Tiempo de lectura aprox: 17 minutos, 9 segundos
El Banco de México anunció que mantiene la tasa de interés en su nivel de 8.25 por ciento, sin embargo el comunicado presentó tono similar a los anteriores.
La decisión de la Junta de Gobierno es consecuencia del dato inflacionario anunciado por el Inegi, que resultó bastante positivo, así como por la nueva tendencia en la política monetaria de Estados Unidos.
No obstante, considera que el balance de riesgos para el crecimiento se continúa sesgado a la baja, en tanto que observa numerosas presiones inflacionarias.
La decisión de este miércoles era particularmente esperada por ser la primera en la que participan dos subgobernadores nominados por la actual administración federal.
Por tal motivo, resulta significativo que la decisión de política monetaria fuera resultado de una decisión unánime de los miembros de la Junta de Gobierno.
Los integrantes que participan por vez primera en la decisión de política monetaria son Gerardo Esquivel Hernández y Jonathan Ernest Heath Constable.
Entre los principales aspectos que sustentó la Junta de Gobierno su decisión de mantener la tasa de interés interbancaria en su nivel más alto desde que se establece un objetivo inflacionario, se encuentran:
- Desaceleración de la economía global,
- cierta debilidad de la demanda interna y
- factores de carácter transitorio que podrían afectar al crecimiento del primer trimestre del año, incluyendo dentro de estos los asociados a la distribución de combustibles e interrupciones en vías de comunicación.
De manera colateral, la Junta encontró que lo mercados nacionales tuvieron una mejoría por una combinación de factores internos y externos:
- la reducción en las tasas de interés en Estados Unidos y el debilitamiento del dólar,
- el Paquete Económico aprobado para 2019 y la aceptación de los inversionistas a la oferta de recompra de bonos del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
No obstante, advierten los integrantes de la Junta, de algunos retos:
- los que enfrenta Pemex, luego que Fitch anunció la reducción de su calificación crediticia, lo que implicará mayores costos de financiamiento para dicha empresa.
- el cumplimiento de las metas fiscales expuestas en el Paquete Económico 2019.
- Los derivados de la magnitud de los aumentos al salario mínimo, además de su posible impacto directo, o que propicien revisiones salariales que rebasen las ganancias en productividad y generen presiones de costos, con afectaciones en el empleo formal y en los precios.
Respecto a la trayectoria de la inflación, el comunicado señala que el componente no subyacente presentó el mayor descenso, mientras que el subyacente mantiene una resistencia a descender.
Consideraciones de Monex
Por decisión unánime, Banxico mantuvo la tasa de referencia en su nivel actual de 8.25 por ciento
Los miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México decidieron por unanimidad mantener la tasa de referencia en su nivel actual de 8.25 por ciento, en línea con nuestro pronóstico.
De acuerdo al comunicado emitido, la decisión se basa en que la evolución reciente de la inflación y sus determinantes no presentan cambios que comprometan su trayectoria descendente, además de haberse presentado algunos signos de desaceleración económica en las últimas semanas.
La inflación comienza a ceder, de noviembre a enero
disminuyó de 4.72 por ciento a 4.37 por ciento
De noviembre a enero la inflación disminuyó de 4.72 por ciento a 4.37 por ciento, lo que permite mantener la expectativa de que a finales de año el indicador vuelva a colocarse dentro del rango objetivo de 3 por ciento +/- 1 por ciento.
Sin embargo, el Instituto Central señala que dicha tendencia ha sido marcada por el comportamiento de la inflación no subyacente, especialmente por los precios de los energéticos, mientras que la inflación subyacente aún presenta resistencia al declive.
De noviembre a enero, este rubro solo disminuyó 3 puntos bases, pasando de 3.63 por ciento a 3.60 por ciento.
El mapa de riesgos aparece equilibrado
La decisión adoptada también responde a la disminución de algunos de los riesgos previstos en reuniones anteriores.
Particularmente, el comunicado destaca la buena recepción de los inversionistas hacia la oferta de recompra de bonos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como la pausa en el alza de tasas de interés comunicada por la Fed en su junta de enero.
