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La Junta de Gobierno del Banco de México decidió incrementar 25 puntos base el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día a un nivel de 8.00 por ciento.
En su comunicado señaló que, la política monetaria debe responder con prudencia si por diversas razones se eleva considerablemente la incertidumbre que enfrenta la economía.
En este contexto, y considerando que el balance de riesgos para la inflación muestra un sesgo al alza y que este se ha deteriorado de manera importante,
Dicho balance se percibe por la Junta de Gobierno tanto bajo una perspectiva de corto como de mediano plazo.
Por ello, decidió por mayoría incrementar en 25 puntos base el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día a un nivel de 8.00 por ciento.
Explica el comunicado que un miembro votó por incrementar la tasa objetivo en 50 puntos base.
Incertidumbre, una constante
Incertidumbre fue una constante de la última Junta en la que participa Roberto del Cueto y penúltima, de las programadas, de Manuel Ramos Francia, ambos subgobernadores.
Lo relevante es que la mayor fuente de incertidumbre, la atribuye a las decisiones adoptadas y por conocer en el proceso de transición política del país.
Ante ello, el banco central puso énfasis en señalar las limitaciones de la política monetaria y la necesidad de que ésta se acompañe de políticas responsables.
El comunicado indicó, al respecto que “es particularmente relevante que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien una mayor productividad, un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas, reforzando la transparencia y la rendición de cuentas de las políticas públicas”.
De manera adicional insistió respecto a las resistencias para alcanzar la meta inflacionaria, los precios de las gasolinas son impactados por la disminución de estímulos fiscales, entre otros factores.
Lo que reconoce de manera explícita es que persiste la moderación de la expansión económica global, acentuada en algunas regiones.
Consideraciones de Invex
El comunicado destacó:
- la depreciación adicional del peso presionada tanto por mayores tasas de interés externas, como por otros factores externos e internos;
- que persistan presiones en los precios de los energéticos o incrementos en los de los productos agropecuarios;
- un escalamiento de medidas proteccionistas y compensatorias a nivel global; y
- un deterioro de las finanzas públicas.
También se mantuvo la preocupación de que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias en productividad y presionen la inflación.
Consideramos que el comunicado muestra un sesgo más restrictivo a lo observado en la última decisión y deja la puerta abierta a incrementos adicionales ante un escenario que seguirá altamente volátil y con un alto grado de incertidumbre.
Por lo tanto, descartamos la posibilidad de un ciclo de bajas en el mediano plazo.
Consideraciones de Ve por Más
Factores como la reciente aceleración en la inflación subyacente, la materialización de efectos indirectos del alza de los precios de los energéticos y un entorno interno de mayor incertidumbre que potencialmente puede producir un mayor efecto traspaso del tipo de cambio al consumidor final, nos llevan a considerar que Banxico cuenta con un menor margen para recortar las tasas de interés el próximo año.
En línea con lo anterior, estimamos que la tasa objetivo se mantenga en un nivel similar al actual, al menos durante la primera mitad de 2019.
Consideraciones de Scotiabank
Con esta decisión el Banxico se encuentra a 25 pb de alcanzar el máximo nivel de su tasa objetivo desde que se implementó la tasa objetivo como instrumento de política monetaria en 2008.
Entre los factores decisivos para la siguiente decisión tenemos: el paquete económico que presentará el nuevo gobierno; el nuevo subgobernador de Banxico que sustituirá a Roberto del Cueto; las nuevas consultas ciudadanas sobre el tren maya y las refinerías; el desarrollo de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos; y la decisión de política monetaria de la Reserva Federal de diciembre ? que se espera incremente en 25 pb el rango de la tasa de fondos federales.
Consideraciones de Banorte
Percibimos un tono más hawkish en el comunicado, con Banxico mostrando preocupación por eventos recientes.
En particular, destacaron que la cotización del peso mexicano se vio afectada por factores externos, así como por “…el anuncio acerca de la intención de cancelar el Proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y, en general, por la preocupación de los mercados por las políticas de la nueva administración y algunas iniciativas legislativas…”.
