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En las últimas semanas, una fuerte presión sobre la moneda mexicana se ha atribuido a factores externos ante la marcada volatilidad del mercado internacional de bonos por una disyuntiva de un crecimiento más firme, o no, de la mayor economía del mundo, Estados Unidos.
Sin embargo, expertos y voces de influencia también atribuyen parte de esta presión a las malas decisiones del gobierno en materia de inversión, lo que incluye poner piedras en el camino para mejorar el ambiente de negocios.
Entre el jueves y este viernes, la moneda mexicana volvió a sucumbir frente al dólar, alcanzando los 21.27 unidades por dólar. La inversión fija bruta reportó en diciembre de 2020 un desplome de 12.9% a tasa anual, mientras que el consumo privado retrocedió 6.5%, según cifras dadas a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).
Durante todo 2020, la inversión fija se hundió 18.2% y el consumo lo hizo en 11%.
Los expertos destacan particularmente que México no se está aprovechando el buen momento económico de EU, el motor de crecimiento de la economía mexicana en el último tramo de 2020, que hizo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevara su proyección de crecimiento del PIB de México a 4.3% para 2021.
Este factor también ha influido en la encuesta sobre expectativas del sector privado que recaba el Banco Central (Banco de México) dada a conocer el martes pasado que marca un crecimiento de 3.67%, frente a la expectativa anterior de 3.50%. Sin embargo, afirman, tampoco está llevando una ponderación de lo que significa el desarrollo del País para los siguientes años.
“México se presenta como un caso muy especial, pues las circunstancias han coincidido con un cambio de régimen de gobierno cuyas decisiones están creando una enorme incertidumbre en el desarrollo de la economía nacional”, dijo ayer el presidente del consejo de administración de grupo financiero Citibanamex, Valentín Diaz Morodo, al inaugurar la 29 sesión plenaria del Consejo del grupo global.
Apenas el martes de esta semana, una iniciativa preferente del Ejecutivo Federal, la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) que marca nuevas reglas del juego a los participantes, priorizando el despacho a la Comisión Estatal de Electricidad (CFE) con combustión fósil frente a fuentes de energía renovable más baratas, recibió el respaldo del Congreso, dominado por Morena, el partido que postuló y llevó al presidente Andrés Manuel López Obrador a la victoria en las elecciones de 2018.
La agencia de riesgos Fitch Ratings dijo que la iniciativa puede afectar negativamente a los nuevos proyectos privados de inversión, tanto de energía renovable como térmica y afectar a los actuales. Expertos han dicho que los cambios contravienen los principios de la Reforma Energética de 2013 de fomentar la eficiencia en costos, la competencia y la transición hacia energías limpias.
En un reporte fechado el 4 de marzo pasado, Fitch afirma que si bien las leyes secundarias de los cambios a la LIE se están revisando y discutiendo en el Poder Legislativo, “se espera que la volatilidad de los precios al contado se intensifique a medida que las plantas de la CFE excedan la oferta del sistema, al asignar sus costos marginales fuera de la curva del mérito económico”.
“Los costos operativos incrementales de CFE deberían cubrirse con cargos adicionales del Sistema, aumentos de tarifas para los usuarios finales y/o subsidios gubernamentales para CFE”, alertó Fitch.
La generación debe crecer en consecuencia para asegurar la posición de la nación como potencia manufacturera y exportadora dijo Tania Ortiz, directora general de la energética mexicana IEnova, en una conferencia CERAWEeek, organizada por IHS Markit, citada por la agencia Reuters.
“Para alcanzar la seguridad energética de México, entendida como tener acceso a energía limpia, confiable y barata, necesitamos que los sectores público y privado trabajen juntos”, apuntó Ortiz.
El consumo de energía final de México creció 2.3% a casi 275,000 Gigawatts por hora (GWh) en 2019, y el gobierno pronosticó un aumento anual de 1.9% hasta 2035. La CFE tiene hoy planes de inversión que no incluyen renovables, transmisión o distribución de energía.
En la sesión plenaria de Citibanamex, Jane Fraser, directora general de Citigroup, afirmó que México debe consolidar un mejor ambiente de negocios para aprovechar las oportunidades de inversión que pueda generar la sólida recuperación de EU y la política comercial y migratoria del nuevo gobierno de ese país.
“El crecimiento no se circunscribe a la adopción de un modelo que ha sido verdaderamente dañino para México, ya que el desarrollo y el crecimiento de un país es resultado de una acción practica que genera riqueza”, dijo a su vez Diez Morodo.
Organismos del sector privado, como el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) ha asegurado que “una gran cantidad” de iniciativas emanadas del gobierno han estado fuera de contexto, y que esto ha mermado la confianza en la inversión.
También ha dicho que una parte fundamental de la confianza para invertir en el País depende de la certidumbre del Estado de Derecho, y de las decisiones que tomen los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) en favor de México.
“La independencia de poderes contribuye a la estabilidad macroeconómica, así como a la confianza para invertir”, aseveró el IMEF en su informe de perspectivas de octubre de 2020.
“En el mercado prevalece el nerviosismo relacionado a reformas radicales propuestas por la actual administración pública, como la modificación a la Industria Eléctrica”, mencionó a su vez un operador del mercado de cambios.