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La cuesta de enero no se había resentido tanto como ahora en cuando menos una década, y dos indicadores adelantados consignaron debilidad para la economía mexicana en el arranque de 2022, de manera generalizada, a diferencia de entregas anteriores, donde se venían mostrando desempeños mixtos.
El Indicador IMEF Manufacturero cayó en enero -4.4 puntos frente a diciembre pasado, su mayor descalabro desde septiembre de 2021, para ubicarse en 48.8 unidades, en zona de contracción por primera vez desde esa fecha.
A su vez, el indicador IMEF no Manufacturero, que comprende el Sector Comercio y de Servicios, retrocedió en -3.8 puntos, para tocar las 49.0 unidades, marcando zona de contracción por primera vez desde agosto pasado.
Ambos indicadores se rigen por una variación que oscila en un intervalo de 0 a 100 puntos, donde el nivel de 50 puntos significa el umbral entre una Expansión (“junior” a 50 puntos), y una Contracción (menor a 50 puntos), de la actividad económica del País.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) atribuyó el agotamiento de los sectores económicos de más peso del PIB a la propagación de Ómicron, la nueva variante del Covid-19, y sus impactos para la movilidad social y la economía, a la falta de inversión en el país y al resultado de indicadores económicos recientes, como la contracción de -0.3% del PIB en el cuarto trimestre, según sus cifras, que fue precedida de un tercer trimestre también de minusvalías.
La carrera de precios también preocupa; “la inflación en México ha repuntado de forma acelerada para alcanzar los niveles más altos en lo que va del siglo”, destaca.
“La inversión, por su parte, continúa en declive, afectada por el negativo entorno de negocios producido no sólo por la incertidumbre natural del entorno, sino por muchas decisiones de política pública desafortunadas, como es el caso de la contra reforma energética que se discute actualmente en el Congreso”, apunta sobre la propuesta del Ejecutivo Federal de centralizar el merado de energía eléctrica.
A igual que otras instituciones, el IMEF asegura que, en caso de ser aprobada la iniciativa de ley por el Congreso, tendría un fuerte impacto negativo sobre la inversión, el crecimiento económico de corto plazo y el potencial de crecimiento de largo plazo del país.
Descalabro
En su interior, los cinco componentes del Indicador IMEF Manufacturero reportaron caídas y situaron debajo de las 50 unidades, con excepción del subíndice “inventarios”, que colocó en enero en 50 unidades.
Sin embargo, el subíndice “nuevos pedidos” bajó en -2.7 puntos, para quedar en 48.5 unidades; el de “producción” en -3.1 puntos, cerrando en 48.6 unidades, en tanto que el subíndice de “empleo” retrocedió en -4.4 puntos, ubicándose en las 48.1 unidades. El subíndice “entrega de productos” retrocedió a 47.2 unidades.
“El ajuste a la baja del Indicador No Manufacturero también ha sido generalizado, pues sus cuatro subíndices han disminuido respecto a diciembre, y tres de ellos se ubican en zona de contracción, es decir, en niveles por debajo del umbral de 50 puntos”, explicó IMEF al difundir los resultados.
Los componentes del índice adelantado que mide el Sector Comercio y de Servicios, de esta forma, exhibieron que el subíndice “nuevos pedidos” cayó en -5.4 puntos, finalizando en las 49.9 unidades.
El subíndice “producción” y “empleo”, a su vez, se hundieron en –8.9 y en –7.4 puntos respectivamente, para tocar niveles de 48.2 y 47.8 unidades. Dentro del Indicador No Manufacturero el subíndice “entrega de productos”, por su parte, se contrajo en –1.1 puntos, cerrando en 50.8 unidades.
