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El peso mexicano ha estado ligeramente presionado, por momentos por arriba de los $25.0 spot, pero cotizando en un rango muy acotado. La moneda mexicana sigue muy sensible al tema del COVID-19, mercado petrolero y cifras económicas globales.
En los últimos años nos hemos acostumbrado a ver en los mercados financieros situaciones inéditas. Hasta hace una semana quizá lo más destacable que cumplían con esa característica era el concepto de tasas de interés negativas en bonos gubernamentales de ciertos países. Esto es, aquellos que piden dinero prestado también cobran intereses. Terminamos convenciéndonos de que es normal cuando, de hecho, no lo es.
De acuerdo con el análisis semanal del equipo de especialistas económicos de CI Banco, en la semana pasada aprendimos algo nuevo. El precio de los productos también puede cotizar a precios negativos. La referencia WTI del precio del petróleo cerró alrededor de -37 dólares por barril. El colapso del petróleo ha puesto de manifiesto las intensas perturbaciones que supone el coronavirus para la economía mundial, y una mala señal de cara a la eventual recuperación.
El hundimiento en el WTI se debe a que el confinamiento ha hundido la demanda de combustibles, y con las refinerías casi paradas, no hay instalaciones de almacenamiento suficientes para que los productores puedan hacer las entregas. Así que pagan por ello, en un movimiento que se intensificó por las dinámicas del mercado de futuros, donde quedó de manifiesto el gran número de especuladores que participan en activos vinculados al commoditie.
Los analistas económicos de CI Banco indican que, después de haber tocado fondo, que el contrato a mayo expiró y el contrato a junio comenzó a operar como la referencia del WTI, el precio del petróleo se estabilizó un poco. Ayudó las noticias de que EUA evalúa un posible programa de rescate para empresas del sector. Además, a esos niveles de precios, muchas empresas (sobre todo estadounidenses) dejan de producir porque no es rentable y poco a poco los recortes de la OPEP empiezan a incidir en la oferta petrolera. Adicionalmente, también le favoreció noticias de que Trump estaba amenazando a Irán por posibles ataques a buques petroleros.
“Sin embargo, el escenario para el petróleo está lejos de mejorar por completo. Mientras el almacenamiento siga aumentando, persistirá la presión negativa en los contratos de petróleo, por lo que no se puede descartar volver a vivir episodios como el de la semana pasada conforme en mayo nos acerquemos a la fecha de vencimiento del contrato de junio”.
Todo esto, bajo un escenario en que los datos apuntan a que la pandemia global de coronavirus se propaga más lentamente gracias a las restricciones impuestas en los países, pero los riesgos aún son máximos y la vigilancia continúa. Los Gobiernos comienzan a dar los primeros pasos hacia una normalización. Aunque hay cierto sentimiento optimista por la relajación de las medidas de confinamiento, persiste la cautela ya que todo se está produciendo muy poco a poco y con mucha prudencia.
En un mercado de sensibilidad extrema, cualquier noticia relacionada con el COVID 19 puede pesar. Un informe que planteó dudas sobre el progreso en el desarrollo de un tratamiento para el coronavirus provocó caídas en los principales mercados globales. Medios informativos filtraron que la compañía estadounidense Gilead fracasó en el primer ensayo de su fármaco experimental contra el coronavirus. En particular, su medicamento Remdesivir decepcionó en su ensayo clínico (prueba aleatoria en China) para la búsqueda de una potencial cura del COVID-19. Cabe recordar que las buenas expectativas en torno a la empresa y su tratamiento contra el virus animaron a los mercados financieros hace dos semanas. Así, ante la falta de avances contundentes en la cura del coronavirus, los mercados siguen pendientes de los planes de estímulo económico, tanto en Europa como en EUA, para hacer frente al impacto económico negativo del COVID.
