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El indicador mensual de la actividad económica (IGAE) creció 0.5 por ciento en mayo con cifras ajustadas por estacionalidad.
En su interior, registró un incremento en el sector primario y de servicios, con tasas de 2.7 y 0.6 por ciento, respectivamente.
Mientras que el sector secundario tuvo un crecimiento marginal de 0.1 por ciento mensual.
Comparados con el mismo mes de 2017, las lecturas son muy diferentes dado que hace un año presentó una caída de 0.6 por ciento.
De esa manera, el dato de 0.5 por ciento, responde a cierta recuperación en el ritmo de avance mensual de sus tres componentes.
Los cuales pasaron de -0.5 por ciento a 0.6 por ciento en los servicios, la industria de -0.4 por ciento a 0.1 por ciento y del sector agropecuario de -2.3 por ciento a 2.7 por ciento.
Avance anual de 2.2 por ciento
En términos anuales, el IGAE aumentó 2.2 por ciento anual bajo las series originales.
La cifra fue mucho más sólida que el crecimiento previo de 1.4 por ciento anual en abril y del promedio de 1.8 por ciento anual entre marzo y abril.
Es relevante ver que en el sector secundario, la minería profundizó su caída de 6.6 por ciento anual posterior a -5.1 por ciento anual en el mes anterior.
Además, la generación de energía eléctrica pasó de un crecimiento anual positivo de 4.5 por ciento anual en abril a territorio negativo de -2.7 por ciento en mayo.
Estas bajas fueron compensadas por un robusto crecimiento de las manufactureras de 2.8 por ciento anual, menor a 5.3 por ciento anual del mes previo.
Finalmente, en el sector de servicios, el transporte vio el mayor incremento de todos los componentes con 6.3 por ciento anual además de que las ventas al mayoreo y al menudeo subieron en 4.4 y 3.5 por ciento anual respectivamente.
Mientras que por el lado del entretenimiento, acumuló su cuarta caída consecutiva al registrar una tasa de 3.7 por ciento anual, después de caer 0.7 por ciento anual en abril.
El IGAE avanza con fuerza, pero mantiene debilidades
Sin dejar de reconocer el avance mostrado por la economía, los analistas del mercado expusieron sus consideraciones y expectativas, que en ningún caso se hizo alguna variación de pronóstico para el cierre anual.
Consideraciones de Sctotiabank
Ya sin el efecto distorsionante de “Semana Santa”, que le indujo un resultado negativo en marzo, pero positivo en abril, el IGAE en el quinto mes del año exhibió un dinamismo similar al observado durante el primer bimestre del año.
Eso fue producto de una débil evolución industrial, misma que fue compensada por un vigoroso desempeño agropecuario y un sólido avance del sector servicios.
Expectativas de Citibanamex
La actividad económica fue mejor de lo que esperábamos pero no lo suficiente para modificar nuestro pronóstico de 2.3 por ciento anual en 2018.
La incertidumbre, a pesar de la disposición de las autoridades mexicanas, canadienses y norteamericanas, de una renegociación del TLCAN en el corto plazo son suficientes para apreciar la moneda y podría retrasar la inversión privada.
Mientras que una escasa inversión pública durante el periodo de transición gubernamental debería implicar un comportamiento inercial de la economía en el resto del año.
Ello, a pesar del incremento en la confianza del consumidor debido al resultado de la elección presidencial.
Expectativas de Invex
Los datos sugieren un crecimiento cercano a 2.5 por ciento durante el segundo trimestre, aunque consideramos que persiste un escenario de incertidumbre que lastrará el crecimiento durante la segunda mitad del año, por lo que mantenemos nuestra expectativa de crecimiento del PIB en 2.1 por ciento para este año.
La reducción en la plataforma de producción petrolera y la menor inversión lastran el crecimiento del sector industrial, aunque una mayor demanda externa y mayor gasto público apoyarán un repunte del sector tras la contracción del año pasado.
Por otro lado, la firmeza del mercado laboral y las remesas seguirán apoyando el consumo, aunque el aumento de los precios de gasolinas y del costo de endeudamiento sugiere una desaceleración.
Expectativas de Banorte
Consideramos que el dinamismo económico continuará en los próximos meses.
En lo que se refiere a la actividad industrial, anticipamos que la producción manufacturera continuará impulsando al sector, particularmente ante la depreciación de la divisa mexicana que se observó en junio, lo cual tendrá un impacto positivo sobre las exportaciones y la producción manufacturera mexicana.
Aunado a esto, la producción minera seguirá restando impulso a la producción industrial total, mientras que la actividad en el sector construcción seguirá avanzando, aunque a un ritmo moderado.
Para los servicios, continuamos pensando que estos serán el motor de crecimiento de la economía mexicana, en particular por un mayor dinamismo en las ventas al menudeo, las cuales continuarán siendo impulsadas por las condiciones favorables en el mercado laboral.
Expectativas de HR Ratings
A pesar de los repuntes mensuales, los componentes de servicios e industrial continuaron desacelerándose de manera trimestral, que presentan una tendencia decreciente en sus tasas de crecimiento trimestrales anualizadas (t/t) desde el primer trimestre de 2018.
Es importante mencionar que, en el trimestre finalizado en mayo, el sector secundario cayó por primera vez contra un trimestre inmediato anterior desde noviembre del año pasado.
Lo anterior señala una tendencia de corto y mediano plazo negativa para el sector industrial, y adicionalmente, cuando se observan tasas de crecimiento negativas en los últimos 12 meses (-0.3 por ciento) se comprueba la fase de desaceleración que atraviesa el mismo.
Lo anterior, en conjunto con la desaceleración paulatina del sector terciario, anticipan un crecimiento trimestral anualizado del IGAE para el segundo trimestre por debajo de 1 por ciento.