En este sentido, la autoridad monetaria mencionó que esto resultó en un incremento en la prima de riesgo que demandan los inversionistas en activos nacionales.
Más aún, comentaron que esto significa riesgos para el panorama en el mediano y largo plazo en términos de las condiciones macroeconómicas del país, así como para el crecimiento potencial y la formación de precios.
Mayor preocupación sobre la inflación.
En nuestra opinión, varios enunciados sugieren que la Junta de Gobierno está más preocupada por el panorama inflacionario, no solamente en el corto plazo. En primer lugar, mencionaron que la inflación “…enfrenta riesgos importantes relacionados con la posible adopción de políticas que afecten estructuralmente el proceso de formación de precios en la economía…”.
Adicionalmente, “…el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación se ha deteriorado y muestra un importante sesgo al alza…”, inclusive después de este incremento y más en línea con nuestra expectativa.
Finalmente, destacamos que a diferencia de comunicados previos, en éste no se incluyó una referencia explícita a los riesgos a la baja para la inflación.
En este sentido, será muy importante la actualización a los estimados de inflación dentro del Informe Trimestral (a publicarse el próximo 28 de noviembre).
Expectativa
A pesar del tono más hawkish, mantenemos nuestra expectativa de que la tasa de referencia se mantendrá en 8.00 por ciento.
Adicionalmente, creemos que está se mantendrá en este nivel por lo menos hasta el fin de la primera mitad del año, aunque reconociendo mayores riesgos de alzas adicionales.
Nuestra expectativa se basa en:
(1) Un paquete económico responsable para 2019.
En nuestra opinión, la nueva administración continuara con el esfuerzo de consolidación fiscal, proponiendo un superávit primario de entre 0.5 por ciento y 0.8 por ciento del PIB así como un déficit general de alrededor de 2.5 por ciento del PIB.
En este sentido, la publicación del presupuesto confirmará a los inversionistas el compromiso de la nueva administración de mantener finanzas públicas sanas así como la estrategia de reducir la deuda pública como porcentaje del PIB.
En nuestra opinión, la volatilidad en los mercados podría reducirse tras la publicación.
(2) Fundamentos macroeconómicos sólidos.
Cabe recordar que la economía mexicana se encuentra en una posición de fortaleza para hacer frente a choques adversos.
Si bien el balance de riesgos a nivel local se ha deteriorado, los fundamentos macroeconómicos se encuentran en una mejor posición en comparación con el periodo más reciente en el cual la tasa de referencia se encontraba en un nivel similar al de ahora.
En este sentido, ciertos indicadores clave, tales como el CDS de 5 años actualmente en 149pb, está considerablemente por debajo del promedio observado en el 4T08 de 357pb, cuando la tasa de referencia se ubicaba en 8.25 por ciento.
Adicionalmente, la dependencia fiscal a los ingresos petroleros dejaba al país en una posición más vulnerable, ya que representaban 44 por ciento de los ingresos de la federación, mientras que ahora solamente contribuyen con 17 por ciento (al cierre del 2017).
En cuanto a la deuda del gobierno, la duración promedio se ha incrementado al pasar de 3.5 a 5 años en el mismo periodo.
Finalmente, las reservas internacionales, incluyendo la línea de crédito flexible aprobada por el FMI, se encontraban significativamente por debajo de su nivel actual (Actual: 260mmd vs.152.5mmd promedio en el 4Q08).
Esto contrasta con los niveles del EMBI+ México, que parecerían mostrar una situación más deteriorada, considerando que este se ubica en 227pb, muy cercano al máximo de 231pb observado en junio del 2008 (consultar la tabla siguiente).
(3) Una tasa real en terreno restrictivo.
De acuerdo a Banxico, la tasa real de equilibrio de corto plazo se ubica cerca de 1 por ciento, mientras que la de largo plazo oscila en un rango entre 1.7 por ciento y 3.3 por ciento (punto medio: 2.5 por ciento).
Después de este incremento, la tasa de interés real ex-ante ha alcanzado un nivel de 4 por ciento, considerablemente por arriba del equilibrio.
