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El proceso de asignación directa de contratos por parte de Pemex a la brasileña Odebrecht fue correspondido con cuantiosos depósitos a cuentas de una empresa señalada de tener vínculo con el director general de la entonces paraestatal entre diciembre de 2013 y febrero de 2014.
De acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) denominada “Se alternan sobornos de Odebrecht y contrato millonario en Pemex” divulgada hoy, la correlación en el tiempo de los pagos y los avances en la asignación de un contrato, reflejan la forma de operar de la brasileña en el país.
A continuación el contenido de la investigación periodística elaborada por Raúl Olmos.
Un cotejo de documentos secretos obtenidos por MCCI demuestran que cinco sobornos de Odebrecht fluyeron a la par de que directivos de Pemex le allanaban el camino a la constructora brasileña para obtener una asignación directa por mil 436 millones de pesos. La sesión clave del Consejo de Administración, en la que se definieron las condiciones del contrato, fue avalada por 25 funcionarios y consejeros.
Las transferencias de cinco presuntos sobornos de Odebrecht en 2013 y 2014, por 5 millones de dólares, coincidieron con fechas clave para la asignación de un contrato por mil 436 millones de pesos en la refinería de Tula, revela un cotejo de documentos realizado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Algunos de los documentos obtenidos por MCCI forman parte de la carpeta de investigación que abrió la PGR sobre los sobornos de Odebrecht, y fueron clasificados por Pemex como información reservada hasta el año 2021.
El cotejo de los documentos revela que al día siguiente de que Pemex recibió la propuesta de Odebrecht para el contrato de la modernización de la refinería, el departamento de sobornos de la constructora brasileña transfirió desde el Meinl Bank de Antigua un millón de dólares a una cuenta en el Neue Bank AG, en Liechtenstein, a nombre de la empresa offshore Zecapan SA, que según los delatores en Brasil, estaba ligada al entonces director de la petrolera mexicana, Emilio Lozoya, lo cual él ha negado reiteradamente.
Odebrecht presentó su propuesta a Pemex el 2 de diciembre de 2013 y la transferencia del soborno se realizó el 3 de diciembre.
Ocho días después, el 10 de diciembre, la dirección de Pemex-Refinación avaló la excepción a la licitación pública, y ese mismo día una empresa offshore de la oficina de sobornos transfirió 480 mil dólares a la misma cuenta en el Neue Bank de Liechtenstein. El fallo a favor de Odebrecht lo emitió Pemex a los tres días.
En los meses siguientes fluyeron más sobornos, que coincidieron con la formalización del contrato.
El 27 de enero de 2014 el Consejo de Administración de Pemex–que presidía Lozoya- aprobó los términos y condiciones del contrato y al día siguiente la subdirección de proyectos del área de refinación, a cargo de Jesús Lozano Peña, elaboró el dictamen de adjudicación directa para otorgar a Odebrecht el acondicionamiento del sitio, movimiento de tierras y conformación de plataformas para el proyecto de aprovechamiento de residuales en la refinería de Tula.
En el dictamen se argumentó que el procedimiento elegido “resulta conveniente y garantiza las mejores condiciones disponibles”.
El contrato fue firmado finalmente el sábado 15 de febrero de 2014, y en los siguientes días el operador de la oficina de sobornos identificado como ‘Gigolino’ (identidad de Olivio Rodriguez Júnior) ordenó tres transferencias a la cuenta de Zecapan SA en el Neue Bank de Liechtenstein. Un depósito por un millón 350 mil dólares fue ordenado el 21 de febrero (a los seis días de la firma), otro el 11 de marzo por un millón de dólares y uno más el 17 de marzo por un millón 170 mil dólares.
En noviembre de 2014 hubo otras transferencias que coincidieron con dos ampliaciones consecutivas al contrato en Tula por 879 millones de pesos.
¿Quiénes lo aprobaron?
Pemex reservó hasta el año 2021 cualquier documento relacionado con la asignación directa del contrato de la refinería de Tula a Odebrecht, con el argumento de que forma parte de las investigaciones que realiza la Procuraduría General de la República (PGR).
Sin embargo, MCCI obtuvo algunos de los documentos reservados. Uno de ellos corresponde al acta de una reunión del Consejo de Administración de Pemex-Refinación, en las que se aprobaron las condiciones del contrato, con el aval de funcionarios de la petrolera y de la Secretaría de Energía.
Entre los asistentes a aquella reunión, realizada el 27 de enero de 2014 en el piso 44 de la Torre Ejecutiva de Pemex, estaban Miguel Tame, director de Refinación; Carlos Murrieta Cummings, director de operaciones; Mario Alberto Beauregard Álvarez, director de finanzas; Marco Antonio de la Peña Sánchez, director jurídico; Leonardo Cornejo Serrano, coordinador de proyectos de modernización y Jesús Lozano Peña, subdirector de proyectos, y quien firmó el contrato con Odebrecht.
También acudieron a la sesión dos cercanos colaboradores de Emilio Lozoya, entonces director de Pemex: Froylán Gracia Galicia, su coordinador ejecutivo, y Carlos Roa Rodríguez, su coordinador de asesores.
