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El Indicador Mensual del Consumo Privado en México se contrajo en -0.5% durante febrero respecto a enero, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), usando cifras desestacionalizadas. En su comparación anual, el índice mostró un retroceso igual, de -0.5%, lo que analistas indicaron como poco alentador dado el peso del consumo en la demanda agregada.
En su variación porcentual real, sin embargo, el Indicador Mensual del Consumo Privado mostró una tasa positiva, pero de apenas 0.5% respecto a febrero de 2019, mientras que, de enero a febrero, la variación porcentual real, exhibió un tímido avance de 0.3%, con relación al mismo periodo de 2019.
Citibanamex, la filial del gigante Citigroup, esperaba una variación porcentual real de 1.2% para febrero.
“El Indicador…presentó en febrero un limitado avance al registrar una tasa de crecimiento anual de +0.5%, ligeramente superior a la de +0.2% anual del mes enero. El dato es poco alentador, pues el consumo es el componente de más peso en la demanda agregada y uno de los de mayor participación en el crecimiento económico (generado) en años recientes”, indicó en un reporte el Grupo Financiero Monex.
A pesar de que el indicador mantuvo en los dos primeros meses de 2020 tasas positivas en términos de variación porcentual real, la desaceleración del consumo es evidente, con cifras inferiores a las tasas de crecimiento promedio de 2019, las cuales colocaron un nivel de 1.0%, añadió Monex.
En su comparación anual y por componentes, los gastos en Bienes de origen Importado mostraron una baja de -0.8%, en tanto que los de Bienes y Servicios Nacionales fue de –0.4%; dentro de este último, los gastos en Bienes retrocedieron -0.9%, mientras en Servicios lo hicieron en -0.1%, respecto a febrero de 2019.
En su variación porcentual real y en términos anuales, los gastos en Bienes de origen Importado no crecieron (0%), en tanto que los de Bienes y Servicios Nacionales avanzaron un tímido 0.5%. Dentro de los gastos en Bienes de origen Importado la caída más severa correspondió al renglón de bienes duraderos, con una caída de -8.3%.
