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El empleo temporal se ha convertido en el “salvavidas” del mercado laboral de México, cuya economía exhibirá este año a punto de finalizar un hundimiento de alrededor de -9%, no visto en más de ocho décadas.
A tasa anual, de acuerdo con las últimas cifras reportadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el empleo eventual mostró un crecimiento de +4.4% en noviembre pasado, contra una caída en el empleo permanente de -3.5%.
Los sectores más golpeados por la crisis causada por el Covid-19, con un saldo negativo para el empleo, han sido el de los servicios, la construcción, el comercio y el agropecuario.
Los sectores de transporte y comunicaciones, así como la Manufactura, han respondido más rápidamente a los rebotes económicos, con una recuperación en materia de empleo hasta noviembre pasado de 93% y de 91.6%, respectivamente, de acuerdo con cifras del banco global BBVA.
En contraste, el de servicios para empresas, personas y del hogar apenas ha recuperado un 6.7% de los empleos cancelados.
“La pérdida de empresas, derivada del severo impacto de la Pandemia sobre la actividad económica y de la falta de medidas contra cíclicas suficientes, afectaron de manera fundamental la capacidad de recuperación de la economía y la generación de empleo”, aseveró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, IMEF, en su reporte mensual sobre el desempeño de la economía correspondiente a diciembre de 2020.
vrefiere el más reciente Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020 (EDN) del INEGI, que arroja que de los 4.9 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos, el citado censo estima que sobrevivieron 3.9 millones. Esto significa que 1 millón 10 mil 857 establecimientos, el 20.8% del total, cerraron sus puertas definitivamente.
“En materia laboral el periodo más álgido de la crisis se alcanzó en junio cuando la pérdida de asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social acumuló 1.2 millones de registros”, señaló por su parte la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) en su reporte anual del comportamiento de la economía, con cifras de noviembre de 2020.
Datos del INEGI arrojan que el número de personas económicamente activas se redujo en casi 12 millones en abril pasado al inicio de la emergencia sanitaria, al pasar de 57.3 a 45.4 millones de personas.
“Esto implicó una caída de 21% de la fuerza laboral del país, ya sea porque perdieron su empleo o se vieron obligados a dejar de trabajar y recibir un pago.
“Con datos al tercer trimestre (julio-septiembre) la fuerza laboral se ubica en 53.4 millones de personas o 93.8% de la que se tenía en el primer trimestre del año”, añade el organismo gubernamental en su reporte.
El efecto de la crisis sanitaria se ha sentido con mayor fuerza en aquellos empleos con un nivel de ingreso más bajo.
Hasta octubre, los trabajadores registrados en el IMSS que ganan hasta dos salarios mínimos representaron 94.5% del número de personas que se tenían registradas en febrero.