En Estados Unidos, el Congreso aprobó un nuevo plan de estímulo de 480 mil millones de dólares (441.894 millones de euros) para ayudar a pequeñas empresas y hospitales, que ya obtuvo el visto bueno el martes en el Senado. Por su parte, la comisión europea acordó la necesidad de un paquete de apoyos por cerca de2 billones de dólares, que servirán a los países para recuperar el ritmo de crecimiento después de que se levanten las medidas de confinamiento, aunque faltan de acordar los detalles de cómo podría distribuirse.
Reportes corporativos
Por el lado empresarial, continuaron los reportes corporativos correspondientes al primer trimestre del año, periodo que solo recoge un efecto parcial del confinamiento, pero da pistas sobre medidas y situación anterior.
En materia económica, en Estados Unidos el número de solicitantes de subsidio por desempleo derivados de la crisis del COVID-19 ya suma 26.7 millones de personas, con lo que se confirma que todos los puestos de trabajo creados durante el mayor auge de empleo en la historia de Estados Unidos fueron suprimidos en poco más de un mes. En la Eurozona, los PMIs manufactureros y de servicios bajaron a mínimos históricos.
En México, en reunión extraordinaria, Banxico recortó en 50 puntos base la tasa de fondeo para dejarla en 6.0 por ciento. Se trata de la segunda ocasión consecutiva en la que el banco central decide anunciar su política monetaria fuera de calendario. Adicionalmente, anunció 10 medidas de apoyo al sector financiero por 750 mil millones de pesos (3.3 por ciento del PIB). Estas acciones tienen como objetivo mitigar las afectaciones en la actividad económica derivadas de la pandemia. Entre las medidas anunciadas destaca la provisión de recursos a instituciones bancarias para canalizar crédito a PyMEs y a personas físicas afectadas por la pandemia. Este programa será de hasta 250 mil millones de pesos y podrá ajustarse según las condiciones en los mercados financieros.
También destaca la facilidad de financiamiento a bancos garantizada con créditos corporativos, para el financiamiento de las PyMEs, que comprende 100 mil millones de pesos.
El peso mexicano estuvo ligeramente presionado, por momentos por arriba de $25.0 spot, pero cotizando en un rango muy acotado. La moneda mexicana sigue muy sensible al tema del COVID-19, mercado petrolero y cifras económicas globales.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Adicionalmente, en EUA se publicará de marzo: inventarios al mayoreo, ventas pendientes de casas, ingreso y gasto personal y gasto en construcción; de abril: índice de confianza del consumidor medido por el Conference Board, índice manufacturero de la FED de Richmond y el ISM manufacturero; así como el cambio en inventarios de petróleo.
En Europa, conoceremos el PIB del primer trimestre y habrá reunión de política monetaria del BCE; de abril: confianza económica, del consumidor y estimación del inflación. En Asia, de Japón, producción industrial de marzo; de China, PMI manufacturero y de servicios de abril.
En México, se publicará la estimación oportuna del PIB correspondiente al primer trimestre y tasa de desempleo y balanza comercial de marzo.
Expectativa para el Tipo de cambio
Aunque por el momento descartamos medidas monetarias adicionales por parte de la FED en su reunión de esta semana (le queda poco margen, salvo establecer tasas negativas), los inversionistas si buscarán pistas sobre la evaluación de las medidas hasta ahora implementadas. Las cifras del PIB en EUA, Eurozona y México, permitirán ir conociendo cuál es el impacto inicial de las medidas implementadas para contener la pandemia (recordar que el mayor impacto muy probablemente se resienta en el segundo trimestre del año). Muy probablemente seguirán dándose a conocer mayores intenciones de reapertura de actividades alrededor del mundo. Por último, el precio internacional del petróleo seguirá siendo protagonista. Con ello, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $23.50 y $25.70 spot.
Expectativa para las Tasas de interés:
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar una baja o mantenerse sin cambios; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 6.80% – 7.50%.
*Enlace: Enrique Tirado
Comunicación Financiera, SC