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La esperanza que hemos puesto en la gestión encomendada a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) para que esta termine con el desabasto de medicamento e insumos médicos en el sector salud, parece que fue una apuesta demasiado grande.
De acuerdo con el calendario que la propia UNOPS presentó, el pasado 25 de noviembre fue el dia límite para que este organismo publicara la licitación de medicamentos genéricos y material de curación pero lamentablemente no ocurrió así.
El calendario presentado señala que entre el 1 y el 25 de noviembre, se tendrían reuniones informativas, periodo de consulta y respuestas, licitaciones públicas internacionales, medicamentos genéricos, abasto crítico y material de curación. Lamentablemente, de estos rubros, sólo se ha registrado algún avance en lo relativo al abasto crítico, sin que éste haya sido resuelto del todo, ya que sólo han solicitado la confirmación de existencias para abastecer las claves críticas y patentes durante los primeros meses de 2021 y aún no hay contratos ni asignaciones.
Es la industria farmacéutica establecida en México, la que ha estado participando con más entusiasmo en estas cotizaciones. Su participación y compromiso está siendo fundamental para que este nuevo modelo de abasto funcione, ya que por el poco tiempo que hay entre el momento en que se firmarán los contratos y el momento en que se deben realizar las entregas, son muy pocas las empresas que no están asentadas en México y que están mostrando interés en participar en estos eventos.
Aparentemente, las instituciones del sector salud confían en que las empresas que actualmente les abastecen, aceptarán las ampliaciones a la vigencia de los contratos que les están solicitando. Sin embargo, cabe la posibilidad de que esto no pueda lograrse ya que eso obligaría a los laboratorios a mantener un inventario por más tiempo, aún sin tener la certeza de que les será comprado ya que, si la UNOPS consigue un mejor precio, sería muy poco probable que se les siga comprando y eso es, seguramente, lo que están evaluando las empresas.
Han sido muchos los esfuerzos y facilidades que el gobierno mexicano ha ofrecido a las empresas farmacéuticas no establecidas en Mexico para que vengan a vendernos. Entre otros incentivos, se han prometido Registros Sanitarios en menos de una semana, además de una simplificación administrativa de la documentación requerida. A los laboratorios establecidos en Mexico, les lleva hasta dos años conseguir un Registro Sanitario partiendo del momento en que inician el estudio de bioequivalencia que se requiere para registrar medicamentos en México. Otro importante incentivo, es el pago de impuestos porque, aparentemente, los laboratorios no establecidos en Mexico, pagarán sólo los impuestos por internación en la aduana. En contraparte, los laboratorios establecidos en México, pagan ISR, impuestos sobre nómina, IVA sobre los materiales, predial en plantas y oficinas.
La esperanza de que este modelo de compra se consolide, se diluirá hacia mayo del siguiente año, fecha en que, de acuerdo con el calendario de UNOPS, arrancará los eventos para el abasto de 2022 -2024 ya que, al contar con tiempo suficiente para planear fabricación, los laboratorios que no están establecidos en México, podrán planear adecuadamente y estarán en condiciones óptimas de ofertar para abastecer nuestro país.
UNOPS y el pago por adelantado
Otro factor que es importante contemplar, es un aparente beneficio que tendrán todas las empresas, aquí sí, incluidas las asentadas en México, y éste consiste en que, de acuerdo con lo que la UNOPS ha venido manifestando, ese organismo no ejecuta compra alguna, si no ha recibido, de parte de su cliente, en este caso el gobierno mexicano, los recursos para pagar a los proveedores, en cuanto éstos hayan cumplido con su obligación de entregar. Es decir, UNOPS está cobrando por adelantado al gobierno mexicano, no sólo sus “honorarios” por organizar la compra, sino que debe haber cobrado el total de lo que va a pagar, tal y como se anunció el pasado 28 de octubre en la conferencia del Presidente López Obrador. Allí, en el díalogo circular con la prensa, se indicó que México ya adelantó 30,000 millones de pesos a la UNOPS, a cambio del compromiso de poner un alto al desabasto a partir de abril de 2021 y que la ventaja para las empresas radica en que la UNOPS pagará en tiempo y forma a las empresas que contrate, una situación diametralmente opuesta a la que enfrentan las farmacéuticas que le venden al gobierno mexicano.
DIMESA, SILODISA, PISA, los mismos de siempre.
Parecería ser que esos 30,000 millones de pesos que México está adelantando a UNOPS, en este momento están haciéndole falta a las instituciones del sector salud, principalmente al ISSSE y al INSABI que tienen adeudos millonarios con los actuales proveedores (cuyas asignaciones fueron otorgadas por el propio instituto que encabeza Juan Ferrer) pero que, con base a cambios repentinos en sus procesos de pago, acaban por generar una total incertidumbre en la posible fecha en que pagarán lo que deben. Ya le comentaba hace algunos días el problema generado en el ISSSTE por entidades como SILODISA. Otro tema importante a considerar, es que sigue sin haber claridad en la forma en que todos los insumos que compre la UNOPS van a llegar a los hospitales y clínicas del sector salud. Quizás, por esa razón, es que se le otorgó a DIMESA del Grupo PISA un amparo que le permitirá seguir participando y contratarse en el sector público. Esto es importante y podría ser una válvula de escape, ya que del mismo modo conoceríamos de una suspensión similar para PISA y, con ello, se habrá resuelto en una buena medida el problema, ya que como se ha señalado en reiteradas ocasiones, PISA cuenta con un alto porcentaje de los productos que el sector salud demanda y en este momento, es la mejor opción que tendrá el sector salud, al menos en lo que llega el mes de mayo, mes en el que UNOPS espera tener resulto el problema de abasto. También PISA, por cierto, deje dejar de jugar a las vencidas con el gobierno, revisar sus márgenes y sus prácticas reputacionales.
El regreso de BIRMEX
En fechas recientes, se ha manejado nuevamente que será BIRMEX, a donde llegaron ex funcionarios del ISSSTE, el distribuidor del gobierno y que éste será la que lleve los insumos a donde se requiera. Lo cierto es que BIRMEX parece no contrar con la infraestructura para tal proyecto, por lo que, posiblemente, como lo ha hecho en el pasado, terminen por “subcontratar” la distribución tanto con distribuidores nacionales, como regionales y locales.
Circula, además, información de que la UNOPS se concretará a comprar sólo aquellas claves con una cantidad superior a las 20,000 unidades o un monto superior a los 20 millones de pesos, es decir un insumo cuyo consumo sea menor a las 20,000 unidades y cuyo monto total no rebase los 20 millones de pesos, no lo comprará la UNOPS y esa tarea presumiblemente la deberá llevar a cabo la institución que lo requiera, y bajo el esquema que mejor le parezca, con la opacidad que esta acción pudiera generar. En caso de que esto sea cierto, seguramente serán los distribuidores quienes resulten más beneficiados con los contratos que de aquí se generen. Son aún muchas las dudas que existen en torno a los mecanismos de compra y esquemas de distribución que resolverán el problema de desabasto que existe actualmente en el sector salud.