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La competencia por adquirir al cuarto operador de telefonía móvil de Brasil, Oi, se ha desatado.
Una vez que Highline Brasil, de la estadounidense Digital Colony, presentó su postura la semana pasada, acercándose a la valuación de 15 mil millones de reales (unos 2,890 millones de dólares) definida por Oi, los gigantes de las telecomunicaciones que operan en la economía más fuerte de la Región abrieron la segunda ronda de la pugna.
A mediados de julio, Vivo, de la española Telefónica, con el peso más fuerte de participación de mercado, Claro, de América Móvil, y TIM, de Telecom Italia, colocaron su propuesta sobre la mesa, con una cifra no revelada, y apenas el martes de esta semana el grupo aprobó una extensión de la oferta vinculante para adquirir el negocio móvil de Grupo Oi, con una puja de 16,500 millones de reales.
Conocedores del mercado de telecomunicaciones de Brasil, que con más de 240 millones de celulares registrados y la dinámica en la industria de las telecomunicaciones más
obresaliente en América Latina, anticipaban alianzas corporativas en torno a los activos de Oi, sobre quien pesa un proceso judicial que arrastra desde 2019.
“Aparecieron en la lista inicial Telefónica, Claro y TIM. Y ya para entonces se habló de la posibilidad de un acuerdo entre competidores, para generar una oferta concreta”, escribió en marzo pasado Nicolás Larocca, del portal especializado TeleSemana.
Con 37.6 millones de usuarios y una facturación anual de 7 mil 500 millones de reales, el segmento móvil de Oi abarca el 92 MHz de espectro del sistema de frecuencias móviles de Brasil, la economía más grande de América Latina.
“Telefónica, TIM y Claro se muestran, a su manera, en la lista de posibles compradores” añadió en esos momentos en su escrito Larocca.
Peleando la segunda posición del mercado brasileño contra TIM, Claro, del gigante de las telecomunicaciones de origen mexicano, América Móvil, propiedad del empresario Carlos Slim, concretó recientemente la compra de Nextel. Esto le significó agregar 3.5 millones de clientes a su base móvil y ampliar su espectro para robustecer sus servicios, principalmente en la capital del país (San Pablo) y en Río de Janeiro.
Debido a que las medidas de confinamiento a causa del Covid-19 en los países de América del Sur ocurrieron después que en México, el mercado de Brasil presentó un menor impacto en el servicio de post pago en el segundo trimestre de 2020.
En el caso de Claro, a raíz de la necesidad de conexión en el segmento de ultra-broadband, su base de clientes sumó 6.7 millones de usuarios; mientras vio crecer 10.7% su EBITDA. Por su parte, la utilidad neta total del conglomerado América Móvil escaló 39.7%, en el mismo periodo, contra el segundo trimestre de 2019, para sumar 20,060 millones de pesos (mdp), a causa de una mejor utilidad de operación y menores costos financieros.
La oferta vinculante presentada por los tres titanes de las telecomunicaciones de Brasil está sujeta a ciertas condiciones, especialmente a su selección como “stalking horse” (“primer licitador”), lo que les permitirá garantizar el derecho de realizar una oferta más elevada respecto a las otras ofertas (“right to top”).
“Claro considera que la oferta conjunta con Telefónica y TIM es la que mejor satisface los intereses de los consumidores actuales de Oi”, aseguró el operador propiedad de Slim.
“Aporta experiencia de largo plazo, capacidad de inversión e innovación tecnológica, además de estar alineada con la regulación actual”, afirmó.