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El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves el T-MEC, que sustituye el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tras funcionar por más de 20 años.
El miércoles por la mañana, cuatro de las siete comisiones del Senado de EU que faltaban por aprobar el nuevo tratado comercial entre México, EU y Canadá dieron luz verde al pacto comercial, lo que fue ratificado por el pleno de la Cámara Alta este jueves.
El proceso de aprobación legislativa, que inicio a finales de 2018, está a la espera del último tramo, el Parlamente canadiense, para que los convenios comerciales que involucran a los tres países cobre inicio dos meses después.
Un extenso análisis de la agencia de riesgos HR Ratings sobre el impacto en materia de comercio exterior y el crecimiento económico de México después de 24 años de Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN, destaca la importancia de considerar que el T-MEC ha sido criticado por ser un tratado comercial atípico, donde “en lugar de liberar el comercio internacional, lo que hace es imponer restricciones”.
Las restricciones han sido consecuencia de un desempeño a un menor ritmo del Sector Manufacturero en Estados Unidos durante los últimos años, así como de las fuertes presiones políticas que esto ha suscitado. HR Ratings supone que la evolución del TLCAN al T-MEC tendrá un impacto marginal en el corto plazo.
“Por el lado positivo, se elimina la posibilidad -que siempre consideramos limitada- de una salida unilateral por parte de los Estados Unidos, como lo había anunciado el presidente Trump en caso de que el TLCAN no fuera modificado para reflejar las preferencias proteccionistas (del presidente)”.
Es decir, ahora existe estructuralmente un entorno más claro para que las empresas de los tres países pueden determinar sus estrategias de inversión, destaca.
Efectos de largo plazo
La agencia de riesgo indica que el incremento del contenido regional requerido en la industria automotriz y las medidas que tienen la intención de aumentar la participación estadounidense dentro del incremento del contenido regional son dos de los efectos netos a destacar.
En un escenario positivo, las ventas de vehículos domésticos (dentro del T-MEC) aumentarían, con un valor agregado regional mayor y un incremento del de Estados Unidos.
Aunque México podría perder algo de su participación en el valor agregado regional, esta pérdida podría ser mitigada como consecuencia de las mayores ventas en el agregado.
“Sin embargo, y en un escenario menos optimista, todos los socios podrían perder como consecuencia de los cambios que incrementarían el costo de un vehículo regional, haciendo más
“Sin embargo, y en un escenario menos optimista, todos los socios podrían perder como consecuencia de los cambios que incrementarían el costo de un vehículo regional, haciendo más competitivas a las importaciones aún con los aranceles actuales”, advierte en su estudio HR Ratings.
Recuerda que las reglas de origen en el nuevo acuerdo establece que para no estar sujeto a aranceles, el contenido regional en el valor agregado de los automóviles debe de ser de 75%, lo que refleja un incremento comparado con el 62.5% requerido actualmente “En teoría”, señala la Agencia, “esto debe de beneficiar a todos los socios”.
Un factor negativo para México es que las nuevas reglas contenidas en el T-MEC establece que para no ser sujeto a aranceles, entre el 40% y 45% del valor final del producto debe haber sido elaborado por trabajadores con un salario mínimo de 16 dólares la hora, generando desventajas para México.
Otros factores a considerar es el caso donde el aumento en el contenido regional implique la sustitución de insumos importados que provienen de zonas con una mano de obra más cara o más intensiva en capital (por ejemplo, de Alemania), donde el beneficio sería para Estados Unidos y Canadá.
“En caso de que el incremento implique la sustitución de insumos importados que provienen de zonas con una mano de obra más barata (por ejemplo, importaciones de China) el beneficio sería para México”, señala HR Ratings.
Frutos del TLCAN
El amplio informe de HR Ratings da cuenta que en los últimos 15 años el crecimiento del sector manufacturero en México fue destacado con el TLCAN. En contraste, Estados Unidos.
En el caso de México es válido concluir que la existencia del TLCAN ha sido fundamental para explicar el crecimiento en este sector. En el caso de los EUA esto no queda tan claro, ya que las importaciones de bienes provenientes de China, entre otros factores, han afectado al valor agregado de la producción manufacturera.
De esta forma mientras que las manufacturas mexicanas crecieron 28% en los últimos 15 años bajo el TLCAN, el avance de las manufacturas de EU apenas fue de 9 por ciento.
“Si tomamos sólo en consideración el periodo de expansión del ciclo económico que siguió a la crisis, se observa que, desde diciembre de 2010, el crecimiento anual del sector manufacturero en México ha sido de 2.44 por ciento, en promedio, contra el 1.34% de los Estados Unidos.
HR Ratings establece que aproximadamente 25 años, el PIB de México en términos de dólares nominales se ha incrementado en 50%, lo que se traduciría en un avance anual de aproximadamente 2.75% en promedio.
Sin embargo, destaca, “el superávit productivo se ha visto incrementado en un 450%, lo que implica que (el comercio entre los tres países) tiene una importancia cada vez mayor para la economía (mexicana)”