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El Sector de los Servicios resistió más los embates económicos, retrocediendo 0.1% mensual, todavía en zona de expansión
Dos índices adelantados, claves para medir la trayectoria de la economía del país, exhibieron en agosto caídas, derrumbando las expectativas del mes previo, cuando habían reportado progresos, por lo que insinúan el inicio de un periodo de claroscuros.
El Indicador IMEF Manufacturero mostró en agosto una contracción mensual de 1.8 puntos, para colocar en las 49.4 unidades, regresando de este modo al terreno de contracción (<50), mientras que el IMEF No Manufacturero disminuyó 0.1 puntos, en las 51.9 unidades, lo que significa 7 meses consecutivos por arriba del umbral de expansión, en los 50 puntos.
“Este comportamiento, junto con la información económica coyuntural más reciente, sugieren que la economía está en una fase de claroscuros”, apuntó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), la organización de financieros con más influencia a nivel nacional, creador de la metodología, al dar a conocer los resultados el jueves.
En su análisis, el instituto resalta que si bien la economía de Estados Unidos (EU), a donde México envía más del 80% de sus exportaciones, sigue mostrando fortaleza en su mercado laboral, registra dos trimestres al hilo de caídas en su PIB, siendo la inversión el principal componente afectado.
La primera economía del mundo empieza a notar “signos de debilitamiento en el sector industrial y (en la) construcción residencial, así como en indicadores de confianza del consumidor, que al igual que México enfrentan un proceso inflacionario fuerte”, resaltó.
“Estas tendencias podrían desembocar en una desaceleración o recesión para inicios de 2023, con su subsecuente impacto en la economía mexicana”, alertó.
Los indicadores IMEF, diseñados para ayudar a anticipar el desempeño de las actividades manufactureras y de servicios y su peso en la economía en el corto plazo, reflejaron en agosto que si bien no hay indicios de una contracción generalizada, los indicadores más recientes “nos sugieren un crecimiento menos sólido hacia el cierre de 2022”.
¿Qué pasó?
El Indicador IMEF Manufacturero que en agosto regresó a un terreno de contracción (<50) exhibió las caídas más pronunciadas en el renglón de inventarios, que entre julio y agosto retrocedieron en 6.1 puntos, en las 52.2 unidades, seguido del de nuevos pedidos, con 4.1, en las 46.4, y el de producción, con 2.2 menos, para situarse en las 47.7 unidades. De los 5 componentes que integran el Sector Manufacturero, únicamente “entrega de productos” tuvo un progreso respecto al mes previo de 2.3 puntos, en las 52.5 unidades.
“La serie tendencia-ciclo disminuyó 0.4 puntos en el margen y, con ello, rompe 18 meses consecutivos en terreno de expansión, ubicándose actualmente en 49.6 unidades.
“Con relación al indicador ajustado por tamaño de empresa, éste aumentó 0.9 puntos y se mantiene por arriba de 50 unidades (ya acumula 26 meses en zona de expansión)”, agregó el IMEF.
Respecto al comportamiento del Indicador IMEF No Manufacturero, pese a que los ajustes fueron marginales, 3 de sus 4 componentes mostraron bajas entre julio y agosto: producción, con 0.9 puntos menos; entrega de productos, con 0.8 puntos y nuevos pedidos, con 0.3 puntos menos. Únicamente el renglón de empleo subió 0.1 puntos.
“Su serie tendencia-ciclo se redujo en 0.2 puntos, pero acumula 19 meses en zona de expansión (51.7 unidades), al igual que el Indicador Ajustado por Tamaño de Empresa, que ya suma 12 meses consecutivos en esta zona, cerrando en 53.0 unidades” apuntó.
Tras exponer los resultados anticipados del octavo mes del año, el IMEF sostuvo que la mayor preocupación en el entorno macroeconómico de México es la creciente inflación, que en la primera quincena de agosto escaló a niveles de 8.62%, a tasa anual.
“Dentro de los componentes de la inflación, los relacionados con productos agropecuarias, alimentos y bebidas han sufrido aún mayores incrementos anuales, superiores al 12%, lo que trae implicaciones fuertes para el bienestar y potencial de compra de los consumidores.
“En efecto, el indicador de confianza del consumidor sufrió caídas en los últimos meses, tanto en mayo como en junio, lo que podría desencadenar caídas en los indicadores de consumo en los meses siguientes”, apuntó.