tenemos que batallar cada vez más con los problemas propios de la tecnología por lo que entender los escenarios es clave para mejorar los entornos

Uno de los principales temas de los últimos años en la banca, es la inclusión financiera. De acuerdo con el Banco Mundial, este término hace referencia al acceso que tienen las personas y empresas a todo tipo de productos y servicios financieros, que sean útiles y asequibles para atender sus necesidades, y que, además, sean prestados de manera responsable y sostenible, siendo su principal finalidad, reducir la pobreza y promover la prosperidad.

Lo anterior, ha llevado a las diferentes instituciones financieras a realizar una reingeniería completa del entorno en el que se desarrollan.

Hace apenas 15 años, uno de los principales problemas de los usuarios de la banca era el acudir a las sucursales o acceder a una cuenta bancaria; en la actualidad, instrumentos como el celular han pasado de ser herramientas de trabajo y comunicación a ser métodos de consumo, que permiten adquirir bienes y/o servicios en cualquier momento y en cualquier parte del mundo. Sin embargo, a lo que existe detrás de este proceso, es decir, lo que tienen que enfrentar las instituciones financieras para alcanzar el rasgo divino de la omnipresencia, se le presta poca importancia.

Hoy podemos consumir más y mejores bienes y servicios para satisfacer más y de mejor forma nuestras necesidades, pero, también hoy tenemos que batallar cada vez más con los problemas propios de la tecnología, ¿cuántas veces ha sufrido por la falta de cobertura o por no poder entrar a su banca electrónica por fallas en la aplicación o en el sistema del banco?, probablemente su respuesta se encuentre dentro de un amplio rango que va desde “nunca”, hasta “muchas veces”, y es que para lograr que los usuarios puedan tener toda esa infraestructura, se debe recurrir a instrumentos novedosos como el servicio de la nube.

La nube permite crear la infraestructura necesaria para que cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar, tenga acceso a su información y pueda realizar transacciones diversas, sin duda, un enorme paso en la dinámica financiera a nivel internacional, aunque, no se puede dejar de lado los riesgos que existen.

 

Panorama en México

De acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI), en México existe una propuesta de regulación para el uso de los servicios de nube la cual podría impactar de manera negativa. Dicha propuesta, proviene del Banco de México (Banxico) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), dentro de los puntos importantes destacan:

(I) la obligación de residencia de datos o de un esquema multiproveedor a las instituciones financieras de pago electrónico, esto es, que el proveedor se encuentre en México o que si el proveedor no está aquí se tenga que contratar adicionalmente a uno que si lo esté y (II) establecer un modelo de autorización con un alto grado de discrecionalidad y falta de transparencia para el uso de servicios de cómputo en la nube, lo que significa, poca transparencia en el proceso y completa determinación por la autoridad.

Lo anterior, generaría implicaciones entre las que destacan el aumento de los costos para las entidades, a mayores costos, menores incentivos para la innovación y por lo tanto, menor crecimiento del sector y además, se podría incurrir en la violación de algunos acuerdos suscritos en el marco del T-MEC, en específico, lo relacionado con el comercio digital y servicios financieros. En el tema de competencia, incluso algunos legisladores estadounidenses ya levantaron la voz.

Sin embargo, de acuerdo con análisis realizados por la CNBV, el modelo actual, genera problemas como la posibilidad de que se genere una concentración de mercado, la continuidad del negocio o el tratamiento de información sensible de los clientes, por lo tanto, crear reglas y disposiciones para dichos servicios es vital, teniendo como gran reto, que esa normatividad, no atente en contra del propio sistema.

Ambas partes tienen argumentos válidos, pero se está dejando de lado la finalidad última de todo este entramado tecnológico-financiero que es brindar más y mejores servicios a los usuarios, y, sobre todo, generar inclusión.

Ambas partes, autoridades y participantes, deben analizar las alternativas y elegir la mejor solución posible, a fin de cuentas, como sucede en el propio mercado, lo más importante es mitigar el riesgo y las pérdidas, sobre todo, cuando se busca la omnipresencia.

 

*Eduardo es académico de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana, conferencista y consultor experto en temas económicos, financieros y de gobierno. Conduce el programa Voces Universitarias, del cual es titular.

Contacto: https://flow.page/eduardolopezchavez

 

También te puede interesar: Cómputo, ropa y calzado, a la cabeza en reclamos del Buen Fin