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Uno de los formuladores de política dijo que indicadores de alta frecuencia sugieren que la moderación del crecimiento se pudo haber extendido hasta el tercer trimestre
Las actas de la reunión de política monetaria que realizó la Junta de Gobierno del Banco de México en agosto revelan que la mayoría de sus integrantes coincidió que la recuperación económica del país enfrenta un entorno incierto mientras que algunos indicaron que el balance de riesgos para la actividad económica está sesgado a la baja.
Algunos de los formuladores de la política monetaria mencionaron que existen riesgos asociados a una menor demanda externa de Estados Unidos y a fuertes presiones inflacionarias, mientras que uno de sus integrantes señaló “que se espera que la recuperación continúe, si bien a un menor ritmo que en el primer semestre” en el último tramo de 2022.
Las minutas de la reunión de política monetaria del 11 de agosto señalan que uno de los funcionarios resaltó que las cifras mensuales del IGAE (Indicador Global de la Actividad Económica) señalan que en el bimestre mayo-junio se registró cierta “moderación” en el ritmo de la recuperación de la economía, mientras que algunos indicadores de alta frecuencia sugieren que dicha moderación podría haber continuado a inicios del tercer trimestre.
Uno detalló que una encuesta a empresas identificó como principal obstáculo para las ventas y la inversión el desempeño observado y esperado de la inflación, debido a sus efectos nocivos sobre el poder adquisitivo de los consumidores y a la dificultad para hacer planes a futuro.
Dentro del apartado “Entorno Macrofinanciero”, la mayoría enfatizó la resiliencia del tipo de cambio en parte por el amplio diferencial de tasas de interés ajustado por volatilidad con respecto a Estados Unidos, mientras esa mayoría destacó los sólidos fundamentos macroeconómicos del país.
En este mismo apartado, algunos señalaron que las rondas de consultas para la solución de controversias con Estados Unidos y Canadá sobre las políticas energéticas de México en el marco del T-MEC podrían tener repercusiones importantes para la economía nacional.
Así, uno advirtió que podrían derivar en aranceles compensatorios que se traducirían en presiones sobre la balanza de pagos.