Sin embargo, se añaden algunas líneas respecto a la posibilidad de que las reducciones en la calificación crediticia de Pemex aumenten sustancialmente sus costos de financiamiento, poniendo en riesgo el cumplimiento de las metas fiscales del gobierno.
La curva reduce su pendiente
Durante las últimas cuatro subastas de valores gubernamentales, las tasas se han mantenido por debajo de los niveles máximos en que se habían posicionado desde noviembre de 2018.
Lo anterior se puede explicar por el tono dovish marcado por la Fed y a raíz de datos más positivos de inflación durante el mes.
En la subasta más reciente, el Cete a 28 días se colocó en 7.9 por ciento (+4 puntos base respecto a la subasta anterior), a 91 días se estableció en 8.14 por ciento (-3 pb) y a 182 días se vendió en 8.28 por ciento (-7 pb).
¿Qué esperar?
En las últimas semanas se han contenido algunos de los riesgos, externos y locales, con potencial de impulsar las presiones inflacionarias. Por un lado, la Reserva Federal en Estados Unidos ha establecido que tendrá paciencia para determinar las fechas y ritmos de las próximas alzas en su tasa.
Por otro lado, los últimos datos inflacionarios en México sugieren que las inercias alcistas de precios han sido superadas.
Sin embargo, el comportamiento de la inflación subyacente y los riesgos de finanzas públicas asociados a Pemex se establecen como focos de atención, por lo que no puede descartarse un cambio en la postura monetaria de Banxico ante algún escenario negativo en esta materia.
Finalmente, basados en los indicadores económicos de reciente publicación y en el mensaje expresado a través del comunicado, mantenemos nuestra expectativa de que la inflación se ubicará en 4.0 por ciento para el cierre del año, nivel que no iría acompañado de alzas de tasas por parte del Banco Central.
La próxima reunión se llevará a cabo el día 28 de marzo.
Posterior al anuncio de la decisión, la moneda mexicana se depreció en 0.25 por ciento y se cotiza alrededor de 19.15 pesos por dólar.
Consideraciones de Banorte
Decisión de política monetaria de Banxico, menos hawkish, pero no tanto como esperaba el mercado
Banxico mantuvo la tasa de referencia sin cambios en 8.25 por ciento, en línea con lo esperado.
El banco central anunció su decisión de mantener la tasa de referencia en un nivel de 8.25 por ciento, en línea con nuestras expectativas y las del mercado. Al igual que en la reunión pasada, la decisión fue unánime.
Adicionalmente, destacamos que esta fue la primera en la que tanto Gerardo Esquivel como Jonathan Heath participaron como miembros de la Junta de Gobierno.
El banco central reconoció cambios en el panorama global.
En este contexto, considera que el escenario es ahora más retador, inclusive citando cierta desaceleración económica en el 4T18.
La Junta de Gobierno destacó diversas fuentes de riesgo adicionales, tales como un aumento en las tensiones comerciales entre EU y China, así como una mayor debilidad en el crecimiento económico de este último país y los riesgos derivados del Brexit.
Adicionalmente, destacaron la modificación en la comunicación de la Reserva Federal en EU, mostrando una inclinación a ser pacientes con el ritmo de normalización de la tasa de interés.
Cabe destacar que el banco central mantuvo la postura monetaria relativa que se tiene con ese país como segundo factor dentro de su toma de decisiones, aunque agregó que persisten riesgos en el panorama externo.
Reacción positiva del mercado financiero local a temas nacionales, aunque consideran que se requiere prudencia.
Si bien gran parte de esto se explica por la postura menos hawkish del Fed, que resultó en menores tasas de interés y un debilitamiento del dólar, también se presentaron ciertas condiciones favorables locales que abonaron a un mejor desempeño de los mercados.
Entre ellas, el banco central destacó la aprobación de un paquete económico que busca cumplir con prudencia fiscal, así como las medidas en cuanto a la recompra de bonos del NAICM.
Por el contrario, destacaron también que “…ante los retos que enfrenta Pemex, la agencia calificadora Fitch anunció la reducción de su calificación crediticia, lo que implicará mayores costos de financiamiento para dicha empresa…”.
