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Si realizamos un análisis del modelo de negocio de las redes de mercadeo desde el punto de vista de la empresa que ofrece la oportunidad, podemos deducir que el sistema de distribución que se aplica es producto de una mente maestra que buscó un sistema ganar-ganar que muchos detractores del mercadeo en red exponen como ventajoso y fraudulento.
A casi 70 años del surgimiento de las redes de mercadeo no podemos negar que este sistema ha evolucionado, en los mejores casos para bien, como siempre sucede con las cosas grandes; han surgido “imitadores” o “charlatanes” pretendiendo aprovechar los beneficios del sistema que desafortunadamente han provocado malas experiencias en muchas personas que han intentado tener éxito en este modelo de negocio.
Para una empresa de redes las ventajas que representa la distribución de sus productos bajo este esquema son, entre otras; tener una estructura operativa mucho menor que la de una empresa tradicional pues no es necesario tener puntos de venta y la infraestructura que los mismos requieren como seguridad, sistemas computacionales o vendedores, coordinadores, excesivos inventarios, publicidad, promoción, etc. Además al no tener tantos empleados la carga administrativa y de costos es menor.
Para los distribuidores que participan del negocio las ventajas son también numerosas: comencemos por la posibilidad de construir un negocio con una inversión muy pequeña que les permite hacer uso de una estructura creada por la empresa, es decir, apalancarse de lo que ya está para generar ingresos.
El distribuidor cuenta también con apoyo y capacitación de parte de su equipo de patrocinadores y de la empresa misma, es decir, se apalanca del conocimiento de otros a quienes por supuesto les conviene que él tenga resultados y aumente sus ingresos.
El socio de una red de mercadeo acude en un principio a su red de conocidos y familiares cercanos entre los que busca a sus primeros socios. A pesar de las opiniones encontradas que las redes de mercadeo pueden generar, quién se permita un acercamiento abierto al sistema podrá descubrir que el éxito de quienes lo están logrando está basado en un sistema de apalancamiento social en el que son los distribuidores quienes capacitan, impulsan y motivan a sus socios. Los desarrolladores de redes sabemos que primero hay que SER, a lo que sigue el HACER para finalmente TENER, sin duda la convivencia y el trabajo cotidiano con otros distribuidores que comparten nuestras metas y objetivos es la mejor forma de apalancar nuestra fuerza y voluntad, como dicen por ahí, dime con quién andas y te diré quién eres.