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La Pandemia derivada de la enfermedad SARS-CoV-2 ha desencadenado en América Latina uno de los mayores deterioros de la clase media, mientras se abre el desencanto en los partidos políticos, el Congreso y los gobiernos, fenómeno reportado ya desde el 2019, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal).
En el informe especial COVID-19 más reciente, con el tema “Pactos políticos para la igualdad y el desarrollo sostenible” en la región, el organismo alerta que el desempeño de los gobiernos ante una crisis no vista en los últimos 100 años no sólo será evaluado por muchos actores, sino que las decisiones en momentos críticos y “sus insuficiencias” podrías ser percibidas por la ciudadanía con desconfianza.
Lo anterior estaría “complicando el clima político y la Gobernabilidad de la reconstrucción post Pandemia”, apunta.
Entre todas las consideraciones sociales, políticas y económicas del análisis, la Cepal destaca el fuerte deterioro de los estratos medios, donde 8 de cada 10 personas en América Latina –cerca de 491 millones de personas– vivirán con ingresos de 450 dólares mensuales, es decir, por debajo de 3 líneas de pobreza
“Más de 33 millones de personas que pertenecían a estratos medios ingresarían a estratos bajos”, expone.
Con una caída de su PIB de entre -9.1% a -9.9% al final del 2020, América Latina reportará el cierre de 2.7 millones de empresas formales, mientras que el desempleo abarcará a 44 millones de personas, casi equivalente a la población total de países como Colombia y Argentina.
Las secuelas de la Pandemia provocarán un retroceso de 15 años de la pobreza, lo que significa que 231 millones de personas estarán en este estrato, en tanto que la pobreza extrema alcanzará a 96 millones de personas.
El organismo regional afirma que, ante este panorama, sólo el diálogo y la construcción de “liderazgos transformadores” para una etapa crítica permitirá avanzar a consensos para universalizar procesos tan complejos como la protección social y la salud.
Estas consideraciones también toman en cuenta “reorientar el desarrollo sobre la base de la igualdad, con políticas fiscales redistributivas, industriales y ambientales para la sostenibilidad”, expone.
En América Latina el 53% de la Población Económicamente Activa (PEA) no cuenta con protección laboral, ni de salud, ni con un plan de pensiones para su retiro.
“El Covid-19 ha evidenciado problemas estructurales del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe. Lo público careció de capacidad de respuesta y se evidenció la mercantilización de los sistemas de salud en muchos países” alerta.
Clase media desencantada
La peor crisis sanitaria y económica en la historia de la humanidad, ha desencadenado América Latina un rechazo general hacia las instituciones por parte de las clases medias. Hasta 2019, las instituciones peor calificadas eran los partidos políticos (13%), los congresos (cámara de diputados y senadores), con una aprobación de 21%, y los gobiernos (22%).
Le siguen el Poder Judicial, los institutos electorales, la policía y las fuerzas armadas, con 24%, 28%, 35% y 44%, para cada caso. La institución mejor evaluada por las clases medias de América Latina es la Iglesia, con el 63% de aprobación.
En 2019, sólo el 19% de la población en América Latina confió en su gobierno, contra el 45% de 2010.