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La inversión pública al segundo trimestre de 2021 es la más baja desde 1939 lo que impide recortar la brecha laboral en el país, denunció el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial.
Para que la economía mexicana logre crecer a tasas de 4% de manera sostenida —como lo establece en Plan Nacional de Desarrollo del actual gobierno— es necesario que la inversión total represente 25% del PIB y que la inversión pública, específicamente, represente 5% del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que las cifras de las cuentas nacionales indican que, en el segundo trimestre de este año, la inversión total representó 17.4% del PIB.
Peor aún, “la inversión pública —que debería jugar un importante papel de facilitación y complemento de la privada— ha disminuido significativamente. En el segundo trimestre del presente año representó solo 2.1% del PIB, su nivel más bajo desde 1939. Por su parte, la inversión privada representó 15.3%, la proporción más baja desde 2009”.
Esta situación, sumada a la pandemia de Covid-19, “ha impedido que las empresas generen los empleos que demanda la creciente fuerza de trabajo , más aún al no haber recibido apoyos durante los cierres de actividades”.
A primera vista, detalló el CEESP, se podría decir que Mexico requeriría empleos para resarcir la tasa de desocupación que representa 4.2% de la Población Económicamente Activa; es decir, 2.4 millones de plazas.
Sin embargo, el número de “no ocupados disponibles” suma 8.4 millones de personas, mientras que el número de “subocupados” representa 6.8 millones adicionales..
“Al sumar todas estas cifras se obtiene lo que se define como ‘brecha laboral’, que da una idea del total de puestos de trabajo que requiere la población. Bajo este concepto, se tiene que en septiembre del presente año la economía mexicana requería un total de 17.6 millones de empleos de tiempo completo y bien remunerados para satisfacer las necesidades de los hogares”.
Pero, por el contrario, “la pobreza aumentó en 3.8 millones de personas; 15.6 millones de personas se quedaron si servicios de salud; la población ocupada en septiembre de este año aún es menor en 600,000 personas respecto a su nivel prepandemia, la población desocupada en mayor en 700,000 y la población no económicamente activa disponible es 2.5 millones mayor”.
Finalmente, el CEESP reconoció que “la situación del mercado laboral es complicada y la dificultad va más allá de señalar que el empleo se recupera con los programas asistenciales y proyectos del gobierno. Así, la posibilidad de recuperación del bienestar de los hogares en el corto plazo es muy reducida”.
Por Raúl Castro-Lebrija