Tomando en cuenta lo anterior, la autoridad monetaria consideró que el entorno actual presenta riesgos importantes en el mediano y largo plazo, por lo cual continuará implementando una política monetaria prudente y firme.
Riesgos a la baja para el crecimiento.
La Junta de Gobierno reconoció que la actividad económica mostro una desaceleración importante en el 4T18 vs. el trimestre anterior, con el crecimiento del PIB en 0.3 por ciento t/t de acuerdo con la estimación preliminar.
Adicionalmente, el comunicado sugiere que es probable que la desaceleración se extienda a los primeros meses del 2019.
Dentro de las razones que apoyan este argumento destacaron una mayor debilidad en las condiciones globales y de la demanda interna, con un impacto específico y transitorio en el crecimiento durante el primer trimestre como resultado de factores tales como el retraso en la distribución de combustibles y bloqueos en vías férreas.
En este sentido, aunque la Junta de Gobierno no mencionó explícitamente que el balance de riesgos para el crecimiento se haya deteriorado aún más, mencionaron que este se mantiene sesgado a la baja y que las condiciones se holgura se ampliaron en el margen.
Estamos de acuerdo con esta valoración, lo cual podría resultar en menores presiones inflacionarias provenientes del lado de la demanda.
Sin deterioro adicional en el balance de riesgos para la inflación.
Tras las recientes sorpresas a la baja en la inflación, particularmente en el último mes, Banxico eliminó la frase que hace alusión a un deterioro de los riesgos para los precios.
En términos de los riesgos al alza, el comunicado se mantuvo sin cambios.
El banco central mencionó entre ellos:
- La posibilidad de presiones en tipo de cambio;
- un potencial efecto de traspaso derivado del reciente aumento del salario mínimo;
- renovadas presiones en energéticos y agrícolas;
- un escalamiento de las tensiones comerciales; y
- un deterioro de las finanzas públicas.
En contraste con el comunicado previo, esta vez incluyeron riesgos a la baja, mencionando la posibilidad de variaciones más moderadas en precios de algunos bienes del componente no subyacente y un mayor grado de holgura en la economía.
En el primer caso, consideramos que este comentario alude principalmente a la posibilidad de mayores caídas en los precios de la gasolina.
En particular el efecto rezagado de menores precios internacionales del crudo (en conjunto con la fortaleza del peso) pero también por la nueva política de precios la cual implica un techo en términos de las posibles presiones en precios al menudeo.
En nuestra opinión, estos cambios implican un sesgo menos hawkish a pesar de reafirmar la necesidad de mantener una postura prudente y firme y que las expectativas de inflación permanecen por encima del objetivo de 3 por ciento.
Adicionalmente, reiteramos nuestro pronóstico de que la inflación finalizará el año en 3.5 por ciento anual, debajo del consenso de 3.9 por ciento, lo cual proveería de espacio adicional al banco central para mantener la tasa de referencia sin cambios.
Esperamos ahora que Banxico mantenga la tasa de referencia sin cambios en 8.25 por ciento durante todo el 2019 y no solo en la primera mitad del año.
Aunque pensamos que existen argumentos a favor de un recorte de la tasa, consideramos que un entorno altamente incierto evitará que el banco central pueda hacerlo, al menos este año.
Entre otros, pensamos que los factores que argumentan a favor de un recorte en la tasa son:
- Nuestro pronóstico de que la inflación mantendrá una trayectoria a la baja, cerrando 2019 en 3.5 por ciento desde el 4.4 por ciento actual;
- el tono más dovish del Fed, esperando que no aumente la tasa de Fed Funds durante todo este año, induciendo una debilidad generalizada del dólar (ver gráfica abajo a la izquierda) a pesar de que esperamos que repunte hacia final del año;
- el hecho de que el ciclo de alza de Banxico ha sido más agresivo que el del Fed (525pb vs. 225pb), en conjunto con una postura más acomodaticia de otros bancos centrales;
- nuestra perspectiva de una desaceleración de la economía mexicana ante la típica moderación en el primer año de gobierno de una nueva administración federal pero también por el impacto de factores transitorios en el corto plazo; y
- nuestra opinión de que la Junta de Gobierno cuenta con al menos dos miembros con un sesgo más acomodaticio.