En la sesión del Consejo se tomó el acuerdo CAPR-004/2014 para asignar sin licitación el contrato para “el acondicionamiento del sitio, movimiento de tierras y conformación de plataformas para el proyecto de aprovechamiento de residuales en la refinería”.
En la misma sesión, los consejeros aprobaron incluir en el contrato una cláusula anticorrupción, en la que el contratista se comprometía a que, durante la ejecución de la obra, ni él, ni sus subcontratistas o empleados ofrecerían o darían dinero o cualquier otra dádiva a servidores públicos. Aunque ya para entonces Odebrecht había pagado una primera tanda de sobornos, de acuerdo con los documentos obtenidos por MCCI.
Se multiplica costo
Los consejeros argumentaron que la asignación directa evitaría incrementos en el costo de la obra.
“La estrategia de contratación que se propone, permitirá adjudicar los trabajos a una propuesta que asegure el cumplimiento de los requerimientos técnicos y de programación para el desarrollo de las obras, evitando con ello pérdidas o costos adicionales importantes (…) con lo que se justifica el procedimiento mediante excepción a la licitación pública”, fue el argumento que quedó por escrito.
El Consejo de Administración acordó que el monto del contrato sería por hasta 165 millones de dólares, equivalentes a 2 mil 225 millones de pesos, al tipo de cambio de entonces, con un plazo de ejecución de 540 días naturales.
No obstante, el contrato se firmó por mil 436 millones de pesos, aunque luego se elevó a 2 mil 315 millones de pesos a través de dos convenios modificatorios realizados en el transcurso de la obra.
Simulan competencia
En la reunión del 27 de enero los consejeros acordaron que, para obtener la oferta más conveniente, Pemex-Refinación haría una investigación de mercado para identificar potenciales contratistas que contaran con atributos de trayectoria, cumplimiento, capacidad y soporte financiero.
Una vez identificadas las potenciales empresas, se acordó que Pemex les solicitaría su propuesta técnica y económica para analizarla y decidir la mejor alternativa.
Sin embargo, ese procedimiento era una simulación, pues desde un mes antes –el 13 de diciembre de 2013- Pemex había evaluado la propuesta de Odebrecht y ese mismo día había elaborado el fallo que sirvió como base para asignarle el contrato.
Es decir, el contrato ya estaba apalabrado. Prueba de ello es que al día siguiente de la sesión del Consejo, el 28 de enero de 2014, la Subdirección de Proyectos de Pemex-Refinación elaboró el dictamen de adjudicación directa a Odebrecht.
“El procedimiento de adjudicación directa es el único esquema de contratación que permite el cumplimiento de las fechas clave” para las obras asociadas al proyecto de aprovechamiento de residuales en Tula, argumentó la petrolera estatal.
Lozoya y Ochoa se ausentaron
Pese a que en la sesión del 27 de enero de 2014 se tomaría el acuerdo para una de las mayores contrataciones de Pemex, tanto el director de la petrolera, Emilio Lozoya, como el Subsecretario de Hidrocarburos, Enrique Ochoa Reza, no se presentaron a la reunión.
Lozoya tenía el cargo de Presidente del Consejo, posición que tuvo que ser ocupada en aquella reunión por su suplente, Víctor Díaz Solís, en ese entonces director corporativo de Administración de Pemex, según consta en la lista de asistencia, obtenida por MCCI.
Ochoa Reza, por su lado, era consejero propietario del Consejo, y su lugar fue ocupado ese día por su suplente, Daniel Guerrero Rodríguez, director de transformación industrial de hidrocarburos de la Secretaría de Energía.
Tampoco se presentaron a la reunión otros dos consejeros propietarios: Leonardo Beltrán Rodríguez, subsecretario de Planeación de la Secretaría de Energía y Miguel Messmacher Linartas, subsecretario de ingresos de la Secretaría de Hacienda.
De los 23 funcionarios de Pemex y de la Secretaría de Energía que acudieron a la reunión, sólo cuatro permanecen en sus cargos.
Relación de documentos testimoniales
Contrato. En el contrato para una obra de la refinería de Tula, aparecen fechas clave que coinciden con la entrega de sobornos.
Condiciones del Contrato. En la sesión extraordinaria 159 del Consejo, del 27 de enero de 2014, se autorizaron las condiciones del contrato.
Asignación directa. En sesión extraordinaria del 18 de diciembre de 2013 se aprobó la asignación directa.
Primera transferencia. 3 de diciembre. Órdenes de transferencia por 1 millón 480 mil dólares realizadas en diciembre de 2013 por una empresa offshore de Odebrecht a una firma ligada por los delatores al entonces director de Pemex.
Segunda transferencia. Órdenes de transferencia por 480 mil dólares a la cuenta de Zecapan SA.
Firma de contrato. El 15 de febrero de 2014 se formalizó la firma del contrato de Pemex con Odebrecht.
Tercera transferencia. A los 6 días de la firma del contrato, la empresa offshore de Odebrecht transfirió 1 millón 350 mil dólares a Zecapan SA, que según delatores en Brasil, estaría vinculada a Lozoya.
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