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El frente unido de la Fed sobre la trayectoria de las tasas de interés en la primera economía mundial podría ponerse a prueba tan pronto como en esta semana.
Los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se pronunciarán probablemente por un hito clave esta semana, con un alza de la tasa de interés que concluya en la práctica con el respaldo de la era de la pandemia a la economía estadounidense, para comenzar a probar si el crecimiento puede sostenerse sin la ayuda activa del Banco Central estadounidense, consigna un servicio informativo de la agencia Reuters fechado el lunes en Washington.
La Fed subiría su tasa de interés de referencia a un día en tres cuartos de punto porcentual, a un rango objetivo de 2.25% a 2.50% el miércoles, al final de una reunión de política monetaria de dos días. Los niveles se situarían como antes de la pandemia provocada por el Covid-19 y elevaría las tasas a un nivel que las autoridades del organismo consideran alrededor de “neutral”, o que ya no respaldan la economía a largo plazo.
Con ese punto de referencia a la vista, el debate cambia a preguntas que determinarán si la economía puede evitar una recesión en los próximos meses: ¿Qué tan bajo deberá descender la inflación antes de que los funcionarios de la Fed concluyan que está bajo control?, ¿qué tan alto tendrán que subir las tasas para que eso suceda? y ¿qué costo se pagará en términos de crecimiento económico más lento y aumento del desempleo?
Los funcionarios que integran el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed se unieron detrás de las agresivas alzas de tasas mientras observaban que la inflación se aceleraba este año, pero hay pocos precedentes para el momento que ahora enfrentan, y poca claridad sobre cómo se fijará la política monetaria una vez que la inflación comience a disminuir y las perspectivas se vean de manera diferente.
“Mientras la inflación sea tan alta como es y no haya señales de disminución, habrá un frente unido”, dijo Luke Tilley, economista jefe de Wilmington Trust. La medida de inflación preferida por la Fed se encuentra en un máximo de cuatro décadas de más del 6%, alrededor del triple del objetivo formal del 2%. Sin embargo, incluso con funcionarios que prometen una batalla total contra los aumentos de precios, puede tomar tan solo dos meses de desaceleración de la inflación para que “‘halcones’ y ‘palomas’… se den a conocer con bastante rapidez”, con un debate renovado sobre cuánto riesgo es razonable tomar con la economía para reducir la inflación otro escalón”, dijo Tilley.
“Halcones” y “palomas” es la nomenclatura del banco central para la tensión entre los funcionarios más preocupados por los riesgos de inflación (halcones) y aquellos que priorizan el otro objetivo de la Fed, el máximo empleo (palomas). Esa distinción se ha hecho más difícil cuando todos dicen que están preparados para subir las tasas tanto como sea necesario para enfriar la inflación.
¿Perdiendo la batalla?
Hasta el momento, no ha habido una decisión real que tomar, excepto qué tan grande será el aumento de la tasa que se aprobará en cada reunión. De hecho, la inflación se ha acelerado desde que la Fed comenzó a subir las tasas en marzo, lo que llevó a sus autoridades a pasar del alza de un cuarto de punto porcentual ese mes a una de medio punto porcentual en mayo y a una de 75 puntos básicos en junio.
Esa es una trayectoria no vista desde la batalla del expresidente de la Fed Paul Volcker contra la inflación en la década de 1980. En una conferencia de prensa el miércoles, el presidente de la Fed, Jerome Powell, puede comenzar a dar forma a las expectativas para la próxima reunión de política monetaria en septiembre, aunque se muestra reacio a hablar sobre después de eso.
La tasa de desempleo de Estados Unidos se ha mantenido en un nivel bajo, de 3.6% desde marzo de este año, con más de 350,000 mil puestos de trabajo agregados mensualmente y dejando una sensación de que los responsables de política monetaria aún no han llegado a un punto en el que sus esfuerzos por controlar la inflación tengan una repercusión directa en términos de puestos de trabajo.
Los aumentos de tasas están destinados a aliviar la inflación al desacelerar la economía en general, pero eso también puede provocar un aumento del desempleo e incluso a una recesión en toda regla.
Incluso el funcionario menos agresivo de la Fed proyectó una tasa de fondos federales superior al 3% para fines de este año, que sería la más alta desde que la crisis financiera de 2007-2009 marcó el comienzo de una era de bajas tasas de interés y una benigna inflación.
El ritmo actual de creación de empleo es “demasiado alto. Es por eso de que no hay una disputa real dentro del Comité (Federal de Mercado Abierto)”, dijo Ethan Harris, jefe de análisis global de Bank of America, refiriéndose al panel que fija la política monetaria del banco central.
De manera similar, la tasa de desempleo actual no se considera consistente con una inflación del 2% y “necesitan ver alguna evidencia de que está aumentando” para ganar confianza en que la inflación se moverá constantemente a la baja, agregó Harris.
A la inversa
Una incógnita clave es cómo reaccionarán las autoridades de la Fed una vez que la inflación y el desempleo comiencen a cambiar significativamente. El aumento de la tasa de 75 puntos básicos que se espera para esta semana marca uno de los giros más rápidos de la historia desde un punto bajo en las tasas a un nivel neutral, una cota que los funcionarios del banco central están ansiosos por alcanzar más temprano que tarde para dejar de estimular la economía.
Cada movimiento a partir de entonces profundiza en lo que se considera territorio “restrictivo”.
Si bien los mercados financieros han proyectado tasas más altas, ilustrado en el alza del costo de una hipoteca fija a 30 años, también ven un mayor riesgo de recesión y, como resultado, posibles recortes de tasas de la Reserva Federal incluso el próximo año.
Las autoridades de la Fed probablemente sostendrán su mantra de que dependerá de los datos. Sin embargo, los mismos datos pueden tener diferente significado para diferentes funcionarios y, por lo general, se evalúan teniendo en cuenta cómo están cambiando los riesgos para sus objetivos.
Algunos pueden insistir en un regreso estricto a la inflación del 2%, independientemente de las pérdidas económicas necesarias para llegar allí; otros han sugerido que si los datos se mueven de manera convincente en la dirección correcta podría ser suficiente.
Hay señales de que los consumidores ya están retrocediendo, o se ven obligados a hacerlo, por precios que aumentan más rápido que los salarios. El crecimiento de las ventas minoristas sobre una base ajustada por inflación se ha desacelerado.
Y, en una señal de estrés en los hogares, AT&T dijo que su flujo de efectivo general se ha visto afectado porque muchos de sus clientes se retrasan en los pagos de las facturas mensuales.
La tasa de fondos federales estuvo por última vez en el rango de entre 2.25% a 2.50% a fines de 2018 después de una serie de aumentos de tasas. Sin embargo, las señales de debilidad económica alrededor de la pandemia al inicio de 2020 hicieron que la Fed detuviera cualquier endurecimiento extra y en alrededor de ocho meses estaba recortando el costo del crédito.
La inflación estaba controlada en ese momento, por lo que la atención se centró en mantener un mercado laboral que tenía una tasa de desempleo similar a la actual y estaba produciendo avances sólidos para los trabajadores de bajos ingresos y menos calificados.
A medida que las autoridades de la Fed ven cómo responde la economía con costos de endeudamiento todavía más altos, es posible que esta vez se enfrenten a un conjunto de opciones diferentes, estas más difíciles.