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El presidente López Obrador dijo en Veracruz que el PRI tiene una oportunidad histórica para definir si sigue en el salinismo o va a tomar el camino de Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a los legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que asuman una postura entorno a la reforma constitucional en materia eléctrica que ya se encuentra en el Congreso de la Unión.
En la conferencia de prensa matutina, celebrada en el Puerto de Veracruz, el mandatario mexicano consideró que “cada quien tiene que asumir su postura y es momento de una definición: si estamos porque se conserven como empresas públicas Pemex y la Comisión Federal de Electricidad o queremos desaparecerlas, como se ha intentado en todo lo que fue el periodo neoliberal, para que el mercado de las gasolinas, de la energía eléctrica, quede en manos de particulares, de empresas, sobretodo, extranjeras”.
E insistió en que ese partido tiene una oportunidad histórica de definirse, si se mantiene en el salinismo o si toma el camino de Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos, quienes nacionales las industrias petroleras y eléctrica en sus respectivos sexenios.
Según López Obrador, “nosotros consideramos que lo que más le conviene al país es que se conserven estas dos empresas para garantizar que no haya aumentos de impuestos, que no haya aumentos en el cobro de energéticos, que no aumente el precio de las gasolinas, que se acabe lo que imperó durante mucho tiempo: los llamados gasolinazos. Que no siga aumentando el precio de la luz como era antes”.
“Nosotros pensamos que lo que más conviene —continuó— es fortalecer a Pemex, fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad. Desde luego limpiando a Pemex y a la CFE de corrupción, pero no dándole el mismo trato y a veces hasta ninguneando a Pemex y a la Comisión Federal, para darle mayor oportunidad en el mercado a empresas como Shell o Iberdrola, empresa española que se introdujo durante el periodo neoliberal y empezó a monopolizar todo lo relacionado con la producción de la energía eléctrica”.
Incluso recordó que Iberdrola contrató a la secretaria de Energía del sexenio de Felipe Calderón, Georgina Kessel, y al propio Calderón para que se integrara como consejero de la firma.
López Obrador reiteró que, con la iniciativa de reforma constitucional, se busca fortalecer a la CFE “que no se destruya, porque el plan era darle toda la preferencia a las empresas privadas, al grado de que cerraron plantas de la Comisión Federal de Electricidad, las dejaban que se convirtieran en chatarra”.
Señaló que la iniciativa también incluye la nacionalización del litio, ya que —según el mandatario— hay empresas extranjeras interesadas en el mineral mexicano “y queremos que siga siendo de la nación”.
“Nosotros ya cumplimos porque queremos que se mantenga el servicio en manos de la nación”, sostuvo.
Por Raúl Castro-Lebrija