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El banco global BBVA dijo este miércoles que la incertidumbre sobre la duración del Covid-19 y sus impactos económicos sobre EU, el principal socio comercial de México que se transformó en el epicentro de contagios de la Pandemia, puede arrojar consecuencias negativas para las remesas, una de las principales fuentes de divisas del País.
“Se estima que las remesas a México podrían contraerse más de 21% entre 2020 y 2021, y recuperarse hasta dentro de 10 años, en 2028”, proyectó el banco, al citar estimados de tres escenarios y con base en comparativos de los efectos de la recesión financiera global de hace 10 años.
Desde este año, las remesas podrían tener una caída de 17% respecto a 2019, con lo que se ubicarían en un monto cercano a los 29,900 millones de dólares (mdd), agregó la institución financiera.
Durante 2019 las remesas que enviaron al País los mexicanos que trabajan en el exterior marcaron un récord histórico: a pesar de que en noviembre estos recursos mostraron una baja de 2.3%, al cierre del ejercicio, esta fuente de divisas sumó un total de 36,000 mdd, esto es, un crecimiento de 7% respecto a 2018.
BBVA refiere que la recesión financiera de 2008-2009 en Estados Unidos (EU) provocó que el flujo de remesas a México experimentara 9 trimestres consecutivos de caídas en términos anuales, esto es, desde el primer trimestre de 2008 al primer trimestre de 2010.
Durante este periodo, el flujo acumulado a 12 meses de las remesas presentó una contracción de 20.8%, al pasar de 26,059 mdd en diciembre de 2007 a 20,640 md en marzo de 2010, cuando empezó a recuperarse. Fue hasta 2016, diez años después de que la caída comenzó que las remesas a México lograron superar el monto récord que registró durante 2007.
“Con la información actual es difícil hacer un análisis preciso para conocer cuánto tiempo les tomarían a las remesas poder recuperar un flujo cercano al recibido en 2019”, dijo BBVA.
Sin embargo, en su segundo escenario proyectado, el banco global asegura que hay múltiples factores que podrían acelerar la recuperación de las remesas en menos años, y cita la recuperación del sector de la construcción en EU y el hecho de que la población mexicana indocumentada que labora y vive en EU es cada vez menor respecto a aquellos migrantes nacionales que presentan ya un actividad legal y regular.
“Es posible que el Sector Servicios sea el más afectado por la actual crisis…en una proporción mayor que otros sectores, como el de la Construcción o el Agrícola”, indica la institución.
En el año previo la crisis financiera mundial de hace 10 años, una cuarta parte de la población migrante mexicana que laboraba en ese país, tanto documentada como sin documentos, era empleada en el Sector Construcción, uno de los más golpeados debido a que el origen de la debacle se originó por una crisis de bonos subprime, que afectó directamente a la actividad y al sector inmobiliario.
Muchos migrantes mexicanos se quedaron sin empleo, en tanto que otros tuvieron que aceptar empleos de medio tiempo y/o con baja remuneración, y hubo también trabajadores que no pudieron resistir el efecto económico y retornaron a México.
“Aunque se estima que la crisis por Covid-19 podría ser más aguda, no queda claro cuál sería la afectación por sector económico, específicamente en el sector de la construcción, en donde 19.8% de los migrantes mexicanos declaró que laboraba en 2019”, de acuerdo con el análisis de BBVA.
En su escenario tres, el banco global refiere que en los últimos años las remesas a México se han vuelto más dinámicas. De hecho, en los tres últimos años, de 2017 a 2019, el flujo de remesas a México ha crecido a una tasa promedio de cerca de 10%.
“Si la actividad económica y el nivel de empleo en Estados Unidos logran que entre 2022 y 2024 se tenga un dinamismo similar al observado en el periodo 2017-2019, es posible que las remesas remonten su máximo histórico para el año 2024, es decir, en solo 5 años”, maneja en su segundo escenario el banco.
Indica que si bien la crisis generada por el Covid-19 puede ser más aguda que la crisis pasada, puede tener una recuperación más rápida. “Si ocurre de esta manera, las remesas podrían alcanzar nuevamente su máximo histórico en un plazo de alrededor de cuatro años, es decir, en 2023”, agrega.