Pensamos que la probabilidad de que inicie un ciclo de baja de tasas este año ha aumentado, aunque creemos que permanece relativamente bajo.
En primer lugar, el banco central reafirmó su convicción de mantener una postura prudente y firme para asegurar la convergencia de la inflación a su objetivo de 3 por ciento.
Adicionalmente, nuestros pronósticos todavía incluyen una depreciación del peso hacia adelante, en particular en 4T19.
Otros riesgos incluyen la posibilidad de que la aprobación del T-MEC se retrase en EU ante el renovado liderazgo de los demócratas en la Cámara Baja y la elección general en Canadá en octubre.
Finalmente, la preocupación sobre la posición financiera de Pemex, incluyendo el reciente recorte de calificación de Fitch, que podría limitar una reducción del riesgo soberano y la prima de riesgo en activos locales.
Consideraciones de Citibanamex
Quintilla de ases vota por mantener
tasa de política sin cambio
La renovada Junta de Gobierno de Banxico optó por dejar la tasa de fondeo sin cambio en 8.25 por ciento.
La discusión en el comunicado ofrece una narrativa bien balanceada de riesgos sesgados a la baja para la actividad económica y al alza para la inflación, lo que justifica la decisión unánime de la Junta de mantener la tasa de política en su nivel actual, el más alto de los últimos diez años.
No obstante, notamos que, si bien la elevada incertidumbre era uno de los temas centrales en los más recientes comunicados, este énfasis ciertamente disminuyó en el de hoy, especialmente en el contexto de una apreciación de la cotización del peso, una reducción en su volatilidad, y la caída en las primas de riesgo de las últimas semanas.
Como esperábamos, el comunicado envía un mensaje más “paloma” en términos de actividad económica, al tiempo que se mantiene alerta por importantes riesgos al alza para la inflación.
A pesar de que por primera vez se hayan incorporado a la Junta de Gobierno dos miembros simultáneamente, los mensajes transmitidos en el comunicado se mantuvieron bastante en línea con lo que hemos visto en el pasado.
En términos de actividad económica, la Junta continúa preocupada acerca de los riesgos que podrían afectar a la capacidad de crecimiento de la economía tanto en el corto como en el mediano plazo.
Aunque en esta ocasión no enfatizaron particularmente que esto podría ser resultado de la incertidumbre en torno a las políticas de la nueva administración, sí reconocen que factores como los relacionados con los problemas en la distribución de combustibles o los bloqueos a las vías de comunicación en el país podrían contribuir temporalmente a moderar el ritmo de crecimiento de la actividad económica.
En lo que toca a la inflación, el punto de vista de la Junta sigue siendo bastante “halcón”.
Mientras que el comunicado señala la reciente disminución de la inflación, también sigue proveyendo una larga lista de riesgos al alza y reconoce que la caída en la inflación en las últimas semanas es resultado primordialmente de la menor inflación no subyacente, al tiempo que el índice subyacente continúa presentando cierta resistencia a disminuir.
Aun así, luego de que en comunicados recientes la Junta considerara que no había ningún riesgo a la baja para la inflación, en el más reciente mencionaron dos: reducciones mayores a las esperadas en algunos precios del índice no subyacente y un mayor grado de holgura en la economía.
En suma, percibimos en el comunicado un movimiento cauteloso hacia una postura más neutral, lo cual es congruente con nuestro pronóstico para la tasa de política este año.
Consideramos que el tiempo aún no es el apropiado para celebrar las sorpresas favorables que se han visto en las cifras de inflación recientemente y, en este sentido, aplaudimos que los miembros de la Junta de Gobierno se mantengan cautelosos al respecto.
No obstante, desde nuestra perspectiva, Banxico no se ve muy optimista respecto del panorama para la actividad económica, al tiempo que ve, ligeramente y en términos relativos, menores riesgos para la inflación.
De este modo, creemos que la Junta buscará una ventana de oportunidad para recortar tasas en algún momento del año —aunque no sin suficiente guía futura (forward guidance) al respecto—.