Adicionalmente, la tasa de interés nominal actual en 8.00 por ciento se ubica solamente 25pb por debajo del máximo alcanzado desde que se implementó una política monetaria basada en la tasa de referencia objetivo como principal herramienta.
Entorno más retador en 2019
Para 2019 esperamos que la tasa de referencia permanezca en 8.00 por ciento al menos durante la primera mitad del año, aunque reconocemos que el balance de riesgos para mayores alzas ha aumentado ante la combinación de factores tanto externos como internos.
En este sentido y en lo que va del año, Banxico ha destacado que mantendrá una postura monetaria prudente considerando un entorno más retador.
Más aún, y a pesar del incremento de hoy, mencionaron que “…la Junta de Gobierno tomará las acciones que considere necesarias, en particular el mantenimiento o un posible reforzamiento de la postura monetaria actual a fin de que la inflación general converja a la meta del Banco de México en el horizonte en el que opera la política monetaria…”.
A pesar de lo anterior, creemos que la Junta de Gobierno parecería estar poco dispuesta a continuar incrementando la tasa dado que el crecimiento económico en 2019 probablemente se modere (como lo sugiere el comportamiento histórico del PIB en el primer año de una nueva administración) y que la inflación subyacente continuará con su tendencia a la baja y mantendrá su convergencia al objetivo durante la segunda mitad del año, así como a los factores antes mencionados.
Consideraciones de Oxford Economics
La controversia aeroportuaria desencadenó la incertidumbre interna en México, que ahora se ubica entre las listas de riesgos al alza para la inflación que ya están apiladas.
El largo ciclo de ajuste de tres años podría extenderse hasta 2019.
Octubre de 2018 podría marcar el mes en que la incertidumbre relacionada con Trump fue reemplazada por la incertidumbre relacionada con AMLO.
El optimismo surgió a principios de octubre después de que finalmente se acordara la USCMA, pero la perspectiva positiva se vio frenada rápidamente por la decisión de México de cancelar un proyecto de aeropuerto más tarde ese mes.
Después de la severa depreciación de la moneda que siguió, Banxico no tuvo más remedio que implementar una subida de tasas de 25 puntos básicos en las perspectivas de una moneda más débil y una inflación por encima del objetivo por más tiempo.
Como era de esperar, Banxico considera que el balance de riesgos para la inflación se ha “deteriorado significativamente” y repitió su intención de “posiblemente fortalecer la posición monetaria actual”, lo que significa que ahora hay más alzas de tasas en la mesa.
Además, las autoridades monetarias han destacado que la inflación subyacente ha mostrado “una resistencia a la disminución”, en un momento en que un peso mexicano más débil anuncia nuevas presiones inflacionarias que gradualmente se filtrarán a través de la economía en los próximos meses.
Expectativa
Hemos modificado nuestras expectativas de inflación y tasa de política de 2019 a 4.1 por ciento (de 3.7 por ciento) y de 8.0 por ciento (de 7.25 por ciento), respectivamente.
Sin embargo, si AMLO no recupera su “beneficio de la duda” otorgado por los mercados financieros y la comunidad empresarial, nuestro análisis de escenarios sugiere que Banxico no dudará en aumentar la tasa de referencia tres veces más en 2019 (en conjunto con la Reserva Federal) para 8.75 por ciento.
Consideraciones de Valmex
El anuncio de política monetaria del Banco de México mostró un sesgo hawkish.
Dentro del anuncio la junta de gobierno muestra preocupación por: la reciente decisión de cancelar la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco, la reacción de los mercados por algunas propuestas de política y las recientes iniciativas de los legisladores, lo que llevó a varias agencias calificadoras a cambiar la perspectiva de la deuda soberana del país de estable a negativa.
A su vez, las primas de riesgo soberano y las tasas de interés en México de mediano y largo plazos registraron incrementos considerables.
Consideraciones de BBVA
En un comunicado crítico con las decisiones tomadas y posibles de la nueva administración, Banxico señala algunas de las razones para aumentar la tasa de referencia:
- La persistencia de la inflación subyacente
- El aumento de las expectativas de inflación, principalmente de las medidas derivadas de instrumentos de mercado
- El deterioro del balance de riesgos para la inflación y su “importante sesgo al alza”.
