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En muchos sectores financieros y empresariales dan casi, como un hecho, que las agencias calificadoras como Moody´s y Standard & Poor´s reducirán o degradará la calificación para la deuda mexicana. Los bonos de deuda soberana que emite el gobierno federal en dólares tendrían una reducción y eso es una mala noticia.
Si bien Pemex logró un crédito con tres bancos por 8,000 millones de dólares para responder en tiempo y forma a los vencimientos de este 2019, la inversión que se anunció , para construir una nueva refinería podría poner en riesgo la situación financiera de la petrolera y, entonces, sería el gobierno federal el que respondería por el pago de bonos de Pemex.
Es por esta razón que la calificación del gobierno federal que en el caso de Moody´s es de A3; BBB + de S&P y BBB+ para Fitch podría degradarse.
Moody´s es la única de las agencias calificadoras que mantiene en “negativa” la perspectiva de la deuda mexicana.
El ir y venir de las agencias de riesgo
Este escenario, sin embargo, no es inédito para la Secretaría de Hacienda. En noviembre de 2009, Fitch redujo la calificación de la deuda del gobierno federal. En 2014, Moody´s elevó la calificación de Baa1 a A3 ante la aprobación de reformas estructurales como la de energía y la educativa. Moody´s no se preguntó si esos cambios constitucionales funcionaría o no para generar crecimiento económico. Ahora el peor escenario – ya con esas reformas derogadas – sería que la agencia regresara a los bonos mexicanos a Baa1.
Así son las agencias de medición de riesgo. El verdadero problema se presentaría si el gobierno mexicano llega a perder el grado de inversión. Sin este nivel, la deuda del gobierno federal, de Pemex y de todos los emisores mexicanos de bonos se transformarían en papel especulativo y, entonces, los inversionistas que no tienen permitido tener ese nivel de riesgo tendrían que desinvertir de la noche a la mañana.
Líbano, Ecuador, Venezuela, Brasil, Bolivia, Costa Rica, Portugal, son algunas de las naciones con deuda calificada como papel especulativo. Ese es el verdadero riesgo.