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Celebrado por las más altos niveles de gobierno por alcanzar un récord, México vería esfumar los esfuerzos del Sector Público por ensanchar sus arcas, lo que le permitió un crecimiento real de sus ingresos tributarios de 13% anual entre enero y marzo. La recesión de la economía mexicana producto de la propagación del contagio Covid-19 y las restricciones sociales y de actividades productivas revertirán en este año la activa recabación de impuestos como el IVA y el ISR.
Expertos anticiparon que la crisis económica prevista para el 2020, con tasas negativas de entre -6.5 hasta un -12% terminará revirtiendo la tendencia positiva en la recaudación, especialmente por estar tan vinculada al crecimiento de la economía nacional con relación a otras fuentes de ingresos.
Tomando en cuenta un declive del PIB de entre -7% y 12% en este año, los ingresos tributarios podrían disminuir entre 216 mil millones y 421 mil millones de pesos en 2020 en relación al monto estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de acuerdo con proyecciones del banco global BBVA.
En los Pre Criterios Generales de Política Económica 2021, el gobierno estima que los ingresos tributarios en 2020 sumarían 3,350,840.5 millones de pesos, con un crecimiento negativo de la economía mexicana de -3%.
Entre enero y marzo, los ingresos tributarios representaron para el gobierno entradas por 117 mil millones de pesos (mdp), un crecimiento de 13%, donde los ingresos por recaudación de IVA e ISR mostraron una escalada de 18% en ambos casos, en el periodo citado. Por concepto del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se cobró 46 mil mdp en tanto que por Impuesto sobre la Renta (ISR) el monto llegó a 62 mil mdp.
La recaudación por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), distinto al de la gasolina y el diésel, también fue de gran utilidad, puesto que contribuyó con el incremento de los tributarios, con un alza de 8%, para sumar 6 mil mdp.
Esta bolsa palió el déficit por concepto de ingresos petroleros –los cuales mostraron una caída de 27%, equivalente a 50 mil mdp entre enero y marzo- y, por el contrario, tuvieron una influencia positiva en el resultado final de los ingresos totales del Sector Público, los cuales sumaron 123 mil mdp, con un incremento de 9.2%, en el mismo ejercicio.
“Caídas anuales del PIB real entre 7% y 12% en 2020 irían en detrimento de los ingresos tributarios e implicarían contracciones anuales reales en los ingresos públicos de entre 9.4% y 13.1% (para cada caso)” dijo por su parte en su informe BBVA, en relación a los estimados mínimos y máximos de los retrocesos del PIB mexicano en 2020 y su repercusión en la recaudación impositiva.
En un ejercicio comparativo el banco global toma en cuenta datos entre el primer trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2019, ya con una reforma fiscal que entró en vigor en 2014. Los ingresos tributarios, exclusivamente, representaron 59.5% de los ingresos públicos totales de 2019.
Por tanto, el dinamismo de los primeros es clave para la solidez y sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano y largo plazo.
La SHCP tiene como meta un déficit primario de 85,543 millones de pesos equivalente al 0.4% del PIB para 2020. Si se toma en cuenta el rango de contracción anual del PIB de entre 7% y 12% anticipado por distintas entidades, incluyendo instituciones financieras y bancos globales, el déficit primario se ubicaría entre 301,367 millones (el 1.3% del PIB) y 506,398 millones de pesos (el 2.3% del PIB) a finales de año.
“Lo anterior nos da una noción de los recortes al gasto público…que tendría que hacer el gobierno federal para cumplir con la meta de déficit primario de 0.4% del PIB”, dice BBVA, y calcula recortes de entre 208 mil 639 millones de pesos y entre 418 mil 329 mdp.
Pero puede haber también una acción en sentido contrario: endeudarse más.
El think tank México Evalúa indica que el saldo histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público representó el 48.7% del PIB nacional entre enero y marzo, un incremento de 5.3 puntos porcentuales desde el nivel de 43.4% del PIB del primer trimestre de 2019, el ritmo más alto para un primer trimestre desde el año 2000.