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El plan que tiene Crédito Real para convertirse en proveedor financiero de Grupo Famsa, cuya revocación de la licencia para operar como banco múltiple fue confirmada por las autoridades el 30 de junio, surge de manera estratégica para ambas instituciones.
Desde el 20 de agosto próximo, cuando dé inicio el esquema, la sofom fortalecerá su presencia en el norte del País, mientras Famsa será un originador más para Crédito Real bajo un esquema similar al que maneja con otros originadores, de tal manera que puedan compartir ingresos y riesgos en una proporción 50/50.
Aunque falta por conocer los detalles de la operación, expertos anticipan que la colocación proyectada podría ascender a aproximadamente 3 mil 500 millones de pesos, lo que significaría duplicar la originación de Crédito Real proveniente de sus otros distribuidores. Además, el monto le representará cerca del 7% de su cartera de crédito.
Crédito Real se convierte así desde el 20 de agosto en el proveedor financiero de Famsa en los renglones de crédito con descuento vía nómina y en créditos de bienes de consumo a través de su red, que suman 350 tiendas y 300 sucursales. En otras palabras, Crédito Real será un fondeador de todo lo que origine Famsa para estos dos tipos de crédito en su propia red.
Especialistas aseguran que la transacción suma al objetivo de incorporar experiencia y solidez financiera para Crédito Real con el conocimiento y presencia de Grupo Famsa sobre sus productos, en sus respectivos mercados.
En un partido que busca convertir a los dos actores en ganadores, Crédito Real ampliará su red de originación, mientras Famsa busca salir adelante desde una compleja situación financiera.
En la revocación de la licencia de Famsa de fines de junio, el regulador bancario citó entre las causas principales una inapropiada gestión de riesgos; operaciones y créditos otorgados a personas relacionadas del grupo, por encima de los límites regulatorios, y un registro indebido de las mismas.
Justo el día de este anuncio, Famsa había presentado una solicitud voluntaria bajo el Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos con el objetivo de obtener la autorización de un plan de reestructuración vinculado a una emisión de notas senior en circulación en ese mercado.
Sin embargo, ante la revocación de su licencia para operar en México, catorce días después la institución presentó una solicitud de retiro voluntario de las facilidades del mecanismo conocido como Chapter Eleven.
Según fuentes relacionadas con el tema, el retiro voluntario de la protección del Capítulo 11 también se llevó a cabo a fin de salvaguardar los intereses de los acreedores y el patrimonio de Famsa.
La liquidación de Banco Ahorro Famsa representó el 0.35% del total de los activos del sistema, por lo que no se puso en riesgo el funcionamiento del sistema bancario del País.