Corroboramos así nuestro pronóstico de dos disminuciones en la tasa de fondeo en 2019, para cerrar el año en 7.75 por ciento.
Consideraciones de Invex
Banxico mantiene tono de preocupación
por cúmulo de riesgos
El descenso de las presiones externas sobre el tipo de cambio y las tasas, así como la desaceleración de la inflación en enero y la ampliación de la holgura en la economía favoreció la decisión unánime de mantener la tasa de referencia sin cambios en 8.25 por ciento.
Sin embargo, el comunicado mantuvo un tono restrictivo al señalar la necesidad de mantener una postura prudente en medio de un escenario altamente incierto.
Los miembros reiteraron un importante cúmulo de riesgos al alza que aún podrían desviar la inflación de la trayectoria esperada.
Entre estos riesgos destacaron:
- una depreciación del peso por factores externos o internos;
- nuevas presiones sobre los precios de los energéticos o de los productos agropecuarios; y
- que la magnitud de los aumentos en el salario mínimo generen afectaciones en el empleo formal y en los precios.
Además, se destacó que la resistencia que ha mostrado la inflación subyacente a bajar podría dar lugar a una mayor reticencia de las expectativas de inflación a disminuir.
Los miembros reconocieron que el entorno actual sigue presentando importantes riesgos de mediano y largo plazo que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país y el proceso de formación de precios, por lo que se señaló necesario “seguir una política monetaria prudente y firme”.
Además, se indicó que la política monetaria debe responder con prudencia si por se eleva considerablemente la incertidumbre.
Cabe destacar que la reunión contó con la participación los nuevos subgobernadores, Gerardo Esquivel y Jonathan Heath.
Expectativa
Consideramos que algunos elementos marcan una mejora, en el margen, del balance de riesgos para la inflación.
Sin embargo, persiste un cúmulo importante de riesgos que ameritan una postura monetaria restrictiva, además de que los miembros consideraron que la evolución reciente de la inflación no presenta cambios significativos respecto a las trayectorias previstas.
Por lo tanto, esperamos que la tasa de política monetaria se mantenga sin cambios en el futuro previsible, aunque se amplía el margen de maniobra para un eventual recorte durante la segunda mitad del año.
Consideraciones de BBVA Bancomer
Banxico se mantiene hawkish; un período de una prolongada política monetaria pausa el escenario más probable.
Moderación poco probable hasta finales de año.
Como era de esperar, en línea con el consenso de los analistas y el precio en los mercados, en una decisión unánime, Banxico decidió dejar la tasa de política monetaria sin cambios en 8.25 por ciento.
La redacción de la declaración se mantuvo hawkish.
En el párrafo de política monetaria, el Consejo repitió que “mantendrá una postura de política monetaria prudente” y ajustará las tasas de “manera oportuna y firme” si es necesario, pero eliminó la referencia de la disposición a “fortalecer la posición de política monetaria” donde corresponda.
En nuestra opinión, esto suaviza la disposición para caminar de la declaración anterior.
Sin embargo, Banxico no suavizó su tono
La Junta reconoció la reciente disminución de la inflación, pero la minimizó al observar que la inflación subyacente se mantiene rígida, sin mencionar la disminución de 3.68 por ciento en diciembre a 3.60 por ciento en enero y destacando que apenas se movió “de 3.63 por ciento en noviembre a 3.60 por ciento en enero”.
La declaración reconoció el reciente descenso en las expectativas de inflación de equilibrio a largo plazo, pero destacó que estas “permanecen en niveles altos”.
La Junta repitió que el balance de riesgos a la inflación permanece inclinado al alza.
Conclusión: en general, como esperábamos, la declaración indica que es poco probable que se produzca un mayor ajuste, pero al mismo tiempo, la Junta se mantuvo optimista y mantuvo un enfoque cauteloso de esperar y ver a corto plazo.
Seguimos esperando que el próximo movimiento en las tasas baje, pero no hasta finales de año.
Anuncio de Política Monetaria
La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en un nivel de 8.25 por ciento.