- La preocupación por las posibles políticas de la nueva administración:
“[…] la inflación enfrenta riesgos importantes relacionados con la posible adopción de políticas que afecten estructuralmente el proceso de formación de precios en la economía”
“[…] la inflación también podría verse afectada […] por un deterioro de las finanzas públicas”
La economía enfrenta “[…] importantes riesgos de mediano y largo plazo que pudieran afectar […] la formación de precios en la economía”.
Destaca el tono hawkish del comunicado y el que un miembro de la Junta de Gobierno votara por aumentar 50pb.
Los riesgos están sesgados a una nueva alza de 25pb en la reunión de diciembre, aunque de momento no es nuestro escenario base.
Será determinante el resultado del presupuesto fiscal para 2019.
No hay margen de error, una mala señal tendría un efecto importante en las variables financieras e inclinaría la balanza hacia una nueva alza de 25pb a 8.25 por ciento en diciembre.
Consideraciones de Citibanamex
La innovación del comunicado es su segundo párrafo, en el que se destacaron factores asociados a la nueva administración que deterioraron la perspectiva macroeconómica del país; estamos de acuerdo con dichas consideraciones.
Banxico mencionó cómo eventos recientes, como la propuesta de cancelar el proyecto vigente del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y otras medidas de la administración entrante, tuvieron un marcado impacto sobre las primas de riesgo que requieren ahora los inversionistas en el rendimiento de los activos mexicanos.
Para la Junta de Gobierno, estos eventos son preocupantes ya que podrían tener impactos sobre las condiciones macroeconómicas en el mediano y largo plazo, así como sobre el crecimiento potencial y el proceso de formación de precios.
Enfatizaron también la importancia de generar un entorno de confianza y certidumbre para la inversión, que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas y que se fortalezca la transparencia y el sistema de rendición de cuentas de las políticas públicas.
Mensaje más convencional
En relación con los determinantes de la decisión de política monetaria destacados, Banxico envía un mensaje más convencional.
En su análisis del balance de riesgos para la actividad, enfatiza un deterioro marginal —lo que interpretamos como un factor poco decisivo en esta coyuntura—.
En su balance de riesgos para la inflación, adicionalmente al monitoreo usual de la trayectoria reciente de la inflación, hay dos aspectos que es relevante enfatizar:
- a) el incremento en las primas inflacionarias de mediano y largo plazo, de acuerdo a lo que Banxico ve en instrumentos financieros de mercado; y
- b) el efecto potencial que las políticas de la nueva administración tengan sobre la formación de precios.
En relación con este último punto, destaca el argumento,
“Si la economía requiere un ajuste del tipo de cambio real, así como tasas de interés de mediano y largos [sic] plazos más elevadas, el Banco de México contribuirá a que los ajustes necesarios de la economía ocurran de manera ordenada, buscando evitar efectos de segundo orden sobre la formación de precios”.
Al respecto, nuestra perspectiva de que Banxico se mantendrá alerta a la validación de cambios potenciales en el equilibrio nominal de la economía parecería correcta, aunque aparentemente dicha validación sería justificada por preocupaciones más convencionales sobre la inflación y no sobre consideraciones de estabilidad financiera (que es lo que nosotros pensamos tendría mayor relevancia).
Expectativa
Así, no pensamos que este sea el final de la historia: seguimos considerando que la tasa objetivo de Banxico cerrará el año en 8.25 por ciento, dado que ahora cambiamos nuestra expectativa a que haya un incremento de 25pb más en la reunión de diciembre.
La necesidad de poner en la balanza las consideraciones que afectan a la formación de precios de la economía vs. aquéllas relacionadas con la estabilidad financiera probablemente signifique un ritmo más gradual en el actuar del Banco.
No obstante, la visión reflejada en el comunicado, la lista de factores que habrá que seguir monitoreando y la retórica en general del comunicado sugieren que la probabilidad de un incremento el próximo 20 de diciembre es en efecto elevada.
