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En diciembre la producción industrial cayó 2.5 por ciento anual, con datos originales, según reportó el Inegi.
Mientras que con series ajustadas por estacionalidad, en diciembre bajó 0.44 por ciento mensual y 2.6 por ciento anual.
De esa manera, la industria nacional acumula un año más a su debilitamiento, que coloca la producción a lo largo de 2018 con un avance de 0.2 por ciento, en la serie original.
Visto por sectores, las actividades extractivas cayeron 8.37 por ciento, mientras que la construcción lo hizo en 4.32 por ciento, las manufacturas 3.67 por ciento, en tanto que la generación de electricidad y distribución de agua y gas por ductos decreció 1.36 por ciento.
Las caídas más severas en diciembre ocurrieron en la construcción de infraestructura, con 10.86 por ciento, seguida de la extracción de hidrocarburos con 8.32 por ciento, en productos metálicos con 8.02 por ciento y derivados de petróleo, que cayó 7.11 por ciento.
Con los mismos datos originales, la generación de electricidad también presentó un descenso en diciembre, en este caso fue de 2.14 por ciento anual.
Datos acumulados 2018
Pese a un débil avance las manufacturas en 2018, de 1.7 por ciento en la serie original, le permitió ser el principal impulso para contrarrestar la caída anual de la minería, que descendió 5.5 por ciento.
En tanto, la construcción logró evitar los números rojos con un movimiento casi plano en el año, de 0.6 por ciento de avance anual.
Por su parte, el sector de electricidad, distribución de agua y de gas logró el más elevado registro con 2.1 por ciento en el 2018, con datos originales.
Consideraciones de Invex
La reducción de la plataforma de producción petrolera seguirá lastrando la minería y el escenario de incertidumbre en el sector privado ante una agenda económica incierta del gobierno pesará sobre la inversión en construcción.
Sin embargo, esperamos que la manufactura se mantenga en expansión ante unos fundamentales sólidos del consumo en Estados Unidos y México.
Para este año esperamos un aumento de 0.8 por ciento en el sector industrial.
Consideraciones de Monex
De manera acumulada, con cifras originales, la producción industrial aumentó solo 0.16 por ciento de enero a diciembre de 2018, respecto del mismo periodo del año anterior, estadística para la que el resultado de diciembre fue determinante.
En el último mes del año, al continuo deterioro en la industria minera, se sumó la debilidad de la construcción, vinculada a las bajas en el desarrollo de infraestructura pública dado el periodo de transición, y las manufacturas, que perdieron el impulso cambiario del que habían gozado en meses previos.
Hacia adelante, la producción podría enfrentar complicaciones para reponerse.
De especial atención resultarán los efectos que desabasto de combustibles y los bloqueos de vías férreas en algunas regiones del país puedan tener en las cadenas de valor y los ciclos de producción de algunas industrias, lo que podría incidir en el comportamiento de las manufacturas de enero.
Posterior a la publicación del dato, la moneda se depreció 0.20 por ciento y se ubicó en 19.13 pesos por dólar.
Consideraciones de Banorte
Considerando la fuerte desaceleración al cierre del año, en conjunto con un panorama más retador tanto a nivel global como local, esperamos que el desempeño del sector secundario esté limitado al alza en los próximos meses.
En el entorno externo, el menor crecimiento global ha estado enfocado en el sector manufacturero, con un menor dinamismo no solo en EU, (que incluso ha presentado cierta fortaleza relativa) sino también en lugares como la Eurozona y China.
La incertidumbre comercial continúa, con el mercado enfocado en las negociaciones entre EU y China, que en caso de no lograr un acuerdo podría resultar en tarifas adicionales tan pronto como el 1 de marzo.
Aunque éste no es nuestro escenario base, el alto grado de incertidumbre podría continuar afectando al sector.
En el frente domestico anticipamos un impacto negativo, aunque moderado, de los bloqueos a vías férreas en varios estados del país.
De acuerdo con diferentes cámaras de comercio han tenido un impacto negativo en cadenas de suministro locales.
A esto hay que añadir el impacto del retraso en el suministro de combustibles (para más información consultar “Anticipamos un impacto moderado en el PIB ante la falta de suministro de combustibles”, publicada el 25 de enero).
Por el contrario, otros indicadores basados en encuestas no han mostrado un deterioro adicional, tal como la confianza empresarial, el IMEF manufacturero y el ISM estadounidense de enero.
En este sentido, aunque es muy probable que la actividad industrial se mantenga débil al inicio de 2019, las condiciones de demanda doméstica continúan siendo relativamente favorables, particularmente en términos del consumo privado, lo cual ayudará a establecer un piso para el desempeño de la actividad industrial después del desvanecimiento de los recientes choques temporales ya mencionados.
Consideraciones de Scotiabank
La actividad industrial cerró el 2018 con cifras más débiles respecto a lo esperado, ante un dinamismo cada vez más débil rumbo al cierre del año.
El panorama para 2019 pinta incierto, pues si bien el buen inicio de año del sector automotriz, una mayor demanda de exportaciones manufactureras por parte de Estados Unidos y un posible incremento en el número de proyectos de obra civil pudieran impulsar el sector, menores niveles de inversión, aunado a los recientes conflictos de carácter coyuntural, como el desabasto de combustible, el bloqueo de vías de comunicación y el paro laboral en algunas fábricas manufactureras del norte del país, pudieran representar un freno al crecimiento industrial durante el primer trimestre del año.
Consideraciones de Citibanamex
Cierra el año la producción industrial con debilidad acentuada.
La persistente caída de la producción de petróleo, la reducción en la inversión pública, la reciente desaceleración del mercado local, y también, pero en menor medida, el de exportaciones, frenan la actividad de este importante sector de la economía que aporta casi una tercera parte del PIB nacional.
Persiste la debilidad de la producción industrial en diciembre.
Tomando cifras desestacionalizadas, respecto a noviembre la producción industrial mostró de nueva cuenta una reducción de 0.4 por ciento, con lo que acumula tres caídas mensuales consecutivas.
A su interior, salvo la construcción que mostró un ligero repunte de 0.6 por ciento mensual, el resto de sus componentes se contrajo: minería -0.8 por ciento, electricidad gas y agua -3.8 por ciento y manufacturas -0.7 por ciento.
Tomando cifras originales, la producción industrial mostró en diciembre un retroceso significativo de 2.5 por ciento anual, por debajo de nuestro pronóstico de -1.6 por ciento.
El cierre del año implica un avance promedio en el 2018 de 0.2 por ciento.
La mayor fuente de debilidad en el crecimiento de la producción industrial provino de la actividad minera, y en particular, de la producción de petróleo y gas, que en diciembre disminuyó 8.4 por ciento y en todo el año 5.5 por ciento.
También la construcción mostró malos resultados al final del año con una caída anual de 4.3 por ciento en diciembre, con lo que promedió el año con un escaso avance de sólo 0.6 por ciento.
En tanto que la manufactura tuvo un desempeño positivo al crecer 1.7 por ciento en todo el año, pero mostró una franca desaceleración hacia finales del año con un crecimiento anual de 0.2 por ciento en diciembre.