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El gobierno mexicano hizo hasta febrero pasado un “despilfarro selectivo” del presupuesto público en beneficio de los proyectos “consentidos” del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, entre los que destacan el Tren Maya y el pago de pensiones a adultos mayores aseveró la firma especializada en el monitoreo de las Finanzas Públicas, México Evalúa.
El gasto selectivo se dio pese a que en el segundo mes del año, los ingresos totales del erario sumaron 986,000 millones de pesos (mdp), 0.7% menos contra los de febrero de 2021, lo que significó a su vez una minusvalía en el gasto de secretarías y dependencias del Poder Ejecutivo. Pero no de todos.
Las “únicas secretarías” que registraron un aumento “absoluto” e “importante”, del orden de los 1,000 mdp, fueron las de Bienestar, Turismo, y Trabajo y Previsión Social, que ejecutan “proyectos o programas prioritarios o consentidos del presidente”.
“La Secretaría del Bienestar en los primeros dos meses de 2022, gastó 74 (mil millones de pesos, mmdp) 156% (45 mmdp) más que en 2021, y su mayor monto registrado para el periodo”, destacó el Think Tank, que, con los números observados, dijo que se verificó que el 98.5% del gasto de esa dependencia corresponde a “subsidios”, es decir, “principalmente las pensiones para adultos mayores”.
Hasta febrero,15 de las 26 entidades de la Administración Pública Federal exhibieron recortes de gasto en su presupuesto, a tasa anual, además que cuatro de los 10 entes autónomos tuvieron un retroceso de 10% en conjunto, entre ellos el Instituto Nacional Electoral (INE), del orden de los 1,600 mdp.
México Evalúa resalta que la otra dependencia que llamó la atención por el repunte de su gasto, del orden de los 12,700 mdp entre enero y febrero, una escalada de 1,321% más contra igual periodo de 2021, fue el de la Secretaría de Turismo, con un “gasto de inversión física” que fue a parar a las obras del Tren Maya.
En otras palabras, aunque el Gobierno ha castigado a la mayor parte de las secretarías y órganos autónomos, no ha castigado a un programa cuestionado por la falta de estudios de impacto ambiental y con planeación deficiente, por las constantes modificaciones en trazos”, alertó México Evalúa en su análisis.
La selección de gasto para favorecer programas escogidos por el presidente, además, se tradujo en un detrimento para gastos esenciales todavía en Pandemia, como el de Salud.
“La salud de todos los mexicanos está peor atendida hoy que en el sexenio pasado, pero las personas sin protección social formal han sido las más afectadas”, resaltó.
El IMSS-Bienestar, que busca sustituir el Seguro Popular, un plan que encontró la presente administración a principios de sexenio junto con el Instituto de Salud para el Bienestar, el Insabi han significado “el desplome de la protección sin seguridad social”, ante su abandono.
En su comparación con 2104, IMSS-Bienestar otorgó 23% menos consultas, por ejemplo, mientras que el Insabi, otorgó 77% menos que ese año, es decir, un hundimiento de 74.6 millones en el número de consultas.