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- “No es humanamente posible hacer más de una actividad bien, al mismo tiempo”.
- En promedio, cada 11 minutos se padece de interrupción en el trabajo.
Ciudad de México, 21 de enero de 2019.- La gran mayoría de las veces el no tener un horario laboral fijo (8 horas) es nuestra culpa, ya que no somos muy buenos administrando el tiempo, sobre todo por darle importancia a aquellos “pequeños” factores que nos distraen y no nos dejan enfocarnos al 100% en nuestras labores.
De acuerdo al estudio The Cost of Interrupted Work: More Speed and Stress de la Universidad de California, las interrupciones o distracciones entre una actividad y otra es aproximadamente de 11 minutos, y para que el cerebro se pueda volver a enfocar 100% en la tarea que se está llevando a cabo, tarda 25 minutos en promedio.
Los ladrones de tiempo más comunes son:
Impuntualidad
“Muchas veces se cree que tener un horario “estricto” es anticuado, sin embargo, el comenzar el trabajo tarde y justificar que se recuperará el tiempo quedándose más tiempo en la oficina, no es rentable. Esto tiene que ver con desorganización, y la cual se debe corregir mediante una mejora de horarios”, aseveró Jorge Hernández, CEO de Cucorent, empresa de soluciones tecnológicas de control de acceso y de asistencia de recurso humanos.
Realizar más de una actividad a la vez
Hoy en día se habla de ser “multitask”, resolver más de una actividad al mismo tiempo. Según la neurocientífica Earl K. Miller, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, hacer más de una cosa a la vez no es humanamente posible, las personas se pueden sentir productivos, pero harán las tareas de forma eficiente.
Uso del celular / social media
El smartphone se ha vuelto una de las principales causas de interrupción en el trabajo, ya sea para estar en contacto o simplemente “desaburrirse”. Pues la principal actividad que realiza el 89% de los mexicanos en la web, es conectarse a sus redes sociales, de acuerdo con el último estudio de la Asociación de Internet.
Sin duda, los tres factores anteriores se han convertido en los principales enemigos de la gestión de tiempo en el trabajo, pero no todo está perdido, ya que la habilidad de administrarse correctamente se puede cultivar.