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El avance del descofinamiento social en Europa y en otras regiones del mundo y con ello el regreso a la normalidad económica son buenas noticias, pero con una salvedad, el riesgo de que la pandemia de coronavirus vuelva a repuntar. A falta de una vacuna o tratamiento eficaz, las alzas en los mercados financieros no se terminarán por consolidar ante la posibilidad de un rebrote. Esto, mientras el virus ya ha matado al menos a 263 mil personas en todo el mundo y hay más de 3.7 millones de casos confirmados.
En medio de la crisis sanitaria, la guerra arancelaria entre EUA y China vuelve a estar sobre la mesa. Trump amenaza al gigante asiático con poner fin a la fase uno del acuerdo si no cumple con lo pactado en términos de compras de productos agrícolas. Esta decisión Trump la puede tomar en una o do semanas. En el acuerdo alcanzado entre las dos potencias, China se comprometió a adquirir 200 mil millones de dólares en productos estadounidenses del sector primario.
De acuerdo con analistas consultados de CI Banco, indicaron que la creciente tensión entre ambas potencias podría obstaculizar la débil recuperación económica incluso cuando las restricciones por la pandemia comienzan a disminuir. En un año electoral como lo es 2020 en EUA, Donald Trump es consciente del daño que supone para su reelección la contracción de la economía. Como antídoto, el magnate estadounidense vuelve a sacar a primera línea de fuego las tensiones arancelarias y acusa a China de que por un error se dio la propagación del nuevo coronavirus.
Aunque de momento se trate tan solo de una amenaza, explican, los mercados por momentos empiezan a descontar el peor escenario y ponen en precio que el rebrote de las tensiones impacte negativamente en el comercio y ponga en peligro una ya de por sí dudosa recuperación. “Por lo pronto, los representantes comerciales de los dos países sostuvieron contactos a finales de la semana pasada por primera vez desde que saltó la emergencia del coronavirus, y quedaron en buenos términos. Sin embargo, con Trump, todo es impredecible”, apuntaron.
En materia económica, la mayoría de las cifras publicadas la semana pasada mostraron los devastadores efectos de la propagación del coronavirus. Las referencias que más factura pasaron a los mercados financieros fueron las relacionadas al mercado laboral estadounidense.
Durante abril, se perdieron más de 20 millones de empleos y la tasa de desempleo se ubicó en su nivel más alto desde la Gran Depresión de los 30´s. La destrucción de empleo a esta escala no tiene precedentes. El número total de trabajos perdidos en abril es más del doble de todos los destruidos durante la Gran Recesión. A pesar de ello, la cifra estuvo muy vinculada a empleos temporales y estuvo por debajo de lo pronosticado. Por su parte, en la Eurozona, la actividad empresarial de la región quedó prácticamente paralizada en abril, debido a la prolongación de las restricciones impuestas para las actividades económicas no esenciales. El que sorprendió un poco fue China, por el inesperado aumento de sus exportaciones durante abril. La capacidad del gigante asiático para reponerse de la pandemia y tirar de la economía mundial ha dado algo de esperanza al inversionista.
En cualquier caso, pese a los negativos datos económicos que se siguen conociendo, los mercados financieros siguen confiando en los estímulos fiscales y monetarios aplicados por las principales economías globales, que han sido los mayores de la historia. Además, los inversionistas anticipan que lo peor para la economía ya se ha producido y aunque las cifras seguirán siendo débiles por el retraso que implican su publicación, a partir de aquí, las cosas muy probablemente pueden mejorar.
Mercado del petróleo
En cuanto al mercado petrolero, el precio internacional de la referencia WTI tuvo una semana muy positiva, subiendo a su mejor nivel en un mes. El rebote del precio del crudo fue impulsado en gran medida por las expectativas de un repunte de la demanda a medida que los gobiernos continúan preparándose para la flexibilización gradual de los bloqueos y la entrada en vigor de los recortes de la producción de la OPEP.
Situación económica en México
En México, se dieron a conocer las minutas de la última reunión de política monetaria de Banxico. Las actas muestran que al interior del banco central existe incertidumbre sobre el impacto en la economía mexicana derivado de la pandemia y de la caída en los precios del petróleo, así como de la fortaleza de la recuperación económica cuando esta inicie. Hacia adelante, Banco de México comentó que tomará las acciones que se requieran, por lo que deja abierta la puerta a mayores recortes en la tasa de interés de fondeo, tan pronto como en su reunión de esta semana (próximo 14 de mayo).
Por su parte, la tasa anual de inflación bajó a 2.15 por ciento en abril, cerca de su mínimo histórico de 2.13 por ciento alcanzado en diciembre de 2015. La desaceleración estuvo vinculada con una disminución de los precios de la gasolina y por un menor ritmo de actividad económica por las medidas de confinamiento para hacer frente a la pandemia. Los alimentos y bebidas mostraron un alza importante en precios, al presentar una mayor demanda y en algunos casos escases.
El peso mexicano tuvo una semana de altibajos pero positiva, cotizando en un rango acotado, muy al pendiente de los anuncios de levantamiento de las medidas de confinamiento, precios del petróleo, indicadores económicos y amenazas de Trump a China por el tema del manejo de la pandemia.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Esta semana, los mercados financieros seguirán atentos a cualquier novedad sobre el COVID-19, en particular a las acciones implementadas por los distintos países para reanudar la actividad económica. Asimismo, los inversionistas estarán a la expectativa de lo que pueda pasar en el frente comercial entre EUA y China. En materia económica, la principal referencia será la inflación estadounidense de abril.
Adicionalmente, en EUA se publicará de abril: precios al productor, ventas al menudeo y producción industrial; de mayo: índice manufacturero de Nueva York y sentimiento del consumidor medido por la Universidad de Michigan; así como el cambio en inventarios de petróleo.
En Europa, conoceremos el PIB correspondiente al primer trimestre del año y la producción industrial de marzo. En Asia, de China, inflación y producción industrial de abril.
En México, habrá reunión de política monetaria de Banxico en la que esperamos una baja en la tasa de fondeo de otros 50 puntos base (a 5.50%), producción industrial de marzo y caída de empleos formales (que cotizan en el IMSS) para abril.
Expectativa para el Tipo de cambio
La profundidad del impacto negativo del COVID-19 en la actividad económica de EUA continuará delineándose con las cifras de producción industrial y venas al menudeo de abril que se darán a conocer en la semana. El mercado cambiario mexicano ya descuenta débiles datos, por lo que solo sufrirá afectación en caso de que superen o no las expectativas del mercado. Por su parte, al peso le ayudará las noticias de que los países siguen con sus planes de reanudar actividades. Asimismo, es probable que el precio internacional del petróleo (WTI) buscará en los siguientes días acercarse hacia los 30 dólares por barril, lo que sería positivo para la moneda. Los inversionistas también estarán pendientes del discurso del miércoles del presidente de la FED, Jerome Powell, sobre economía en un seminario web organizado por el Instituto Peterson. Del lado negativo para la moneda, no se pueden descartar nuevos mensajes beligerante de Trump en contra de China por el tema de la gestión de la crisis del COVID-19, y el probablemente recorte de tasa de interés de Banco de México en la reunión de esta semana, podría restar un poco el atractivo de los activos denominados en pesos. Por último, la situación económica-financiera en Turquía se está complicando y podría repetirse un escenario de crisis como en 2018 con efectos contagio en monedas emergentes. Con ello, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $23.20 y $24.50 spot.
Expectativa para las Tasas de interés:
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar una baja o mantenerse sin cambios; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 5.80% – 6.50%.