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La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) respondió a un entorno internacional que busca aprovechar un momento de crecimiento robusto en Estados Unidos pero que no soslaya el ritmo de la carrera en los precios, la inflación, un fantasma que recorre casi todos los mercados por los altos estímulos monetarios y económicos que han recibido las economías.
En México, los apoyos fiscales para apuntalar a la economía no rebasan el 2% del PIB, pero la carga del precio de los energéticos, principalmente, colocó a la inflación general de marzo en 4.67%, su mayor nivel desde diciembre de 2018.
El principal indicador de referencia de la bolsa local, el S&P/BMV IPC se colocó en las 47,370.34 unidades en el cierre de la sesión de este lunes, tras perder más de 257 puntos o un 0.54%. El tipo de cambio cerró en 20.1731 pesos por dólar, prácticamente sin cambios.
Los inversionistas no han dejado el tema de la inflación y estarán atentos a los datos de los precios al consumidor de EU de marzo que se publican este martes.
En una entrevista concedida el domingo pasado a la cadena CBS, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, indicó que la economía estadounidense se encuentra en un “punto de inflexión”, con expectativas de que el crecimiento se acelerara en los próximos meses.
Este lunes, tanto el promedio industrial S&P 500 como el Dow Jones exhibieron retrocesos tras alcanzar niveles récord en las primeras horas del remate. Al igual que en México, los inversionistas “están pagando por ver” en la víspera de la entrega de los resultados trimestrales de las empresas que cotizan en las bolsas de valores.
Grupo Monex dijo en un reporte de hoy que pese a los efectos del Covid-19 espera una buena temporada de reportes de las empresas cuyos valores cotizan en la BMV, que comprende de enero a marzo de 2021.
“Estimamos crecimiento en ventas y ebitda de 5.4% y 13.8% respectivamente”, anticipó.
Si bien los incentivos fiscales en EU no sobrepasan el 3% de su PIB, bajo la administración de Joe Biden que inició en enero pasado y con apoyo del Congreso, se han canalizado recursos cuantiosos, a lo que se suma un ambicioso Plan de Infraestructura por 2.25 billones de dólares.
En el mercado de deuda, la subasta de los bonos del Tesoro a plazo de 3 años sorprendió a los analistas con una caída aguda de la demanda por este instrumento, que había destacado como el más solicitado por los inversionistas durante marzo.
En lo que va de abril, los instrumentos han colocado una demanda de 2.32 veces, contra el promedio de marzo de 2.69 veces, a pesar de que el gobierno de EU está en medio de la tercera ronda de apoyos fiscales por 1.9 billones.
Además, a algunos inversionistas y críticos les preocupa que las bajas tasas de interés y las grandes propuestas de gasto de la administración del presidente Joe Biden puedan descarrilar la inflación.
Después de cinco meses de aumentos constantes, las expectativas de inflación a corto y mediano plazo de los consumidores en EU son las más altas en casi 7 años, de acuerdo con una encuesta de fin de semana. Para 2022, se prevé un nivel de inflación de 3.2%, y para este año la ubican en 2.46 por ciento.
En medio de este entorno, Powell y otros economistas aseveran que estiman que cualquier presión inflacionaria a corto plazo será de corta duración y que la inflación general se mantenga baja.