En particular, la oración: “el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación se ha deteriorado y muestra un importante sesgo al alza, en un entorno de marcada incertidumbre”, así como el hecho de que un miembro de la Junta de Gobierno se manifestó por incrementar la tasa en 50pb, favorece la perspectiva de un incremento adicional de 25pb en diciembre.
Dado lo anterior, mantenemos nuestra perspectiva de que la tasa de referencia finalice 2018 en 8.25 por ciento.
Anuncio de Política Monetaria
La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido incrementar en 25 puntos base el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día a un nivel de 8.00 por ciento.
Entorno mundial
En el tercer trimestre de 2018, la economía mundial continuó expandiéndose, si bien de manera más moderada y acentuándose la divergencia en el desempeño de distintas regiones y países.
En contraste con la zona del euro, Japón y el Reino Unido, que han crecido por debajo de lo previsto, en Estados Unidos la expansión de la actividad económica fue relativamente elevada, en parte como respuesta al estímulo fiscal adoptado.
En este entorno, la inflación global mantuvo una tendencia al alza, si bien en el margen se ha observado cierta moderación y diferencias significativas entre países.
Los precios internacionales del petróleo se han reducido considerablemente, especialmente por factores de oferta.
Como se anticipaba, la Reserva Federal mantuvo sin cambio el rango objetivo para la tasa de fondos federales en noviembre y reiteró su previsión de aumentos graduales para dicha tasa.
Para 2018 y 2019 las perspectivas de crecimiento para la economía global se han revisado ligeramente a la baja por los efectos del escalamiento en las disputas comerciales y el apretamiento de las condiciones financieras globales, acentuándose importantes riesgos de corto y mediano plazo.
En este entorno, en las últimas semanas los mercados financieros internacionales mostraron episodios de volatilidad y los precios de los activos de las economías emergentes registraron un desempeño negativo, con diferencias de acuerdo a sus fundamentos macroeconómicos y a factores idiosincrásicos.
Desde la última decisión de política monetaria el peso mexicano registró una depreciación importante.
Entorno nacional
Además de los factores externos ya mencionados, la cotización del peso se vio afectada por el anuncio acerca de la intención de cancelar el Proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y, en general, por la preocupación de los mercados por las políticas de la nueva administración y algunas iniciativas legislativas, lo que llevó a varias agencias calificadoras a cambiar la perspectiva de la deuda soberana del país de estable a negativa.
A su vez, las primas de riesgo soberano y las tasas de interés en México de mediano y largo plazos registraron incrementos considerables, muy por encima de lo observado en otras economías emergentes, reflejando un fuerte incremento en las diferentes primas de riesgo que demandan los inversionistas por mantener activos nacionales.
Este entorno presenta importantes riesgos de mediano y largo plazo que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y la formación de precios en la economía.
Por ello, es particularmente relevante que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien una mayor productividad, un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas, reforzando la transparencia y la rendición de cuentas de las políticas públicas.
Balance de riesgos para el crecimiento
La información oportuna indica que en el tercer trimestre de 2018 la actividad económica en México repuntó, luego de la contracción registrada en el segundo trimestre.
Se estima que las condiciones de holgura en la economía se apretaron ligeramente respecto al trimestre anterior, si bien se mantienen en niveles menos estrechos que los observados a principio de año.
El balance de riesgos para el crecimiento desde una perspectiva cíclica continúa sesgado a la baja y se ha deteriorado en el margen debido, en gran medida, al complejo entorno externo que enfrenta la economía mexicana y a los elementos de incertidumbre internos ya mencionados.
Inflación incontenible
En el mes de octubre, la inflación se ubicó en un nivel de 4.90 por ciento, reflejando aún los incrementos en los precios de los energéticos que se han venido registrando desde junio, principalmente de la gasolina y del gas L.P.
Dichos incrementos fueron resultado de la evolución de sus referencias internacionales y, en el caso de las gasolinas, de una disminución en los estímulos fiscales aplicables a sus cotizaciones nacionales.
Ello ha contribuido a que la inflación no subyacente se mantenga en niveles elevados por un periodo prolongado.
