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Con una caída de 7.7% del PIB en términos reales, la región de América Latina y el Caribe resultó la más marcada a nivel mundial por la mayor crisis económica en décadas derivada de la Pandemia Covid-19, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgados el viernes.
Un informe del organismo, que replantea la utilidad de una nueva emisión de derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la zona, señala que América Latina y el Caribe exhibieron al término de 2020 el cierre de más de 2.7 millones de empresas y un repunte en el nivel de desempleo, para abarcar 44.1 millones de personas bajo esta condición.
La enfermedad SARS-CoV-2 dejó también un mayor número de personas en situación de pobreza, que pasó de 186 millones a 209 millones, para representar el 33.7% de la población total, mientras que la pobreza extrema se extendió a 78 millones de sus habitantes.
Integrado por países desarrollados y de economías emergentes, el Grupo de los Veinte aprobó recientemente el mecanismo DEG, así como la reasignación de los DEG excedentes hacia los países de bajos ingresos ante la mayor crisis económica y de salud en 100 años.
Alicia Bárcena, titular de la Cepal, dijo en el informe que el beneficio de la iniciativa DEG debe extenderse a todos los países en desarrollo, independientemente de sus niveles de ingreso, pero en particular a “los países de ingreso medio”, con un peso del 75% de la población mundial y de cerca del 30% de la demanda agregada mundial.
Al cierre de 2020, el nivel del PIB per cápita registrado en América Latina y el Caribe se asemejó al de 2010, lo que se interpreta por economistas como una “década perdida”.
Una nueva emisión y reasignación de una cantidad significativa de DEG es la manera más eficaz de garantizar suficiente liquidez a las economías en desarrollo y proporcionar un margen de maniobra para enfrentar los impactos del choque, de acuerdo con Bárcena.
Creado en 1969 por el FMI, el DEG es un activo de reserva internacional el cual complementa las reservas de los países miembros, entre los que se cuentan a países de la Región, incluidos México, Brasil y Argentina.
Apenas el miércoles de esta semana, Argentina dijo que recibirá 4,354 millones de dólares (mdd) producto de la ampliación de los derechos especiales de giro.
Los DEG no generan deuda adicional ni suponen condicionalidades. Además, no están sujetos a negociaciones sobre aumentos de cuota o acuerdos de préstamo.
El giro total del organismo multilateral asciende a 800,000 mdd, monto superior a lo planeado hace algunos meses, cuando arrancó el debate entre los principales miembros del Fondo.
Datos de la Cepal indican que los países de ingreso medio a nivel mundial representan el 96% de la deuda pública de los países en desarrollo, sin incluir China y la India.
Una nueva emisión de DEG´s, con montos previstos por 500,000 mdd necesitaría la aprobación del 85% de los votos de la Junta de Gobernadores del Fondo.
Representaría, además, el equivalente a 56,000 mdd en reservas adicionales para los países de América Latina y el Caribe.
“Dado que cualquier nueva emisión de DEG se asignaría principalmente a los países desarrollados, aproximadamente el 60% del total, debe establecerse un mecanismo para la reasignación voluntaria de DEG excedentes de los países desarrollados a los países en desarrollo.
“La acción internacional concertada y la solidaridad son los únicos medios para afrontar y superar la crisis del COVID-19”, dijo la Cepal.