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Consideró que el próximo gobierno debe continuar la labor de desmontar el INAI, la Cofece, el IFT y transformar al INE.
El presidente Andrés Manuel se pronunció este martes por desaparecer los órganos constitucionales del Estado Mexicano, que regulan diversos sectores de la economía mexicana, por considerarlos una herencia del periodo neoliberal.
A penas ayer lunes, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) recordó que los órganos autónomos representan un límite para los excesos del poder presidencial.
Incluso denunció que, desde el Ejecutivo, se presiona al organismo reduciéndole presupuesto y retrasando el nombramiento de comisionados, por lo que su pleno ya no estaría en condiciones de sesionar en abril del año próximo.
Este martes, en la conferencia de prensa matutina, López Obrador aseguró que “estamos padeciendo todavía de estos aparatos que se crearon durante el periodo neoliberal, todo este andamiaje de organismos autónomos fachadas que sirvieron para justificar el robo, el saqueo de bienes nacionales, durante mucho tiempo”.
Específicamente se refirió al INAI creado en el sexenio de Vicente Fox pero más tarde el propio presidente reservó la información de condonaciones de impuestos a grandes corporativos, aunque cabe señalar que esa no es una facultad del Instituto.
También se refirió a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y aseguró que “se ha dedicado defender a las empresas particulares en contra de las empresas públicas como la Comisión Federal de Electricidad, como Pemex. Hay jueces que se crearon con ese propósito y están también al servicio de las empresas particulares”.
Del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) también señaló que “terminó al servicio de las grandes corporaciones de información en el país y de comunicación”.
Incluso aseguró que al Instituto Nacional Electoral “no hay que desaparecerlo, sencillamente hay que buscar que se dediquen a cumplir con su función, que no esté al servicio de un grupo, de una minoría, y que no se conviertan también en órganos de represión a ciudadanos”.
“Hay que terminar de desmontar todo el aparato neoliberal o neoporfirista, que se creó en el transcurso de 36 años”, insistió.
Sin embargo, López Obrador reconoció que en los dos años que le queda a su gobierno, difícilmente se podrán realizar estos cambios ya que implican reformas a la Constitución y no cuenta con los votos suficientes.
Esta tarea, concluyó, ya le tocará al siguiente gobierno.
Por Raúl Castro-Lebrija