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La pandemia desatada por el Covid-19 provocará un “aumento sostenido y pronunciado del desempleo”, en donde los países de ingresos bajos y medios que se han quedado rezagados en la administración de las vacunas serán los que recibirán el mayor impacto, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El organismo internacional dijo “temer” que los países no puedan generar suficientes puestos de trabajo en un entorno que cancela la posibilidad de recibir a quienes perdieron el empleo a consecuencia de la Pandemia, a lo que sumará el choque que estaría provocando la incorporación de los nuevos integrantes del Mercado Laboral.
Se estima que el déficit de puestos de trabajo a nivel mundial llegue a 75 millones este año y a 23 millones para el cierre de 2022.
“El crecimiento del empleo proyectado será demasiado débil para brindar suficientes oportunidades a quienes se quedaron inactivos o desempleados durante la Pandemia. Y para las legiones de jóvenes que están ingresando al mercado laboral”, alertó la OIT.
“Muchos trabajadores, anteriormente inactivos, ingresarán a la fuerza laboral, pero no podrán encontrar empleo”, resaltó.
México reportó que en abril pasado la Población Económicamente Activa (PEA) llegó a las 57.5 millones de personas, y, que de este universo, el 95.3% fue población ocupada, es decir, 54.8 millones; la ampliación de la PEA, sin embargo, provocó que la tasa de desempleo se elevara a 4.7%, por arriba del 4.2% esperado por el mercado, y superior al 3.5% de los niveles prepandémicos.
La predicción de la OIT es la evidencia más reciente que la Pandemia ha revertido años de avances progresivos para el bienestar mundial.
En América Latina y el Caribe, por ejemplo, alrededor de 118 millones de mujeres latinoamericanas se encontraron en situación de pobreza al cierre del año pasado, 23 millones más que en 2019, es decir, un repunte de 19.49% en tan un solo año, de acuerdo con datos de la Cepal. En el mercado laboral, la tasa de desocupación, o el desempleo, de las mujeres en esta Región escaló a 22.2%, frente a los niveles pre-Pandemia.
Más allá de las cifras, la pérdida cuantitativa de valor reflejará que miles de personas, especialmente las mujeres y los jóvenes, estén abandonando el Mercado Laboral y no se les cuente. Además, la escolarización que se ha visto interrumpida en muchos lugares debido a la necesidad de detener la propagación de la enfermedad agrava la situación de los grupos más vulnerables.
La OIT estimó que los empleos que se generen en el futuro inmediato probablemente sean de una menor calidad. Y el problema será más grave en los países más pobres, o aquellos con grandes economías informales sobre sus espaldas.
“Es probable que la crisis agrave la desigualdad dentro y entre los países en los próximos años”, alertó el organismo.
“Presenta el riesgo de crear una dimensión adicional de secuelas económicas y sociales a nivel internacional que se manifestará en un progreso más lento y desigual en la reducción de la pobreza”, expuso.