AMLO confirma que la Sedena también tendrá aerolínea

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Entre la flota de diez aviones estará el polémico avión presidencial, que estaría funcionando en el 2023

El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tendrá una línea aérea cuya flota estará compuesta por diez aeronaves entre la que se encontrará el polémico avión presidencial.

La nueva compañía estaría en funcionamiento el año próximo y formaría parte del consorcio mediante el cual la Sedena administrará también el Tren Maya así como los aeropuertos de Tulum y el Felipe Ángeles.

“Acabo de ver apenas el proyecto. Lo vi en Yucatán hace 15 días me lo presentaron. Se está haciendo el análisis económico, de viabilidad y se contempla el avión presidencial, entregarlo a la empresa que va a manejar estos diez aviones que no se van a adquirir, sino se rentan. Se está buscando qué tipo de avión es más conveniente”, detalló el presidente.

En la conferencia de prensa matutina, López Obrador advirtió que todavía no se ha tomado una decisión definitiva sobre el nacimiento de la empresa, pero se están haciendo los estudios de factibilidad correspondientes.

Con esta nueva compañía se trataría de llenar un hueco en el mercado mexicano, ya que las lineas comerciales no llegan a todos los destinos o tienen frecuencia muy reducidas incluso a capitales como Campeche, que puso como ejemplo.

El consorcio Olmeca, Maya, Mexica —que será el propietario de toda la infraestructura señalada— también será el operador del aeropuerto de Chetumal y la nueva terminal de Palenque “y posiblemente uno o dos más”.

La compañía iniciaría operaciones en el 2023 con una flota compuesta por diez aviones —todos ya propiedad de la Sedena— entre los que se encontrará el polémico avión presidencia.

Eso sí, esta nave no podría cubrir rutas cercanas ya que por sus características, solo podría ser empleada en la ruta a Tijuana, que es la más alejada.

López Obrador insistió en que, de no concretarse el proyecto de la nueva aerolínea, el avión presidencial regresará a su actual situación en busca de un comprador.

Por Raúl Castro-Lebrija