Entorno internacional
Los indicadores disponibles sugieren que en el cuarto trimestre de 2018 la economía mundial mostró una desaceleración, presentándose un menor dinamismo en la mayoría de las economías avanzadas y algunas emergentes, destacando los casos de la zona del euro, China y, en menor medida, Estados Unidos.
Ello refleja, entre otros factores, los efectos de las tensiones comerciales, una menor confianza en los negocios y choques de naturaleza transitoria.
Este entorno de menor dinamismo de la actividad económica condujo a revisiones a la baja en las perspectivas de crecimiento global en 2019 y 2020 y, aunado a menores precios del petróleo, contribuyó a una moderación de las presiones inflacionarias en las principales economías.
Esto se ha visto reflejado en una expectativa de normalización de la postura monetaria de los principales bancos centrales más lenta, y en menores tasas de interés de corto y largo plazos en Estados Unidos.
Como se esperaba, en enero la Reserva Federal mantuvo sin cambio el rango objetivo para la tasa de fondos federales.
Además, ajustó sustancialmente su mensaje, señalando que serán pacientes para realizar cambios en el rango de su tasa objetivo.
Adicionalmente, indicó que podrían ajustar la política de reducción de su hoja de balance en caso de ser necesario.
En este contexto, los mercados financieros, tanto en economías avanzadas como emergentes, han registrado un desempeño más favorable.
En cuanto a los riesgos para la economía global, destacan la incertidumbre sobre las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, una salida desordenada del Reino Unido de la Unión Europea, un crecimiento de China menor al esperado y un escalamiento en las tensiones políticas y geopolíticas en distintas regiones.
Entorno nacional
Desde la última decisión de política monetaria, los precios de los activos financieros en México mostraron un mejor desempeño.
El peso mexicano registró una apreciación y una disminución en su volatilidad.
Adicionalmente, las primas de riesgo soberano y las tasas de interés de mediano y largo plazos se redujeron, revirtiendo en parte los incrementos que habían registrado en los últimos meses de 2018, si bien aún se mantienen en niveles relativamente elevados.
Entre los factores que contribuyeron al mejor desempeño de los mercados nacionales se encuentran la reducción en las tasas de interés en Estados Unidos y el debilitamiento del dólar, el Paquete Económico aprobado para 2019 y la aceptación de los inversionistas a la oferta de recompra de bonos del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
No obstante, ante los retos que enfrenta Pemex, la agencia calificadora Fitch anunció la reducción de su calificación crediticia, lo que implicará mayores costos de financiamiento para dicha empresa.
Balances de riesgos
El entorno actual sigue presentando importantes riesgos de mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso de formación de precios en la economía.
En este sentido, es particularmente importante que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.
En este contexto, es particularmente relevante que se cumplan las metas fiscales del Paquete Económico para 2019.
Asimismo, es indispensable fortalecer el estado de derecho y abatir la corrupción.
Debilidad en la economía
En el cuarto trimestre de 2018, la actividad económica en México exhibió una desaceleración importante respecto del tercero, la cual podría continuar a inicios de 2019.
Ello en respuesta a la desaceleración de la economía global, a cierta debilidad de la demanda interna y a factores de carácter transitorio que podrían afectar al crecimiento del primer trimestre del año, incluyendo dentro de estos los asociados a la distribución de combustibles e interrupciones en vías de comunicación.
Así, se considera que las condiciones de holgura en la economía se relajaron hacia finales de 2018 e inicios de este año.
Por lo antes señalado, el balance de riesgos para el crecimiento está sesgado a la baja.
Deterioro en la expectativas de inflación
De noviembre a enero, la inflación disminuyó de 4.72 por ciento a 4.37 por ciento.
Este descenso fue producto, principalmente, de la reducción de la inflación no subyacente, toda vez que la inflación subyacente continuó presentando resistencia a la baja al pasar de 3.63 por ciento en noviembre a 3.60 por ciento en enero.
En dicho periodo, la inflación no subyacente disminuyó de 8.07 por ciento a 6.81 por ciento, reflejando menores incrementos en os precios de los energéticos y de los productos pecuarios.
Esto fue contrarrestado parcialmente por mayores aumentos en los precios de las frutas y verduras.
