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De materializarse una serie de riesgos, podría haber recortes en salud, educación, seguridad pública e inversión física, alerta el organismo.
Los recursos contemplados en el Paquete Económico 2023 podrían resultar insuficientes para atender las crecientes necesidades del gasto público, alertó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Por esta razón, de materializarse una serie de riesgos, podrían registrarse recortes al gasto en importantes áreas como salud, educación, seguridad pública e inversión física que no forme parte de los proyectos insignia del gobierno mexicano.
En su análisis económico semanal, el CEESP criticó que el Paquete 2023 peca de optimista y “preocupa la sostenibilidad de las finanzas públicas debido al optimismo con el que se elaboró la proyección de los ingresos a fin de financiar el gasto que se pretende, sin incurrir en déficit excesivo que implique un aumento significativo de la deuda pública”.
Es decir, “las autoridades insisten en un entorno más favorable que la mayoría de los expertos nacionales e internacionales”.
Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda estimó para el 2023 un crecimiento económico de 3%, cuando el consenso de los analistas habla de apenas 1.3%. Además, en inflación se proyecta 7.7% para cerrar 2022 y 3.2% para el año próximo, cuando los especialistas estiman 8.2 y 4.6%, respectivamente. “El Banco de México considera incluso que será hasta el primer trimestre del 2024 cuando la inflación se acerque a la tasa objetivo del 3.0%”.
Sin embargo, alertó el CEESP, “cuando se elaboran presupuestos con base en previsiones macroeconómicas optimistas, como a menudo lo hacen todos los gobiernos, el déficit público termina ampliándose, incurriendo en más deuda o recortando gastos de menor prioridad política o haciendo uso de reservas presupuestarias. Esto último ya no es posible debido a que el gobierno las agotó en los ejercicios previos”.
“En caso de necesidad de ajuste —continuó— el riesgo de mayor déficit no es muy plausible dada la renuencia que se ha mostrado al respecto, por lo que el riesgo es más bien de disminuciones de gasto. De ser el caso, lo probable es que no se toquen los programas y proyectos insignia y que el ajuste caiga en otros rubros”.
Aunque el programa fiscal para 2023 es factible, “existen diversos riesgos que, de materializarse, podrían llevar a la necesidad de recortar algunos gastos, que seguramente no serán los prioritarios para el gobierno”.
Es decir, “una vez más está en riesgo el gasto para fines como Salud, Educación, Seguridad Pública e inversión física distinta a los proyectos insignias del gobierno”.
Por Raúl Castro-Lebrija