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El presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo el miércoles que aumentará el presupuesto destinado a programas sociales y proyectos prioritarios en unos 25 mil 620 millones de dólares para enfrentar la crisis derivada del coronavirus.
Un cable de la agencia Reuters indica que analistas calificaron el anuncio como tardío e insuficiente.
A pesar de que los analistas vieron el anuncio como una buena señal, algunos como Nikhil Sanghani, de Capital Economics, lo calificaron como tardío e insuficiente.
“El anuncio del presidente López Obrador es una buena señal de que finalmente puede estar abandonando su postura frugal. Sin embargo, este paquete de estímulo vale alrededor del 3% del PIB, que es mucho más pequeño que el apoyo en otros países emergentes”, dijo Sanghani en un mensaje a Reuters.
“Tememos que esto haya llegado demasiado tarde. Por eso, todavía esperamos una caída del 8% en el PIB de México este año, y solo una recuperación gradual después del shock del coronavirus”, agregó la fuente de la agencia internacional de noticias.
Sin este paquete tardío de estímulos, la caída de la economía mexicana habría sido mayúscula, de -10.5% en este año, anticipaba Citibanamex, la filial del gigante estadunidense Citigroup, que apenas ayer ajustó a la baja su proyección de caída del PIB de México para este año a -9.0% desde un -5.1% de hace 15 días.
También ayer, la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (Cepal) ubicó su pronóstico de caída a -6.5%, desde una proyección anterior de entre -3% a -6%, situando a México como una de las economías con mayores retrocesos de la región, junto con Argentina, Ecuador, Nicaragua y Venezuela.
Otras firmas globales de inversión que han anticipado caídas severas en la economía mexicana para este año son Bank of America y JP Morgan, con retrocesos de -8% y -7% respectivamente.
Tasas ¿en mínimos históricos?
El número de bancos globales y locales que afirman que la Política Monetaria que conduce el Banco de México (Banxico) debe dejar a un lado su sesgo restrictivo crece, pero las acciones tomadas por el Banco Central en las últimas horas han vuelto más despejado el camino.
En una reunión extraordinaria, la Junta de Gobierno del Banco de México decretó ayer una baja en la tasa de interés a 6%, además de un plan de inyección de recursos a los mercados financieros por 750 mil millones de pesos (mdp), unos 31 mil millones de dólares, los cuales, sumado a otros lineamientos previos, equivalen a 3.3% del PIB.
Más de la mitad de estos apoyos se destinarán al financiamiento a las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas además de facilidades de crédito entre 18 a 24 meses
Los expertos, sin embargo, urgían que el plan del Banco Central complementara con medidas fiscales por parte de la Secretaría de Hacienda. Las políticas de mitigación de parte del Gobierno equivalían antes del anuncio de hoy del presidente López Obrador al 0.3% del PIB.
Expertos llegaron a pronunciarse por tasas de interés base más bajas, con algunas proyecciones en niveles de 3%, es decir, en mínimos sin precedentes.
Un cálculo realizado por el banco Banorte indica que el diferencial de tasas reales de corto plazo entre México y Estados Unidos, ajustado por prima de riesgo, otorga un espacio de alrededor de 175 pb, lo que no generaría “un deterioro adicional en la moneda (peso mexicano)”, golpeada también por pronunciadas caídas en las cotizaciones del mercado internacional de petróleo.
Una encuesta de expectativas dada a conocer por Citibanamex previa a los anuncios de Banxico y del Gobierno Federal reveló que 27 instituciones ajustaron hasta ayer sus estimados del nivel que debería tocar la tasa de interés de referencia en México en 2020.
Las variaciones a la baja más fuertes correspondieron al banco global BBVA, con 0.72 puntos porcentuales (pp), a 3%, y a la firma financiera y de corretaje con sede en Nueva York, JP Morgan, con un punto porcentual menos, también a 3%.
Para algunos expertos, Banxico había mantenido hasta ayer una postura restrictiva y cautelosa para evitar una mayor depreciación del tipo de cambio y más salidas de capital, lo que había sido ineficaz y costoso.
El diferencial de tasas reales de corto plazo entre México y Estados Unidos, ajustado por prima de riesgo, otorga un espacio de alrededor de 175 pb para no “generar un deterioro adicional en la moneda (peso mexicano)”, de acuerdo con los cálculos de Banorte.
Hoy, finalmente, existe un margen que se traduce en medidas de liquidez para destrabar también problemas de solvencia en las cadenas de valor y empresas y evitar así una crisis crediticia.
Los objetivos conjuntos son sacar a la economía mexicana a flote ante el colapso provocado por el cierre de la economía global, la ruptura de las cadenas de valor y restricciones más severas a cualquier tipo de movilidad y actividad.
El punto es si México no reaccionó demasiado tarde.