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I. Aun buscando en Internet, resulta bastante difícil localizar una biografía y mucho menos una autobiografía del versátil pensador Isaiah Berlin; dueño de una completísima ilustración universal, ruso de nacimiento y de gran parte de su formación que completó como inglés, para lograr ser un investigador, escritor, profesor, periodista, asesor, corresponsal y autor de libros como: Pensadores rusos, Contra la corriente, Vico y Herder, Conceptos y categorías, Marx. Y ensayos sobre Pasternak, Turgénev, Tolstói, la Libertad. “Para la mayoría, de los críticos era evidente que Berlin era un importante pensador filosófico, cuya combinación de indagación histórica, moral (ética) y política le hacían claramente sui generis”. Citó lo escrito por su amigo y colega –aunque distantes, muy cercanos en su pensar por su factor común kantiano–: Robin G Collingwood (1869-1943) en Autobiografía: “la autobiografía de un hombre, cuyo oficio es pensar, debiera ser la historia de su pensamiento”. ¿Es Isaiah Berlin importante para la cultura de las ciencias sociales (dirían Kelsen y el pensador mexicano Guillermo Héctor Rodríguez), de fundamento jurídico? Indudablemente que sí. Ahora, gracias a Michael Ignatieff, autor del libro: Isaiah Berlin, su vida; y a la impecable traducción del inglés al español de Eva Rodríguez Halffer podemos conocer al “ruso, inglés y judío”, que vivió la Revolución de 1917 de Lenin; condenó severamente al estalinismo y reconfiguró “el legado de Kant y Stuart Mill… para adentrarse en la maleza oscura del irracionalismo”.II. “Las lágrimas le brotaban con facilidad a Berlin cuando miraba una película o citaba el Discurso de Gettysburg”. Era el discurso de 2 minutos de Lincoln el 19 de noviembre de 1863: “este es un renacimiento de la libertad, y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no desaparezca de la Tierra”. El estadista que sustentó el liberalismo político sobre los cimientos de la democracia directa para realizar un gobierno popular postulando “los derechos del pueblo frente al gobierno, con cuyos derechos contribuyó a la Declaración de Independencia” (John Zvesper: Enciclopedia del Pensamiento Político). Y autor también de: “Se puede engañar todo el tiempo a una parte del pueblo y a todo el pueblo una parte del tiempo, pero no se puede engañar todo el tiempo a todo el pueblo”. Los dos pilares de la democracia directa y del populismo ferozmente atacado por quienes desprecian al pueblo. Ante los planteamientos de Lincoln, Isaiah Berlin reflexionaba sobre las creaciones de la voluntad-jurídica, el sentimiento-ético y lo lógica del conocimiento de las ciencias sociales de fundamento jurídico y las ciencias naturales de fundamento matemático; la pedagogía de Kant y Pestalozzi y la sicología a partir de Freud, con las creaciones de la literatura, desde Homero, la música a partir de Mozart, la pintura con Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael; la escultura con Fidias, etcétera; y que “el hombre es la medida de todas las cosas” desde Protágoras.
III. Amante del diálogo, de preguntar y construir la respuesta, Berlin conversó con Keynes, Freud, Churchill, Virginia Woolf, Vladimir Nabokov, Gilbert Murray, Arthur Schlesinger hijo, Pasternak y muchos más, para postular que “La libertad negativa era la esencia del credo político auténticamente del liberalismo político: permitir al individuo que haga lo que quiera (le faltó decir: jurídicamente), siempre que sus actos no interfieran en la libertad de los demás
Ficha bibliográfica:
Autor: Michael Ignatieff
Título: Isaiah Berlin
Editorial: Taurus, 2018
Álvaro Cepeda Neri*