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El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) hico un llamado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a cambiar el rumbo, a fin de que la inversión alcance el 25% del PIB, se reduzca la pobreza y se favorezca la movilidad social.
En su análisis económico semanal, el organismo aseguró que México requiere “un gobierno facilitador, sin subsidios ni privilegios”, con reglas claras y justas, y con respeto al estado de derecho y a las inversiones
Actualmente, “el gasto público se concentra en programas asistenciales sin condiciones ni incentivos de los antes señalados y en proyectos de dudosa rentabilidad social y económica, que le han redituado elevados niveles de popularidad al Ejecutivo, pero las necesidades en salud, educación y seguridad pública se han dejado en segundo plano”.
Por ello, “un cambio de rumbo privilegiaría la inversión en capital humano en el ciclo de vida, vía educación que generara capacidades productivas y salud desde la niñez, así como la creación de empleos de calidad. Esa es la combinación que podría eliminar la pobreza y desatar la movilidad social”.
De acuerdo con el CEESP, “los resultados en materia económica a la mitad del sexenio han sido pobres”. En resumen, “entre varias otras tendencias inquietantes, están el bajo crecimiento, el deterioro del mercado laboral y el repunte de la inflación”.
El organismo recordó que el pronóstico de crecimiento de los analistas para 2021 ya bajó a 5.6%, mientras que el de Banco de México se redujo a 5.4% “cifras muy por debajo del 6.3% presentado en el marco macroeconómico de los Criterios Generales de Política Económica para 2022”.
“La trayectoria de la inversión se debilitó después de las elecciones presidenciales de 2018, pero su deterioro fue mayor a partir de la suspensión de la obra del aeropuerto internacional de la Ciudad de México. Posteriormente siguieron otras decisiones de política pública que vulneraron la percepción de estado de derecho y han disuadido la inversión nueva”, advirtió.
“El principal reto a futuro —sostuvo el CEESP— es la recuperación de la actividad económica. Solo de esa manera se pueden mejorar los ingresos de los hogares, abatir la pobreza, elevar la movilidad social y lograr un verdadero mejoramiento del bienestar. La forma de lograrlo es mediante mayor inversión, tanto pública como privada. El reto es que la inversión productiva se eleve a 25% del PIB, lo que es significativo ya que actualmente representa aproximadamente 18 por ciento”.
“No obstante, lo que se puede apreciar es que el gobierno continuará en la senda de la primera mitad del sexenio, caracterizada por amenazas, agresiones y acciones legales del ejecutivo contra de las instituciones del Estado y al sector privado. Eso se suma a los deficientes resultados en la marcha de la economía y la creciente inseguridad pública para formar un ambiente que refuerza los factores limitantes del crecimiento de la economía”, concluyó.
Por Raúl Castro-Lebrija