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Tomás de la Rosa / @TomásdelaRosa
En un escenario de desaceleración económica en el segundo trimestre del año, el consumo privado de las familias registró su nivel máximo histórico para un mismo mes y en junio se ubicó en 120.6 puntos. Incluso, con ese nivel se ubica como el octavo más elevado en toda la historia del indicador. En términos anualizados, el consumo creció 6.8%, según datos desestacionalizados del Inegi.
Con ese nivel de consumo de las familias (Consumo Privado en el Mercado Interior, IMCPMI) de junio, también se ubica como el octavo más alto en la historia mexicana. Incluso, el dato de junio se ubica tan sólo 1.7% por debajo del nivel máximo.
El dato cobra relevancia porque el consumo privado es el principal componente del Producto Interno Bruto (PIB), tan sólo en el primer trimestre del año representó el 70.4% de dicho indicador.
El incremento en el gasto de las familias en servicios y bienes de consumo durables y no durables en el segundo trimestre, sobresale porque la economía se desaceleró al pasar de un incremento de 1.1% a 0.9% en el primero y segundo trimestre, en comparación con el periodo anterior.
Así, con un incremento anualizado de 7.0% en el consumo en el segundo trimestre de año, también se ubica en un nivel récord.
El indicador de consumo considera servicios y bienes de consumo durables y no durables, excepto la compra de vivienda, ya que esto se consideran bienes de capital.
Según el Inegi, el gasto en bienes de origen importado aumentó 20.6% y el gasto en bienes y servicios nacionales avanzó 5.3%. Esto último por un incremento de 7.5% en servicios y un repunte de 3.1% en bienes.
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