Son blanco de ataques en América Latina canales Fintech nativos: Fitch

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Los llamados canales digitales adicionales han traído desafíos con nuevas superficies de ataque aprovechadas por los ciberdelincuentes que operan en la Región

El aumento de las inversiones en digitalización de parte de los bancos latinoamericanos ha venido respaldando los perfiles crediticios del Sistema en la medida en que ayudan a los bancos locales a ganar escala y a diversificar sus ingresos a través de nuevas plataformas, productos, y segmentos de clientes. Sin embargo, a la par, los canales digitales adicionales traen desafíos como nuevas superficies de ataque para la ciberdelincuencia.

“El progreso de la digitalización de los bancos latinoamericanos, especialmente aquellos que carecen de escala, se ve obstaculizado por los desafíos en la contratación y retención de personal relacionado con las TI (Tecnologías de la Información), cada vez más importante, a medida que los canales digitales adicionales crean nuevas superficies de ataque para los ciberdelincuentes”, resaltó la agencia de riesgos crediticios Fitch Ratings.

En un reporte fechado en Nueva York, Monterrey, Sao Paulo y Londres la agencia señala que al igual que en otras regiones, la Pandemia aceleró el ritmo de la digitalización en la mayoría de los países de América Latina, lo que requirió de plataformas web y de aplicaciones móviles para atender los diferentes segmentos de mercado.

En lo particular, los grandes bancos del Sistema mantienen ventajas competitivas frente a las Fintech de menor tamaño, especialmente porque sus bases de clientes son más amplias y de mayor calidad, lo que conduce a una mejor seguridad en el manejo de datos y a sistemas de financiamiento más amplios y baratos.

Por su parte, los canales nativos digitales cobran tarifas más bajas o algunos no cobran; prestar a estos segmentos de clientes puede resultar no “muy rentable”, indica la agencia.

Además, los reguladores de México y Brasil han reforzado el entorno de control de supervisión y gestión de riesgos para las Fintech al que los bancos ya están acostumbrados, “poniendo a las Fintech nativas en una desventaja aún mayor”, afirma.

Dispar

El ritmo de la digitalización bancaria ha tenido matices distintos en América Latina, donde Brasil, la mayor economía del área, lidera la lista con sistemas de pagos minoristas rápidos (FRPS) que han mejorado la inclusión financiera al expandir el acceso de los bancos locales y Fintech a clientes de bajos ingresos.

Por ejemplo, PIX, el sistema de pagos digital patrocinado por el Banco Central de Brasil fue lanzado en noviembre del 2020 con más de 130 millones de clientes. En contraste, apunta la calificadora internacional, una plataforma similar, Cobro Digital (CoDi) lanzada por el Banco Central de México, la segunda economía más representativa de la región, y que fue lanzada en septiembre de 2019, llega a las 14.7 millones de clientes.

“…los resultados de CoDi han estado por debajo de las expectativas del banco central de México, ya que las transacciones en efectivo aún dominan, con menos enfoque en penetrar a la población subancarizada”, refiere.

En la industria Fintech de participantes pequeños, incluyendo bancos de menor dimensión, un entorno macroeconómico más desafiante puede exacerbar las pérdidas crediticias de los grupos de ingresos más bajos, presionando los balances de estas empresas, especialmente en préstamos entre pares “que a menudo tienen clientes de mayor riesgo dentro de segmentos más sensibles al ciclo comercial y económico”.

Fitch recuerda que los regímenes regulatorios que establecen estándares mínimos para la calidad de la arquitectura de Tecnologías de la Información, personal calificado y velocidad de respuesta de las instituciones bancarias a los ataques de riesgo cibernético -teóricos o reales- sirven para reducir los riesgos asociados con el delito cibernético y, por lo tanto, son positivos para el Sistema Crediticio.

“Sin embargo, implementar marcos de ´higiene cibernética´ es costoso y requiere muchos recursos.

“A corto plazo, puede representar importantes obstáculos para avanzar en las iniciativas de digitalización de los bancos más pequeños y de las Fintech”, advierte Fitch.

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