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Las minutas sobre la decisión de Política Monetaria del 11 de noviembre pasado indican que todos los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) mencionaron que las presiones inflacionarias globales e internas continúan afectando a las inflaciones general y subyacente del País.
Si bien la mayoría de los 5 integrantes del máximo órgano de gobierno del Banco Central resaltó que los choques que han incidido en la inflación “son principalmente transitorios”, la mayoría también consideró que el balance de riesgos para la inflación en el horizonte de pronóstico se deterioró respecto de la última decisión y que está sesgado al alza, lo que llevó a la junta a elevar el pronóstico de inflación del cuarto trimestre de 2021 a niveles de 6.8% desde el 6.20% anterior.
“Entre los riesgos al alza para la inflación, la mayoría destacó las presiones inflacionarias externas, las presiones de costos, y los aumentos de precios de agropecuarios y de energéticos”, expusieron las minutas.
Algunos añadieron la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados y una depreciación cambiaria. Algunos mencionaron el riesgo de un deterioro en las expectativas de inflación, inclusive, de mediano y largo plazos.
Además, la mayoría afirmó que, en lo que va del año, la inflación ha resentido las disrupciones en las cadenas de producción, los incrementos generalizados en los precios de las materias primas y alimentos, así como el cambio en los patrones de consumo.
Debido a la profunda integración económica con Estados Unidos, la mayor inflación en este país ha contribuido al repunte de la inflación en México, también destacó la mayoría.
Uno de los miembros de la Junta subrayó que lo anterior ha impactado particularmente a los precios de las mercancías alimenticias. Consideró que ello es relevante, ya que en México el ponderador de alimentos es alto en la canasta de consumo, lo que amplía su influencia en las inflaciones general y subyacente.
En la línea, la mayoría destacó que la inflación subyacente, aquella que explica más del 60% del índice general, se vio afectada considerablemente por mayores presiones en los precios de las mercancías.
Algunos mencionaron que la inflación no subyacente, que mide la trayectoria de bienes y servicios con precios altamente volátiles, como la energía, también ha enfrentado presiones.
“Uno notó que las mayores sorpresas de la inflación respecto de las previsiones del Banco de México se han concentrado en este componente, principalmente por el lado de los energéticos y algunos productos pecuarios”, se destaca en el documento.
La mayoría señaló que los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se revisaron al alza, especialmente los de corto plazo.