Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 31 segundos
El peso mexicano concluyó la sesión del martes con una depreciación de 0.5% frente al día previo, en las 20.57 unidades por dólar en su modalidad interbancaria, reflejo de la presión que exhibieron las monedas de mercados emergentes por el alza de los bonos del Tesoro de EU y los índices ligados al dólar ante una mayor aversión al riesgo.
Entre las noticias negativas incorporadas a las decisiones de inversión, destacaron las negociaciones infructuosas del poder bipartidista en el Senado estadounidense para ampliar el techo de la deuda de la mayor economía mundial, EU, y más incumplimientos de pagos de bonos en dólares de parte de inmobiliarias chinas.
Los bonos del Tesoro a 10 años alcanzaron un rendimiento de 1.5% ante los temores de que el Tesoro estadounidense se quede sin fondos a partir del próximo 18 de octubre.
“Al respecto se espera que el Senado adopte un proyecto de Ley aprobado por la Cámara de Representantes esta semana que suspenda el techo de endeudamiento hasta 2022”, dijo Janneth Quiroz, subdirectora de análisis de grupo financiero Monex, en un reporte regular de cierre de divisas.
En la sesión del martes, el tipo de cambio osciló en niveles de entre 20.50, hasta tocar un máximo en las 20.61 unidades por dólar.
Expertos afirmaron que una propuesta de reforma constitucional en el Sector Eléctrico en México enviada por el Ejecutivo al Congreso en días pasados, que propone regular contratos vigentes con la Iniciativa Privada a partir de otras reglas, puso presión también a la moneda mexicana.
Por el contrario, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerró con un avance de 194 unidades, el 0.38% más, colocando a su principal índice en las 51,056.94 unidades, tras alcanzar minutos antes un máximo intradía en las 51,077.60 unidades. Operadores atribuyeron el desempeño del mercado accionario local a precios de oportunidad en empresas altamente bursátiles.
Un reporte del grupo financiero Invex emitido el martes sobre las perspectivas contempladas para el décimo mes de 2021 destaca que el desarrollo de una crisis del Sector Energético generada por cuestiones climatológicas y de oferta, podrían estar afectando el crecimiento global.
China, la segunda economía mundial, comenzó a racionar la energía, mientras que los indicadores oportunos de actividad manufacturera (índice PMI) apuntan ya hacia una contracción en su producción durante el último trimestre del año.
Así, la crisis de energía ha comenzado a impactar la producción a nivel global, provocando el temor de una expansión menos firme.
“Por ahora no ajustamos nuestros estimados de crecimiento para Estados Unidos o México, mismos que se ubican en 6.5% y 6.3% para 2021, respectivamente.
“De persistir más allá de lo previsto los acontecimientos recientes motivarían un ajuste a la baja en nuestras proyecciones para 2022 (de 3.5% y de 3.2%, en cada caso), advierte Invex.