Las expectativas de inflación general para 2019 y 2020 mostraron un claro deterioro en diciembre y cierta mejoría en enero.
Las correspondientes al cierre de 2019 pasaron de 3.71 por ciento en octubre a 3.89 por ciento en diciembre, y luego disminuyeron a 3.80 por ciento en enero.
En cuanto a las expectativas para la inflación subyacente para el cierre de 2019, estas pasaron de 3.45 por ciento en octubre a 3.50 por ciento en diciembre y enero.
Por su parte, las expectativas de inflación general para el mediano y largo plazos siguen ubicándose por encima de la meta permanente de 3 por ciento, en niveles alrededor de 3.50 por ciento.
Respecto a la información derivada de instrumentos de mercado, la prima por riesgos inflacionarios de mediano y largo plazos disminuyó, si bien continúa en niveles elevados.
Inflación, en un entorno de marcada incertidumbre
En cuanto a los riesgos para la inflación, destaca la posibilidad de que la cotización de la moneda nacional se vea presionada por factores externos o internos.
Si la economía requiere un ajuste, ya sea del tipo de cambio real o en las tasas de interés de mediano y largos plazos, el Banco de México contribuirá a que dichos ajustes ocurran de manera ordenada, buscando evitar efectos de segundo orden sobre la formación de precios.
La inflación también se podría ver afectada en caso de que se observen nuevas presiones sobre los precios de los energéticos o de los productos agropecuarios, o si se presenta un escalamiento de medidas proteccionistas y compensatorias a nivel global, o en caso de que se deterioren las finanzas públicas.
Adicionalmente, dada la magnitud de los aumentos recientes en el salario mínimo, además de su posible impacto directo, se enfrenta el riesgo de que estos propicien revisiones salariales que rebasen las ganancias en productividad y generen presiones de costos, con afectaciones en el empleo formal y en los precios.
Para elevar de manera sostenida el poder adquisitivo de los salarios es necesario considerar el papel de otras políticas públicas, en particular, fomentar la competencia en aquellos sectores de bienes y servicios con una participación elevada en la canasta de consumo de los segmentos de la población de menores ingresos.
Además, la persistencia que ha mostrado la inflación subyacente podría dar lugar a una mayor resistencia de las expectativas de inflación de largo plazo a disminuir.
Como riesgos a la baja se encuentran el que se presenten menores variaciones en los precios de algunos bienes incluidos en el subíndice no subyacente, o que las condiciones de holgura se amplíen más de lo previsto.
Tomando en cuenta todo lo anterior, se considera que el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación mantiene un sesgo al alza, en un entorno de marcada incertidumbre.
Decisión de política monetaria
Para guiar sus acciones de política monetaria, la Junta de Gobierno da seguimiento cercano a la evolución de la inflación respecto a su trayectoria prevista, considerando la postura monetaria adoptada y el horizonte en el que esta opera, así como la información disponible de los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazos, incluyendo el balance de riesgos para estos.
A su vez, la política monetaria debe responder con prudencia si por diversas razones se eleva considerablemente la incertidumbre que enfrenta la economía.
En este contexto, considerando que la evolución reciente de la inflación y de sus principales determinantes no presentan cambios significativos respecto a las trayectorias previstas, que la posición cíclica de la economía ha mostrado cierto relajamiento, y que la postura de política monetaria actual es congruente con la convergencia de la inflación a su meta, la Junta de Gobierno ha decidido por unanimidad mantener el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día en un nivel de 8.25 por ciento.
Tomando en cuenta los retos que se enfrentan para consolidar una inflación baja y estable, así como los riesgos a los que está sujeta la formación de precios, la Junta de Gobierno tomará las acciones que se requieran, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia de la inflación general a la meta del Banco de México en el horizonte en el que opera la política monetaria.
Postura monetaria “prudente”
La Junta mantendrá una postura monetaria prudente y dará un seguimiento especial, en el entorno de incertidumbre prevaleciente, al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos, en un contexto externo en el que persisten riesgos, así como a la evolución de las condiciones de holgura en la economía.
Ante la presencia y posible persistencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de esta a su objetivo de 3 por ciento, así como para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazos para que alcancen dicha meta.