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En la dicotomía entre combatir la inflación y evitar el deterioro económico, la Fed tiene que insistir en doblegar la subida de los precios.
Los mercados esperaban a un Jerome Powell con un tono más “halcón” en su inauguración este viernes del simposio de Jackson Hole y han acertado, consigna el diario especializado El Economista de España.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos ha pronunciado un discurso en el que ha sido claro: en la dicotomía entre combatir la inflación y evitar el deterioro económico, la Fed tiene que insistir en doblegar la subida de los precios.
En esa línea, ha anticipado que seguirán subiendo los tipos de interés y los dejarán elevados durante un tiempo para acabar con la inflación, rechazando cualquier idea de que la Fed vaya a dar marcha atrás pronto.
“El restablecimiento de la estabilidad de precios llevará algún tiempo y requiere el uso de nuestras herramientas con fuerza para equilibrar mejor la demanda y la oferta.
“Es probable que la reducción de la inflación requiera un periodo sostenido de crecimiento por debajo de la tendencia”, dijo Powell en un discurso ante el auditorio del ´campamento’ de banqueros centrales, envidado por el mismo “team” de prensa, indica el diario en su página web.
Powell ha afirmado que restablecer la inflación de la primera economía mundial hasta el objetivo de 2% es “la meta principal en estos momentos” del banco central, aunque los consumidores y las empresas sufran las consecuencias económicas.
Con vista a la próxima reunión de política monetaria del 21 de septiembre próximo, con los mercados estimando entre un alza de 50 puntos base o una tercera seguida de 75, el banquero central ha reiterado, como ya hizo en julio, que podría ser apropiado otro aumento “inusualmente grande”, aunque ha evitado comprometerse a ello.
“Nuestra decisión en la reunión de septiembre dependerá de la totalidad de los datos entrantes y de la evolución de las perspectivas”, ha remarcado.
Nada más conocerse sus palabras, el mercado ha empezado a apostar con fuerza por una subida de 75 puntos base en septiembre.
La herramienta FedWatch de CME Group ya recoge un 54.5% de probabilidades de una subida de 75 pb frente al 45.5% de un alza de 50 pb. Justo antes de la ponencia de Powell, los porcentajes se situaban a la inversa.
“El restablecimiento de la estabilidad de los precios requerirá probablemente el mantenimiento de una política restrictiva durante algún tiempo”, ha dicho también en su alocución el banquero central.
En cuanto se han conocido las palabras de Powell, las acciones de Wall Street han empezado a caer (más de un 1%) y el rendimiento del bono americano a 10 años ha repuntado del 3.02% al 3.07%, moviéndose después al 3.04%.
“Los antecedentes históricos desaconsejan una relajación prematura de la política monetaria”, ha dicho Powell queriendo emitir un tono duro.
La reciente baja en las expectativas de inflación de los ciudadanos ante la caída de la gasolina y el freno de la inflación en la lectura de IPC relativa a julio provocaron en las últimas semanas un rally de alivio en el mercado al intuirse que la Fed aflojaría pronto su senda de endurecimiento, llegando a apostar los mercados por un recorte de tipos ya en 2023.
Al imponerse esa lectura y caer el pretendido endurecimiento de las condiciones financieras, varios miembros de la Fed se han lanzado en los últimos días a los medios (Esther George, Raphael Bostic, Neel Kashkari o James Bullard) para defender que la senda hawkish proseguirá ante los todavía endebles indicios de que la inflación se esté relajando. Eso hacía prever un discurso algo más duro de Powell por el bono americano a 10 años ha vuelto a rebasar en los últimos días el 3%.
En junio, los funcionarios de la Reserva Federal proyectaron un aumento de las tasas de interés hasta el 3.4% a finales de este año, según su estimación media, y hasta el 3.8% para finales de 2023. Estas previsiones se actualizarán en la reunión de política de septiembre.
Los inversionistas han considerado que es probable que se produzcan recortes en la segunda mitad de 2023, aunque los funcionarios de la Fed están empezando a rebatir esta opinión.
Dos buenos datos
Powell ha querido reivindicarse como ‘halcón’ precisamente el día en el que ha recibido dos buenos datos sobre inflación. Momentos antes de su intervención se publicó que el PCE subyacente, una especie de deflactor del PIB que excluye los componentes más volátiles como la energía y los alimentos frescos y que es el indicador fetiche de la Fed tuvo ajustes a la baja.
El dato disminuyó en julio un poco más de lo esperado por los analistas. El PCE subyacente registró en julio un avance interanual del 4.6% frente al 4.8% anterior y el 4.7% esperado por el mercado.
Asimismo, a nivel intermensual, el avance fue del 0.1% frente al 0.6% de junio y el 0.3% que esperaban los economistas. Estas lecturas confirman la tendencia que se vio en el IPC de EU de julio donde “los precios aflojan más de lo previsto”, constatan analistas de Bankinter.
El otro informe positivo tiene que ver con las cifras de inflación de los ciudadanos que recaba la Universidad de Michigan, que se siguen relajando. Los consumidores ven que los precios aumentarán un 4.8% durante el próximo año, frente al 5.2% de julio. Asimismo, esperan que los precios suban a un ritmo anual del 2.9% en los próximos cinco a diez años, sin cambios respecto al mes pasado.
No obstante, el banquero central más observado del mundo ha llamado a no caer en la complacencia con los datos de julio. “Aunque las lecturas de inflación más bajas de julio son bienvenidas, la mejora de un solo mes está muy lejos de lo que el comité necesitará ver antes de que estemos seguros de que la inflación está bajando”, ha dicho.
Los mercados estaban luchando contra la Fed, y Powell acaba de contraatacar. Las palabras de Powell de hoy fueron un golpe de realidad para este último rally.
Él mismo dijo al principio de los comentarios de hoy que el mensaje es claro y directo: la Fed no descansará hasta que la inflación esté bajo control.
Ya hemos escuchado este comentario de alguna manera, pero es significativo que el tono de Powell haya vuelto a ser agresivo a pesar de los signos de que la inflación se está desacelerando”, señala en un comentario posterior al discurso Callie Cox, analista de eToro.
“El lenguaje de Powell también indica que la Fed podría dejar los tipos altos durante algún tiempo, una píldora difícil de tragar para los inversores con mentalidad de crecimiento.
“Tasas (de interés) más altas y una batalla continua sobre la inflación podrían ser un entorno excepcionalmente difícil de capear para las empresas, especialmente las tecnológicas más pequeñas o especulativas”, añadió Cox.