Asimismo, dichos choques han afectado a la inflación subyacente por los efectos indirectos que han tenido sobre los costos de producción.
Otros factores también han contribuido a la persistencia registrada por la inflación subyacente.
En particular, dicho subíndice ha mostrado un elevado grado de resistencia a disminuir, inclusive incrementándose de 3.67 a 3.73 por ciento de septiembre a octubre.
Expectativa de mayor inflación en 2018
En este contexto, las expectativas de inflación general para el cierre de 2018 basadas en encuestas se ajustaron de 4.50 a 4.61 por ciento en ese lapso, y las correspondientes al cierre de 2019 se mantuvieron alrededor del mismo nivel.
A su vez, las expectativas de inflación subyacente para el cierre de 2018 aumentaron de 3.53 a 3.59 por ciento en dicho periodo, y las correspondientes al cierre de 2019 se mantuvieron prácticamente sin cambios.
Asimismo, las expectativas de inflación general para el mediano y largo plazos permanecieron alrededor de 3.50 por ciento.
Por otra parte, la información derivada de instrumentos de mercado sugiere un incremento considerable en los riesgos inflacionarios de mediano y largo plazos.
Como ya se señaló, la inflación enfrenta riesgos importantes relacionados con la posible adopción de políticas que afecten estructuralmente el proceso de formación de precios en la economía.
Destaca que la cotización de la moneda nacional continúe viéndose presionada tanto por mayores tasas de interés externas, como por otros factores externos e internos.
Deterioro de la expectativa inflacionaria
Si la economía requiere un ajuste del tipo de cambio real, así como tasas de interés de mediano y largos plazos más elevadas, el Banco de México contribuirá a que los ajustes necesarios de la economía ocurran de manera ordenada, buscando evitar efectos de segundo orden sobre la formación de precios.
Por otro lado, la inflación también se podría ver afectada en caso de que persistan presiones en los precios de los energéticos o incrementos en los de los productos agropecuarios; que se presente un escalamiento de medidas proteccionistas y compensatorias a nivel global; y un deterioro de las finanzas públicas.
Además, por los choques observados y los niveles que ha alcanzado la inflación, existe el riesgo de que se presenten efectos de segundo orden en la formación de precios.
También se podrían generar presiones en la economía en la medida en que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias en productividad.
Tomando en cuenta todo lo anterior, se considera que el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación se ha deteriorado y muestra un importante sesgo al alza, en un entorno de marcada incertidumbre.
Decisión de política monetaria
Para guiar sus acciones de política monetaria, la Junta de Gobierno da seguimiento cercano a la evolución de la inflación respecto a su trayectoria prevista, considerando la postura monetaria adoptada y el horizonte en el que esta opera, así como la información disponible de los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazos, incluyendo el balance de riesgos para estos.
A su vez, la política monetaria debe responder con prudencia si por diversas razones se eleva considerablemente la incertidumbre que enfrenta la economía.
En este contexto, y considerando que el balance de riesgos para la inflación muestra un sesgo al alza y que este se ha deteriorado de manera importante, tanto bajo una perspectiva de corto como de mediano plazo, la Junta de Gobierno ha decidido por mayoría incrementar en 25 puntos base el objetivo para la tasa de interés interbancaria a un día a un nivel de 8.00 por ciento.
Un miembro votó por incrementar dicho objetivo en 50 puntos base.
Prioridad por la convergencia hacia la meta inflacionaria
Tomando en cuenta los retos que se han enfrentado para consolidar una inflación baja y estable, así como los riesgos a los que está sujeta la formación de precios, la Junta de Gobierno tomará las acciones que considere necesarias, en particular el mantenimiento o un posible reforzamiento de la postura monetaria actual, con el fin de que la inflación general converja a la meta del Banco de México en el horizonte en el que opera la política monetaria.
La Junta mantendrá una postura monetaria prudente y dará un seguimiento especial, en el entorno de incertidumbre prevaleciente, al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos en un contexto externo adverso, así como a la evolución de las condiciones de holgura en la economía.
Ante la presencia y posible persistencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de esta a su objetivo de 3 por ciento, así como para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazos para que alcancen dicha meta.